The River Of Secrets

Capítulo 1: La desaparición de María

El pueblo de Santa Lucía parecía atrapado en el tiempo. Sus casas coloniales, con techos desgastados y ventanas polvorientas, guardaban los secretos de generaciones. Aunque habían pasado años desde que Laura dejó atrás ese lugar, algo en el aire la hizo sentir que nunca se había ido del todo.

Habían pasado exactamente diez años desde su última visita, y la razón de su regreso no podía ser más inquietante: la desaparición de María, la hija de Hugo, el hombre que solía conocer tan bien. Laura no había tenido contacto con él en años, pero la noticia de la desaparición de la joven había resonado por todo el país, obligando a los antiguos residentes a regresar al pueblo.

Mientras su coche avanzaba por las viejas calles empedradas, Laura sintió un nudo formarse en su estómago. A medida que se acercaba al centro del pueblo, los recuerdos reprimidos comenzaron a filtrarse. En su juventud, ella y su grupo de amigos no conocían a María, pero Hugo, su padre, había sido una figura clave en sus vidas. Un hombre reservado, pero con un pasado oscuro, del que pocos hablaban abiertamente.

Al estacionar frente a la antigua plaza, Laura vio a David, uno de los pocos que nunca se había marchado de Santa Lucía. Estaba apoyado contra la pared del café, esperando. No habían hablado en años, pero la mirada en sus ojos lo decía todo: el pasado estaba volviendo a cobrar vida.

— Nunca pensé que volverías —dijo David, su voz teñida de una mezcla de nostalgia y preocupación.

— No tenía opción —respondió Laura, evitando su mirada mientras bajaba del coche—. La desaparición de María... algo no está bien, David. No es solo un caso más, lo sabes.

David asintió en silencio. Ambos sabían que el pueblo estaba lleno de secretos, pero ninguno estaba dispuesto a ser el primero en mencionarlos. En su juventud, habían hecho promesas, y una de ellas era nunca hablar sobre lo que sucedió una noche de verano, cuando Hugo estaba en el centro de sus vidas.

— La policía dice que no hay pistas — continuó David—. Nadie vio nada, y Hugo... bueno, no está en condiciones de hablar mucho. Está devastado.

Laura sintió un escalofrío recorrerle la espalda. Recordaba a Hugo como un hombre fuerte, aunque enigmático. Si él estaba destruido, significaba que la desaparición de su hija no era un evento aislado. Algo más grande estaba sucediendo, y tal vez todo se conectaba con lo que ellos habían vivido años atrás.

— ¿Has visto a los demás? — preguntó Laura, cambiando de tema.

— No todavía. Creo que llegará más gente al pueblo. Nadie se ha olvidado de Hugo... ni de lo que pasó antes de que nos fuéramos — David hizo una pausa—. Sabes que no podemos evitarlo, ¿verdad? Todo esto va a desenterrar lo que dejamos atrás.

Laura no respondió. Miró hacia la iglesia del pueblo, cuya silueta oscura se recortaba contra el cielo gris. Sabía que tenía razón, pero no estaba lista para enfrentar ese pasado.



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En el texto hay: thiller, psicológico.

Editado: 18.09.2024

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