The River Of Secrets

Capítulo 15: El Eco de las Sombras

La mañana siguiente fue extrañamente silenciosa. Las calles del pueblo parecían más vacías de lo habitual, como si los habitantes se hubieran retirado a sus casas, dejando atrás una atmósfera densa e inquietante. Laura observaba por la ventana mientras se preparaba para salir hacia la vieja fábrica. El encuentro con Clara le daba vueltas en la cabeza, y no podía sacudirse la sensación de que estaban a punto de descubrir algo que cambiaría su percepción de todo lo que sabían.

David la recogió en su auto, y el trayecto hacia la fábrica estuvo envuelto en un silencio cargado. La estructura abandonada se alzaba al borde del pueblo, un recordatorio de tiempos mejores cuando la industria mantenía vivo el lugar. Ahora, el óxido y la decadencia habían reclamado el edificio. Era el escenario perfecto para los secretos que Clara parecía dispuesta a desvelar.

Cuando llegaron, Clara ya estaba allí, esperando junto a la verja oxidada. Su semblante estaba tenso, y las ojeras bajo sus ojos revelaban que había dormido poco, si es que había logrado dormir algo. Sin decir una palabra, los guió hacia el interior de la fábrica.

El suelo crujía bajo sus pies, y el aire estaba impregnado del olor a humedad y polvo. La luz que se colaba por las ventanas rotas proyectaba sombras distorsionadas en las paredes, aumentando la sensación de que estaban siendo observados.

Clara se detuvo en una de las salas principales de la fábrica, un espacio amplio y vacío donde el eco de sus pasos resonaba con fuerza. Se giró hacia Laura y David, con una expresión que era mezcla de determinación y miedo.

— Lo que voy a decirles no puede salir de aquí, —empezó Clara, en un susurro—. No sé si estamos solos… pero tengo que confiar en que lo entenderán.

Laura asintió con la mandíbula apretada, y David cruzó los brazos, esperando las revelaciones que Clara tenía preparadas.

— Hace años, antes de que María desapareciera, ella estaba involucrada con alguien en el pueblo. No sé quién exactamente, pero era alguien importante, alguien que no quería que la verdad saliera a la luz, —continuó Clara, mientras su voz temblaba ligeramente—. María no me dijo mucho, pero sí me confesó que esa persona tenía poder… suficiente para hacer que desapareciera sin dejar rastro.

David dio un paso adelante, con el ceño fruncido.

— ¿Estás diciendo que María fue silenciada? —preguntó, sin poder ocultar su escepticismo.

Clara asintió.

— Sí. Y esa misma persona… todavía está aquí, observando cada movimiento que hacemos. Sabe que estamos buscando respuestas, y no va a detenerse hasta asegurarse de que no sepamos más de lo necesario.

Laura sintió un escalofrío recorrerle la espalda. Todo encajaba, aunque no de la manera que ella esperaba. Si lo que Clara decía era cierto, no solo estaban investigando la desaparición de una amiga, sino que estaban enfrentándose a algo mucho más peligroso, algo que había permanecido oculto durante años.

— Clara, ¿tienes alguna idea de quién podría ser? —preguntó Laura, su voz apenas un susurro.

Clara se mordió el labio inferior, dudando por un momento antes de hablar.

— No lo sé con certeza, pero hay algo que he estado investigando… algo que tiene que ver con el pasado del pueblo, —respondió, mientras sacaba un viejo cuaderno del bolsillo de su chaqueta—. Encontré esto en la casa de mi abuela. Es un diario que pertenece a alguien que trabajaba en la fábrica cuando aún estaba en funcionamiento. Y lo que escribe… podría estar relacionado con lo que le pasó a María.

Laura tomó el cuaderno con cuidado, pasando las páginas amarillentas con los dedos. Las entradas estaban escritas a mano, con una caligrafía apretada y difícil de leer. A medida que avanzaba, empezó a notar algo: varias menciones a una serie de reuniones secretas en la fábrica, encuentros que involucraban a personas influyentes del pueblo.

— ¿Reuniones secretas? —preguntó David, leyendo por encima del hombro de Laura—. ¿Estás diciendo que había una especie de sociedad secreta?

— Algo así, —dijo Clara, con voz temblorosa—. La persona que escribió ese diario menciona que los encuentros eran para tomar decisiones importantes sobre el futuro del pueblo. Decisiones que afectaban a todos, pero que solo ellos conocían. Creo que… María descubrió algo sobre esas reuniones, algo que no debía saber.

Laura sentía que su mente corría a toda velocidad, tratando de conectar los puntos. Las piezas comenzaban a encajar, aunque todavía había muchas incógnitas. ¿Qué había descubierto María? ¿Y por qué alguien había decidido silenciarla?

— Hay algo más, —añadió Clara, con un tono de voz aún más bajo, como si temiera que alguien pudiera escucharla—. Hugo… él sabía algo. No sé qué, pero estuvo investigando antes de que desapareciera. Es posible que por eso también se haya ido.

Laura sintió que su pecho se contraía al escuchar el nombre de Hugo. Habían asumido que su desaparición estaba relacionada con la de María, pero si lo que Clara decía era cierto, Hugo podría haber sido una pieza clave en todo este rompecabezas.

— ¿Qué sugieres que hagamos ahora? —preguntó David, su rostro serio.

Clara los miró con una mezcla de determinación y miedo.

— No podemos seguir investigando por separado. Tenemos que enfrentarnos a esto juntos. Si encontramos quién está detrás de esas reuniones, si descubrimos qué sabía María… tal vez podamos poner fin a todo esto.



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En el texto hay: thiller, psicológico.

Editado: 08.10.2024

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