El tiempo pasaba tan rápido que E-Young no lo podía creer, después de haber rogado tanto por el trabajo, solo tuvo que esperar a que Lilith cometiera un grave error para que le asignaran lo que siempre quiso, estar al lado de Yong Hwa. Ahora la chica disfrutaba al verlo tiernamente dormido, sabía que la suerte le había cambiado al chico desde que ella se cruzó en su vida; se hizo su novia y las ofertas de trabajo le llovieron gracias a su suerte y al ser un excelente cantante, líder y vocalista de una exitosa banda llamada CNBLUE.
E-Young se levantó lentamente de la cama donde dormía junto a Yong Hwa, no quería despertarle y más ahora que el coraje había regresado, casi siempre sucedía cuando recordaba los buenos momentos, era difícil evitar todo aquel enojo que Lilith le había propiciado. No pudo dejar de pensar en todo lo que había ocasionado, pero de alguna manera los humanos conseguían lo que querían aunque actuaran mal y eso fue algo que hizo; el ver caminar por la calle a Yong Hwa tomado de la mano de Lilith ocasiono todo, la envidia llego a corromperla pensando que Lilith por ser un demonio no tenía el derecho de conseguir ni un mejor trabajo ni una mejor vida que ella, así que actuó impulsivamente dirigiéndose a Geun Suk contándole que Lilith había roto una de las reglas más importantes para los ángeles, "No te puedes enamorar de un humano".
Sin poder evitar recordar, E-Young se dirigió a la cocina que compartía con Yong Hwa, creía que un vaso con agua y prepararle el desayuno al amor de su vida haría que simplemente los malos recueros desaparecieran, pero se llevó una gran sorpresa cuando cerro el frigorífico de la cocina.
- ¡Por Dios! – exclamó sumamente asustada –. ¿Qué haces aquí?
- Papá no tiene por qué meterse en estos asuntos – dijo Lilith con una sonrisa en su rostro –. Además desconozco tu actitud, esta no es manera de saludar a las viejas amigas.
- No tienes nada que hacer aquí – dijo E-Young un poco más calmada –. ¿Qué quieres?
- Vine por lo que es mío.
- Aquí no hay nada tuyo – dijo E-Young comenzado a alterarse –. ¿Desde cuando tienes tanto valor como para hablarme de esa manera?
- Tienes razón – dijo Lilith con un poco de sarcasmo –. Siempre me fui esa persona tranquila, comprensiva y que ayudaba a todos, pero creo que eso termino.
- ¿De qué demonios estás hablando? – preguntó E-Young sumamente nerviosa.
- Tantos años encerrada en una buena persona – dijo antes de soltar un profundo suspiro –. Me tenía sumamente muerta.
- ¿Qué es lo que sucede Lilith? – preguntó E-Young llena de nerviosismo, sabía que algo no estaba marchando bien y eso la hacía ponerse más nerviosa de lo que ella misma pudiese explicar.
- No sucede nada.
- Vamos Lilith – dijo E-Young intentando obtener la verdad –. Puedes decirme lo que te sucede, por algo somos amigas ¿no?
- ¿Tú y yo amigas? – preguntó Lilith antes de estallar en una enorme carcajada –. Por favor E-Young, no me hagas reír.
Sin poder expresarlo, E-Young comenzó a sentir como el miedo se apoderaba de cada centímetro de su cuerpo, no podía lograr comprender lo que estaba sucediendo, tenía una idea, pero no estaba segura, sentía a Lilith como una completa desconocida y aunque intentaba negar en su interior que aquel demonio había regresado, todo le mostraba que no tenía caso seguir intentando negarse.
- Sera mejor que te vayas – dijo E-Young armándose de valor.
- Bien – dijo Lilith antes de estallar en otra carcajada –. La verdad el día de hoy no tengo ganas de hacerte daño.
- ¿Hacerme daño? – preguntó engreída –. Estás loca.
E-Young se sentía lo suficiente capaz como para poderse enfrentar a dicho demonio, pero esa seguridad comenzó a desvanecerse cuando observo que los ojos de Lilith comenzaron a llenarse de rabia, por alguna razón sus emociones se hacían más claras, pero lo que verdaderamente la lleno de miedo fue sentir como la mano de Lilith se encontraba alrededor de su cuello apretándola con fuerza y levantándola del suelo haciendo que está no pudiese respirar con facilidad y sintiendo como su mano la apretaba con más y más fuerza, sabía ya que Lilith no era la misma chica ingenua que había podido mangonear a su manera, ahora era una Lilith decidida a obtener todo lo que deseara, así como lo había hecho ella tiempo atrás.
- Te lo advierto E-Young – dijo Lilith con odio incluso en su voz –. Si no quieres que esto termine de una manera más violenta, aléjate de Yong Hwa.