III

Me quedé inmóvil por lo que me parecieron 2 minutos, e inmediatamente me levanté y corrí a buscar mi arma. Cuando logré encontrarla me quedé de pie junto a la mecedora, mirando el campo, hacía el bosque, inclusive el árbol que se veía junto al camino, me quedé, así como por 5 minutos, hasta que me derribé en mi mecedora pensando, - "¿Había sido todo producto de mi imaginación? ¿Me lo habré imaginado? ¿Realmente pasó eso? ¿Realmente escuché eso? ¿A qué se refería eso con "aquí"?" – El terror me invadía así que decidí entrar a la cabaña.

Esa noche no dormí, pasé toda la noche pensando, imaginando todo tipo de cosas, alerta por si escuchaba de nuevo ese sonido, ese extraño susurro que ahora para mí era mas bien como una advertencia.

La mañana siguiente me desperté, comí mi desayuno rápidamente e hice mi aseo personal y salí a revisar de nuevo las huellas que había visto la noche anterior, pero grande fue mi sorpresa al ver que ahora no estaban, en su lugar había otras más cerca, ahora presté más atención a las huellas tratando de identificar de que venían o alguna pista sobre a qué me enfrentaba. La criatura no se parecía a nada que hubiera visto antes, por la forma de sus huellas daba por sentado que era un animal desconocido para mí y por la profundidad de estas mismas parecía ser que era un animal muy pesado, por lo cual supuse que no era muy rápido. Eso me dio una ventaja, una pista para poder cazarlo. Pero me sorprendió al ver una que estaba justo atrás del árbol que quedaba justo en mi cabaña y un terror me dejó inmóvil al mismo tiempo que se me erizó toda la espina dorsal, todo tipo de pensamientos invadieron mi cabeza: - "¿Si todo hubiera estado más iluminado anoche habría visto aquella cosa que producía tan extraños susurros? ¿Por cuánto tiempo me habrá observado esa cosa?" - Y casi de inmediato me llené de temor al pensar que en esta misma noche podría pasarme eso de nuevo o que esa cosa se acercara más.

Pensé en huir y largarme a la ciudad, pero el recorrido era demasiado grande, tampoco quería renunciar a mi cabaña ni ir a quedarme en casa de mis padres, ¿Qué les iba a decir? - "Hola, papá, no los visito hace tiempo, pero ahora en mi cabaña están sucediendo cosas extrañas así que me vengo a vivir acá" Por supuesto que no, no iba a arrastrarme diciendo semejante estupidez-, mi cabaña era mi hogar, era el lugar donde había decidido pasar mis días, lo único que tenía, no tenía a nada más aparte de una vieja camioneta que usaba para traer cosas de la ciudad. Fue esa misma tarde cuando decidí que mi deber como cazador era matar a esa cosa que me estaba fastidiando, me estaba acechando, así que ahora yo iba a acecharlo a él. Lástima que me percaté demasiado tarde de que esa cosa no era nada de lo que había imaginado.