Capítulo 2:
Respira
STEPHANIE
Abro la puerta de la casa de los hermanos Mikaelson y camino hacia la sala para dejar mis cosas y buscar la esperanza de ver a Kol despierto. Siempre tengo la esperanza de verlo atravesar la puerta y que me sonría, pero siempre termino con el mismo dolor: solo es mi imaginación intentando crear encuentros imposibles. No quiero perder la esperanza, esa es la verdad: me gustaría seguir imaginando cosas bonitas.
Debemos encontrar el modo de recuperar a los Mikaelson y a Hope. Hope ha sido una de las pocas personas que me ha apoyado toda mi vida, así que no puedo dejar que se pudra en Dios sabe dónde.
Lizzie y Josie llegan casi corriendo hacia mí y me miran con seriedad.
—Iré a arriba unos segundos —dice Elena antes de subir las escaleras y caminar hacia la habitación de Hope.
Escucho gritos en la puerta, así que con las chicas caminamos, lentas pero seguras, y vemos a una mujer arrastrándose para llegar dentro. Josie y Lizzie me miran con preocupación, pero lo primero que pienso es correr a la señora rubia y ayudarla. No tengo idea de quién se trata, pero no puedo dejarla tirada en circunstancias como estas.
—¿Estás bien? —pregunto ayudándola.
Cuando la rubia me mira, sé que no está bien.
—¿Y mis hermanos? —hace la pregunta comenzando a cerrar los ojos.
Mi ceño se frunce al notar aquel sueño que ella posee.
—¿Eres una Mikaelson? —suelto de golpe.
Ella asiente.
—Esto es un hechizo... De... De los Ancestros. —Me entrega un papel—. Tienes que... Hacer... Hacer eso. —Tose y luego me da otro papel antes de comenzar a cerrar los ojos—. Y sino...
La mujer se queda completamente dormida y yo sin saber lo que se supone que deba hacer con esto que ella me ha dado.
Lizzie me mira con seriedad en cuanto me ve. Su voz me toma de sorpresa, pero sigo con lo mío. Sé que a ella no le va a interesar mucho mis ideas, ya que siempre terminamos discutiendo; sin embargo, siento que ya es hora de superar esto.
—¿Por qué no me dices a que has venido? —pregunta mientras mira mi cuerpo de arriba abajo.
—La policía nos dio una nueva pista de Hope. —Saco el papel del bolsillo de mi short y se lo doy.
—Seguro es otra pista falsa.
Algo dentro de mí me obliga a seguir creyendo y no entiendo cómo es que ella ya ha perdido la fe.
—Pero no lo sabremos hasta que la sigamos —digo.
—Claro, porque después de dos meses esta pista nos dirá que Hope está viva y muy feliz en Liniers —dice sarcástica.
—Está bien, si no quieres ir, iremos nosotras —digo mirando a Josie, pero ella me quita el papel antes de que empiece a caminar.
—Está bien, iré a ver qué encuentro —dice, y yo sonrío.
Miro detrás para ver que mamá está haciendo los preparativos. Me acerco a ellas y las abrazo con cariño.
—Solo necesito que la encontremos y que los Mikaelson sigan con su vida...
—¿Para que así dejes de sentirte mal por no estar con los Mikaelson? —pregunta Lizzie con seriedad—. ¿Quieres despertar a todos?
—No me siento mal por no estar con ellos —miento.
—¿En serio? ¿Y por qué lo mantienes en secreto? —pregunta justo cuando escucho pasos en la escalera.
Me alejo de ellas y después vemos a mamá entrar.
—¿Qué haces así? —le pregunta a Damon.
—Recibiendo a las visitas —le contesta.
—Les avisaré si encuentro algo —dice Lizzie antes de irse.
No me mira.
—¿Nos vamos? —pregunta Elena, y yo asiento.
—Tenemos que ver qué te pondrás para esta noche —dice y pongo mala cara, pero mamá me ignora.
Se supone que hoy debe ser un día lindo, pero siento que es todo lo contrario. ¿Cómo voy a recuperar a mis amigos? No puedo sacarlos de mi cabeza, ellos siguien ahí.