The Terror Night

El ruido en el apartamento.

La noche era fría, oscura, casi terrorífica, y a lo lejos se escuchaba un sonido sombrío y fuerte.

La chica, en su habitación, no podía ver mucho, ya que la luz se había ido hacía unas horas debido a una tormenta que había azotado la ciudad. Por suerte, y gracias a su previsión, había comprado unas velas días antes; no iluminaban todo el apartamento, pero servían para momentos como aquel.

El sonido continuaba persistentemente mientras la chica intentaba dormir. Ella sospechaba que venía desde la sala; sonaban como pasos, pasos muy fuertes. Esto no sería un problema si no fuera porque vivía sola.

Con miedo y ya cansada del ruido, decidió salir de su cama e ir a revisar qué era aquel sonido. Con poca valentía y una vela en su mano izquierda, reunió el valor suficiente para comenzar a caminar fuera de la habitación y seguir el ruido.

Su mano temblaba, y su respiración agitada se escuchaba por todo el pequeño apartamento. ¿Qué podía ser ese ruido?, se preguntaba.

A medida que se acercaba, el sonido se hacía cada vez más fuerte, pero algo se sentía extraño. Las pisadas se escuchaban únicamente en un lugar, como si una estampida de elefantes marchara en su sitio.

Con el cuerpo temblando y la vela en mano, finalmente llegó. Pero lo que vio la dejó impactada: lanzó un grito desgarrador, dejó caer la vela y se tapó el rostro con horror para dejar de ver la aterradora escena.

Allí, frente a ella, estaba el cuerpo de su madre muerta y llena de sangre, su rostro desfigurado y manos fuera de su cuerpo ¿Lo aterrador? Su madre había muerto hacía dos años ¿Lo que era más aterrador? Detrás de ella estaba una sombra gigante parecida a ella.

- Finalmente, estás aquí - dijo aquella sombra - he esperado eternidades por ti.




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