CAPÍTULO 9

Capítulo 9:

Ayuda

STEPHANIE

Me quedo en silencio por un largo rato, esperando comprender lo que está sucediendo y también lo que acaba de suceder con Lizzie.

—¿Necesitas ayuda? —me pregunta Ric, y yo niego sin soltar palabra alguna.

Paso enseguida de Lizzie ignorándola al igual que ella a mí y llego hasta Josie. Llevamos caminando más de dos horas y siento que no hemos avanzado mucho. Este bosque es enorme.

—Step. —Josie toma mi mano para evitar que siga caminando.

Miro al frente y veo a un hombre sangrando de los ojos. Ric saca una de sus armas y él y Lizzie se ponen frente a nosotras. El hombre se detiene cuando nos mira.

—Son unas Géminis —gruñe mirando a Lizzie y Josie y en un segundo se lanza contra ellas.

Las chicas lo golpean y Ric le lanza una flecha a la espalda. Me quedo parada sin saber qué hacer hasta que recuerdo algo y tomo la granada con acónito que Ric me dio.

—¡Josie, Lizzie! —le quito el seguro antes de lanzársela.

Esta explota en la cara del hombre y este cae al suelo. Josie y Lizzie lo golpean una última vez dejándolo inconsciente.

—Déjame adivinar, híbrido —dice Ric, y ellas asienten.

Ric tira su mochila al suelo y la abre para sacar unas cuerdas.

>>Ayúdenme a rociarlas de verbena para atarlo al árbol y evitar que nos ataque cuando despierte —nos pide Ric y con las chicas hacemos lo que nos ha dicho.

Le pasamos las cuerdas a Ric, quien se encarga de amarrar al hombre contra el árbol, mientras Lizzie lo sostiene.

—Papá... —Josie lo llama para darle la última cuerda con verbena que queda. Lizzie la toma y la suelta en el instante que su piel se quema—. Dije papá —dice ella, y Lizzie la mira mal.

—Estas cuerdas no lo sostendrán por mucho —dice Ric—. No creo que tengamos tiempo de llegar a la cima y regresar a los autos antes de que la luna llena salga.

—Estamos muy cerca de Hope —dice Josie—. Tenemos que seguir.

—¿Y que nos maten?

De repente, el hombre se despierta asustado mirando a su alrededor.

—¿Y si lo hacemos hablar? —pregunto a punto de acercarme a él, pero me detengo cuando los huesos de su cuerpo empiezan a quebrarse y acomodarse.

—¿Se está convirtiendo? —pregunta Ric confundido.

—Es imposible. Todavía es de día —le responde Lizzie.

—Díselo a él —murmuro viendo sus ojos cambiar.

Definitivamente se está convirtiendo. Josie se acerca a él para sostenerlo y evitar que troce las cuerdas.

—No se suponía que habría hombres lobos, sino hasta la luna llena —dice Lizzie.

—¿Sabes? Esas cuerdas no van a sostenerlo por mucho tiempo —le dice Ric a Josie.

El hombre grita de dolor mientras se retuerce. De repente, trata de morder a Josie, pero ella se aleja lo suficiente para que no la alcance.

—¡Chicas, tenemos que salir de aquí! —le pido mientras tomo su brazo para alejarla.

Si llega a morderla... Ella va a morir.

—Aún no encontramos a Hope —dice Josie.

—¡Tenemos que salir de la General Paz ahora! —le pido desesperada ignorando a su hermana—. ¡Josie! —le suplico.

Voltea a verme y los cuatro salimos corriendo de regreso alejándonos del lobo. Corremos sin parar cuesta abajo.

—No podemos irnos. —Josie se detiene de la nada.

—La buscaremos después —le aseguro—. Ahora es muy peligroso estar aquí.

—Step...

—Sigue corriendo —le ordeno interrumpiendo sus palabras—. Te he dicho que volveremos.

Después de unos segundos, empieza a correr de nuevo y Ric la sigue. Lizzie y yo corremos detrás de ellos. Me detengo en seco al ver a Josie tropezar y caer al suelo.

—No te muevas —le ordena Lizzie mirando al lobo frente a ella.

Ella hace todo lo contrario y se hace hacia atrás y cuando el lobo está a punto de atacarla Lizzie lo llama antes de salir corriendo a velocidad vampírica.

—¡Lizzie! —Ric me detiene.

—¡Tenemos que irnos!

¡No pienso dejarla!

—Ella puede cuidarse sola —me asegura ayudando a Josie a levantarse.

—Si el lobo la muerde, ¡ella va a morir! —grito desesperada para que me entienda.

—Ella va a estar bien, como dijiste no estamos a salvo. Tenemos que seguir —dice Josie y yo miro por donde Lizzie se fue.

No puedo dejarla... No quiero dejarla.

—Vamos. —Ric toma mi brazo con fuerza y me obliga a seguir caminando.

¿Cómo se supone que voy a seguir adelante sabiendo que una de mis mejores amigas está en tanto riesgo? Ya hemos perdido a Hope, ahora no podemos perder a Lizzie.

Respiro hondo y escucho el celular de Ric sonar, él lo saca y me lo tiende, ya que se trata de mi tío Jeremy.

—¿Sí? —pregunto.

—¿Dónde están? ¿Están locos? —cuestiona él.

—No tengo tiempo para hablar ahora y menos para discutir, adiós —digo terminando la conversación para luego regresarle el celular a Ric.