Capítulo 3: Interior

- Ayumi, entra.

Esa era Alice, quien estaba en la entrada del fuerte en terribles condiciones, no se si realmente quería hablar con aquella persona que estuviera dentro, pero si tuviera que hablar, solo espero que sea alguien que pudiera resolver todas mis dudas que hasta hace poco tenía.

Lentamente abrí la puerta de la entrada, sentía una extraña presencia cada vez que se iba abriendo, era como si, lo que estuviera ahí dentro fuera algo por lo que debería temer. Abrí la puerta, dentro había una persona encapuchada, eché un vistazo y entré, lo primero que dije fue.

- ¿Quién eres?.

El lugar quedó en silencio por unos segundos, hasta que el sujeto decidió responder.

- La pregunta sería, ¿Quién no soy?.

Esa pregunta me pareció absurda, me molesté debido a que solo pedía una respuesta.

- No vengo a jugar, yo solo vine porque Alice me dijo que encontraría a alguien aquí, ¿tu eres ese alguien?.

Otra vez el lugar quedó en silencio por unos segundos, me estaba molestando cada vez más, hasta que el sujeto se movió de su posición.

- Pues, yo soy el único aquí, pero temo decirte que no soy a quien tu estás buscando.

- ¿De qué está hablando Alice?.

Volteé a ver a Alice, ella se quedó sorprendida a ver quien estaba frente mío.

- Ayumi, el no es a quien buscábamos...

- Quien están buscando en realidad no está aquí, solo fue mi cebo para capturarte Ayumi.

- ¿Capturarme?.

- Si, y después de capturarte mataré a esa espíritu.

Dijo el sujeto encapuchado mientras apuntaba a Alice, al parecer era una situación de la que si no escapábamos, ambas terminaríamos muertas.

Maldición, tengo que pensar en una forma de zafarnos de esta.

- ¿Quién eres?¿Cómo te llamas?.

- Mi nombre no importa, pero soy un integrante de una secta llamada "Viuda Nocturna", una secta que nació de las cenizas de una secta que se quebrantó en el pasado, y yo seré quien te capture Ayumi, o tal vez, si decides unirte a mí te lo podría perdonar.

Cada vez la situación se complicaba, estaba a punto de tomar la decisión de unirme a él, pero de repente.

- ¡Ayumi, no le hagas caso!¡la Viuda Nocturna esta con los Darker!.

Podría ser Darker de nuevo, pero... los Darker me arrebataron todo en el pasado como contó antes Battler...

- Me niego a unirme a ti, no me quedará otra más que pelear contigo si quiero irme de aquí.

El sujeto se estaba riendo de una forma demasiado extraña, me daba mala espina.

- En realidad, para pelear contra mí... tendrás que pasar unas pruebas...¡AHORA!.

Un extraño circulo mágico apareció debajo mío y de Alice, este nos estaba desintegrando poco a poco hasta hacernos polvo.

- ¿Que nos haces?.

- Que comience la fase uno...

Esas fueron las últimas palabras que oí del sujeto antes de desaparecer.

Al abrir mis ojos desperté en una especie de calabozo subterráneo, estaba todo oscuro, a excepción de una antorcha colgada en la pared, miré a mi alrededor y podía notar que cerca de mí estaba Alice, aún no había despertado pero parecía que ya lo iba a hacer, decidí ver que más había cerca, podía ver unas extrañas criaturas reptilianas, pienso que eran Darkers de alcantarillas, tenían forma de lagartos humanoides y estaban equipadas con armaduras y tenían antorchas en sus manos, no creo que sean mansos, así que tendríamos que enfrentarnos a ellos si la situación lo requería.

- Alice, despierta... - decía en voz baja tratando de no llamar la atención de los lagartos, intentaba mover a Alice un poco para que reaccionara.

- ¿Qué?, ¿ya es de día?.

- Al fin despertaste inútil.

- ¿De que hablas?...

- Fuimos transportados por ese extraño sujeto a esta zona, pero...

- ¿Pero?.

- ¿Porqué me trajiste al fuerte?, ¿Quién querías que viera?.

No podía culparla, al parecer ella tampoco sabía quien era ese sujeto, más sin embargo, merecía saber quien en realidad era a quien debía ver.

- Era a tu hermana...

Quedé completamente atónita, no esperaba tal respuesta, ¿Mi hermana?¿Tenía una hermana?.

- Es una historia muy larga, en algún momento te la tendré que contar, pero ahora no es el momento adecuado, no puedo dar muchos detalles porque yo también estaba pequeña...

¿Entonces hay mucha más historia desde antes de que yo fuera Darker?.

- Cuéntame todo lo que sabes una vez que salgamos de aquí - dije yo.

- Bien.

Ambas nos agachamos para movernos sigilosamente por los pasillos, tomé una de las antorchas que había por la zona para poder ver mejor.

Cada vez nos acercábamos a los pasillos donde habían lagartos así que solté la antorcha y la apagué, cuando sucedió eso, uno de los lagartos reaccionó.

- ¡HAY ALGUIEN AQUÍ!.