Suelo tener la costumbre de asomarme por la ventana y ver un jardín por el que me siento extrañamente atraída, es tan extraño por la forma en la que es percibido por otras personas, estas ni siquiera lo ven.
Existe una famosa historia llamada " La Flor de Smeraldo" dicha flor era tan hermosa que atraía a varias mujeres a ella, su dueño "Smeraldo" protegía tanto a la flor que aseguró su jardín para que nadie pudiera dañar a su bella flor y así todo aquel que se atreviera a cortar sus raíces seria maldecido hasta el final de sus tiempos..
Un día una mujer con buen aspecto decidió entrar personalmente al jardín y presenciar a la flor, solo se sentaba a verla preguntándose ¿cómo un hombre podía amar a una flor más que a una persona ó a si mismo?, Smeraldo dedujo que desde aquel día se sentía misteriosamente atraído por esa mujer que juro hacer lo que fuera por ella incluso más que por su amada flor; aquella mujer lo puso a prueba y le dijo que lo que mas añoraba era tener esa hermosa flor en sus manos, Smeraldo ni siquiera lo dudó y con sus propias manos arranco desde la raíz su bella y amada flor, mientras en el fondo de su corazón sentía una inmensa culpa apenas lograba estar consiente de lo que hacia y una vez que la puso en manos de esa mujer sintió un gran vacío...
La mujer no tardó mucho en darse cuenta del horrible aspecto de Smeraldo, su rostro ya no era el mismo de antes pues la maldición que el mismo impuso no haría ninguna excepción por él...
Incluso se rumoreaba que tenia el rostro fragmentado como si este fuera de porcelana...
Pasaron los años y el pobre Smeraldo sólo podía presenciar su hermoso jardín por el que se sentía extrañamente atraído, aunque en el fondo sabía que de no haber sido por su ignorancia, no existiría ese vacío que lo obligaba a sentir culpa por todo... La gente de los alrededores no podía siquiera ver lo que él con sus cansados ojos, ellos solo veían un desastroso jardín con un dueño horrendo, fragmentado y fuera de sus cabales.
Se dice que nunca se volvió a ver una flor igual a esa y no fue hasta que Smeraldo dio sus últimos suspiros y dictó sus más profundos anhelos que cuando fue enterrado creció sobre su tumba un gran árbol lleno de hermosas y bellas flores las cuales llevaron desde ese día el famoso nombre de "La Flor de Smeraldo"; se desconocía si la maldición seguía en pie tanto que nadie se atrevía a tocar ni una sola de esas flores, hoy en día dichas flores son muy difíciles de conseguir, se dice que todo aquel que obsequie esta flor inmediatamente se jugará con la suerte de ambas personas una morirá y la otra se quedará a sufrir por el resto de su vida.
Esto me deja mucho en que pensar..
Primero, Smeraldo pensaba en su flor como lo más preciado de su alma tanto que llegó a protegerla con su vida y maldecir a cualquiera que se atreviera a dañarla; ahora siento como si se tratara de mí, me siento extrañamente atraída por lo que creo que es un jardín porque es bello, pero se vuelve triste cuando de pronto siento un vacío tan grande dentro de él, después lo siento dentro de mi al igual que Smeraldo; la gente simplemente no ve nada, juzga sin razón.
Cabe recalcar que nadie puede ver el mundo como yo lo veo, eso me enorgullece y al mismo tiempo me pone tan triste que me obligo a mi misma a suprimir mis pensamientos dejando todo atrás y convirtiéndome en alguien que de pronto olvidó lo hermoso que era el vacío, nunca más me atreví a convencerme de que había un jardín o algo parecido a ello y fue así hasta que un día sentí tanta ansiedad y presión sobre mis hombros que lo único que pude hacer para calmarme fue mirar a la ventana, por un momento deje de engañarme a mi misma y me permití sentir un vacío tan grande y al mismo tiempo agradable.... Entonces aquel día entendí que el hecho de mirar por la ventana y ver un jardín era solo para disfrutar la soledad mientras extrañaba a alguien, porque ciertamente que el jardín fuera hermoso te distraía del verdadero vacío que este mismo tenía aunque los demás no pudieran entenderlo...
Segundo, ahora entiendo lo que Smeraldo veía, sentía, y sabía....(muy abrumador por cierto)..
Tercero, Smeraldo al igual que yo llevaba puesta una mascara para ocultar su verdadero YO.....