Capítulo 4

La tranquilidad de Lilith se hizo sumamente más intensa cuando Jaejoong se quedó a su lado, pero a su vez, los recuerdos afloraban como si hubiesen pasado momentos antes. Recordó como se había sentido después de que Jaejoong la besara frente a Yong Hwa en su primer encuentro...

--------Flashback ---------

- ¿Qué demonios está pasando? – preguntó Lilith sumamente desesperada mientras se daba los últimos toques en el cabello antes de salir a la escuela –. Jamás pensé que el trabajo sería mucho más difícil esta vez.

Recordaba cada una de las palabras y las acciones que había tomado Jaejoong, todo había sido tan sorprendente, pero de alguna manera se comportó de una manera mucho más brusca que Minho. Pensando en todo eso, deducía que lo mejor sería dejarle el trabajo a alguien más capacitado, pero sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando escucho que golpeaban a su puerta.

- ¿Quién? – preguntó nerviosa rogándole a su padre que no fuese Jaejoong ni Minho los que se encontraran al otro lado de la puerta.

- Hola Lilith – contestó Yong Hwa –. Vamos juntos a la escuela.

- Por supuesto.

- Te espero abajo entonces – dijo el chico con un hilo de alegría en su tono de voz.

Lilith se miró nuevamente al espejo esperando que todo estuviese en su lugar, tomó sus cosas y antes de abrir la puerta soltó un profundo suspiro, pero una sensación extraña la recorrió de pies a cabeza. Por alguna extraña razón se sentía emocionada, era como si le estuviese prestando demasiada atención a agradarle a su protegido, eso era algo que no podía pasar, ella solo estaba para cuidarlo y no para inmiscuirse de lleno en su vida, tenía que cuidarlo, pero con una buena distancia.

- Que linda te ves – dijo Yong Hwa mientras observo bajar a Lilith con su uniforme de la escuela –. Debo de admitir que te sienta bien el uniforme.

- Pues gracias – contestó la chica sumamente nerviosa –. No creo que sea para tanto, pero realmente te lo agradezco.

El chico simplemente sonrió, una sonrisa que comenzaba a crear descargas eléctricas en el interior de Lilith. Sin tomarle mucha importancia comenzaron su camino a la escuela, una trayectoria sumamente normal, hablando de cosas tan banales que a Lilith comenzaba a hacérsele raro ya que en ningún momento su acompañante había tomado el tema de la noche anterior y la actitud de Jaejoong.

Cuando por fin llegaron a la escuela Lilith logró sentirse un poco más tranquila, sabía que si mientras estaban solos no había tocado el tema, jamás lo haría frente a otras personas, al final de cuentas sería sumamente raro, o más de lo que ya era, un chico popular en la escuela llegando con la nueva, como que no tenía mucho sentido para Lilith y ella simplemente quería pasar desapercibida en todo momento, algo sumamente difícil para cualquier ángel que habita la tierra.

- ¡Minho! – gritó Yong Hwa emocionado cuando la pareja entraba al salón de clases, escasos compañeros se encontraban ahí y no había ni un rastro de su profesor de clases –. ¿Por qué siempre tan serio?

- Todos los días haces la misma pregunta, deseo que esto termine – contestó Minho sin cambiar en ningún momento su expresión –. Veámonos cuando terminen las clases, tengo algo que hablar contigo.

- ¿Qué esto termine? – preguntó curioso Yong Hwa –. No entiendo nada.

- No le hagas caso – dijo Lilith de repente –. No lo conozco bien, pero supongo que ha de ser una tontería.

- ¿Tontería? – preguntó Minho con sarcasmo –. ¿Eso es lo que crees?

- Pues sí – contestó Lilith de repente observando la mala cara que Minho le ponía.

- ¿Tienes algo que decirme? – preguntó un poco indignado.

- Pues sí – contestó Lilith a la defensiva.

Sin esperarlo, Minho se levantó de golpe, y tomó a Lilith de la mano, la chica se sentía sumamente preocupada y asustada ante la reacción de Minho, pero la mejor opción era salir con él para arreglar cualquier tipo de problema antes de que fuese demasiado tarde, tan decididos se encontraban los dos que incluso ignoraron la pregunta de Yong Hwa quien se encontraba preocupado ante la reacción de los dos.

- Habla – dijo Minho soltado a Lilith cuando se encontraban los dos solos en una de las partes menos transitadas del jardín de la escuela.

- Ya deja de tratarlo de esa manera – dijo Lilith molesta mientras sobaba la muñeca que Minho le había tomado con fuerza –. Ese chico no merece saber nada, merece una vida tranquila y tú lo haces sumamente difícil.