Capítulo 27:
¿Dónde está Enzo?
STEPHANIE
Horas más tarde (en la mañana)
Miro a Elizabeth desaparecer de mi lado para empujar a Enzo lejos de Lizzie. Parece una pelea que dará inicio. No entiendo nada de lo que está pasando.
—¡Stephanie! —me grita Enzo al mismo tiempo que tira la estaca de roble blanco hacia mí.
Reacciono rápidamente y la tomo. Lizzie se levanta del suelo y toma el cuello de Mikael con fuerza.
—Hazlo —me ordena y, sin pensarlo, le clavo la estaca a Mikael en el corazón.
Lizzie lo suelta y vemos cómo el cuerpo de Mikael es consumido por las llamas.
—¿Qué mierda han hecho? —gruñe Josie.
—Se ha ganado su libertad —dice Lizzie mirando a Eli.
Josie se levanta y antes de que pueda hacer algo, Enzo le rompe el cuello.
—Llévatela —le ordena a Enzo y esta saca el cuerpo de Josie de la casa.
Lizzie camina hacia Eli y la mira fijamente.
—Gracias, mi amiga. Ya no tienes que hacer lo que yo digo —le ordena—. Eres libre.
Eli cierra sus ojos con fuerza y cuando los abre voltea a verme. Se acerca a mí y, en un segundo, estamos frente a su auto fuera de la casa.
Actualmente
—¿A dónde piensas ir? —le pregunta Eli cuando detiene su auto frente a mi casa.
—Voy a quedarme un tiempo —murmura—. Tengo que arreglar algunas cosas.
Volteo a verla.
—¿Con mis padres? —pregunto, y ella no me responde.
—Buenas noches, Stephanie. —Me abre la puerta para que salga.
Me bajo del auto y volteo a verla.
—Gracias por ayudarme —murmuro.
—Esto no significa que todos mis sentimientos hayan regresado —murmura con un tono serio—. El único sentimiento que tengo ahora es odio y venganza. Así que te pido que no le digas a nadie por qué hice lo que hice.
Me sorprende escuchar lo que sale de sus labios.
—¿Por qué? —pregunto confundida.
—Porque para lo que tengo planeado hacer, no necesito a mis amigas atrás de mí, solo necesito un poco de tiempo —dice mirndo mis ojos—. Tu silencio es lo que me debes por ayudarte. No podemos decirle a Micaela la verdad que nos ha dicho Mikael —me recuerda.
—Está bien. —Acepto antes de cerrar la puerta.
Enciende su auto y se va. Volteo hacia mi casa y respiro hondo antes de entrar.
—¿Dónde estabas? —me pregunta mamá en cuanto cierro la puerta detrás de mí.
Miro a mamá con una pequeña sonrisa y me acerco a saludarla, pero ella me detiene.
—No, la pregunta es qué mierda has hecho —gruñe Josie levantándose del sillón con una mueca de dolor.
—¿Dónde está Enzo? —pregunto al no verlo aquí.
¿De qué me he perdido? Siento que algo malo está ocurriendo y no sé lo que es.