Las cosas no estaban marchando bien, Lilith aún se encontraba en la casa de Minho, sabía que en algún momento Geun Suk la buscaría para reprenderla por haber desobedecido sus órdenes o aún pero, la encerraría por eso, así que mientras miraba el cielo desde la ventana de la cocina de Minho se discutía si salir de aquel lugar y volver o simplemente desaparecer de todos.
- Lilith - dijo Minho entrando a la cocina -. ¿Quieres comer algo?
- No tengo hambre - contestó Lilith automáticamente con un tono sumamente frio.
- Por favor - dijo en tono de súplica -. Tienes que comer algo, sino lo haces te hará daño.
- No tengo hambre - contestó nuevamente como si dichas palabras estuviera precargadas en Lilith.
- Lilith, por favor - dijo Minho nervioso -. Te prometo que ya pensaremos en algo.
- ¿Pensar en algo? - preguntó Lilith con sarcasmo -. ¿Qué demonios pensaremos?
- Lilith...
- No Minho - contestó antes de estallar en llanto -. No hay nada que pensar, ni siquiera es una opción, si estabas pensando en la manera de la cual lo superare es una muy mala idea.
- Pero...
- ¿Cómo le hago entender que no quiero superarlo? - dijo con una nudo en su garganta -. Era la persona más linda del mundo.
- Era - contestó Minho de golpe -. Todo eso fue antes de que se convirtiera en un loco posesivo.
- Lo hizo por tu culpa - dijo Lilith molesta -. Fue tu culpa por mandar a Jaejoong a hacer el trabajo sucio, se supone que querías deshacerte de mí para que según no sufriera, pero tú fuiste uno de los causantes de todo mi sufrimiento.
- Lilith...
-----------Flashback-------------
Lilith se encontraba pensativa, no podía comprender todas las palabras que Minho le había dicho, aunque jamás se imaginó que tan pronto se encontraría con problemas y más de esa magnitud, suponía que lo más fácil era encontrarse con que su protegido no le hablara o algún tipo de problema tonto, pero encontrarse con ese ángel desertor la sacaba de sus casillas, además de que pensaba que era un chico sumamente engreído.
- ¿Qué tal te pareció tu primer día de clases? - preguntó Yong Hwa quien alcanzo rápidamente a Lilith en el pasillo de la escuela.
- Pues - dijo Lilith pensativa -. Supongo que agradable, además no tuve ningún problema, creo que no soy tan mala estudiante.
- La verdad - dijo Yong Hwa un poco nervioso -. Yo creo que soy un poco malo, supongo que necesito prestar más atención.
- Cuando gustes puedo ayudarte - dijo Lilith con una sonrisa y es que además de protegerlo de las cosas malas que podían llegar a rodearlo, podía hacer algo más por él y una de esas cosas era ayudarle en sus estudios para que contara con mayor tranquilidad en su día a día.
- ¿En verdad? - preguntó sorprendido a lo que Lilith solo asintió con la cabeza -. No sé cómo agradecértelo.
- No hay necesidad - dijo la chica con una sonrisa -. Te ayudare con gusto.
- Vaya - dijo Yong Hwa un poco nervioso -. ¿Dónde vives? Creo que lo menos que puedo hacer el día de hoy es acompañarte a tu casa.
- No es necesario - dijo Lilith con una sonrisa -. No quiero desviarte de tu camino.
- Por favor.
- Vivo en Gangbuk-gu - dijo Lilith con una sonrisa -. Es demasiado lejos.
- ¡Dios! - exclamó Yong Hwa -. Yo también vivo ahí, no habrá ningún problema si vamos juntos.
Lilith sonrió y fingió entusiasmo, fue algo raro y más porque ella desde un principio sabía que estaría a corta distancia de su protegido, pero ver la cara de este la llenaba de satisfacción, podía notar que comenzaba a hacer bien las cosas y más ahora que Minho se le había cruzado en el camino.
Los chicos se dirigieron al metro mientras platicaban de cosas comunes cuando se tiene que conocer a una persona y el tiempo estaba a su favor ya que la distancia de la escuela hasta sus casas era realmente largo y así Lilith tendría, además de más tiempo para conocerle, más tiempo para protegerlo.
- Seguro sabes dónde vives ¿no? - preguntó Yong Hwa un poco nervioso -. Me refiero a que no tienes mucho viviendo aquí en Corea y puede ser que te confundas de camino, al final de cuentas muchos barrios se parecen.
- Claro - dijo Lilith con una sonrisa antes de desviar su mirada a la casa que se encontraba frente a ellos -. Vivo en esa casa.
- ¡Vaya! - dijo Yong Hwa emocionado -. Yo vivo en la casa de enfrente.