Capítulo 44:
Lo que pasó en estos cinco años
STEPHANIE SALVATORE
Observo a Elijah y él me mira fijamente como si quisiera adivinar lo que estoy a punto de contar. Todos me esperan pacientes y confusos. Kol llega a mi lado y se sienta junto a mí, respiro hondo porque esta será la primera vez que hablaré de esto... de cómo inició todo y, aunque me gustaría que Hope esté aquí para escuchar mis palabras, sé que esto es lo correcto. Ninguno de los Mikaelson puede decir nada a Hope ni yo. Nadie puede abrir la boca.
Aprendo, cada día, a mantener mis emociones enfrascadas en lo más profundo de mi ser. Está mal lo que hago, pero es lo correcto para no crear más problemas. Los Mikaelson no tienen idea de todo lo que se perdieron en estos cinco años. Estoy segura de que luego tendré que darle esta charla a Hope, pero... primero debo empezar aquí.
Este es mi deber.
—Cuando salimos de Capital supimos que escondernos del mundo era la mejor opción para todos ustedes y para Hope, esa era la única forma de mantenerlos seguros. —Comienzo y todos en la habitación me escuchan—. Cuando comenzamos a acostumbrarnos con la rutina de encontrar un lugar alejado de todo y cambiarnos seguidamente, de inmediato, comenzamos a buscar los ingredientes que Freya nos había dejado para traerlos de vuelta.
Soy sincera con ellos. No quiero tener que explicar demás en otro momento.
—¿Freya no se había dormido como nosotros? —pregunta Klaus.
—Lo hizo, pero un tiempo después. Antes, se vino arrastrando hasta la entrada de la mansión y me entregó dos papeles... Por suerte, solo tuve que usar uno. —Sonrío mirando a Freya y luego hago una mueca con mis labios—. Aunque nunca se sabe si tendré que usar el otro papel. No quiero hacerlo, pero... no lo sé.
La mirada de Freya me hace creer que usar el siguiente papel es una posibilidad.
—Tuvimos un poco de ayuda —dice Micaela—. Gonzalo nos ayudó a buscar a un miembro de las siete manadas... A Pesar de todo lo que pasó, él es gran responsable de que los pudiéramos traer de vuelta.
Klaus frunce el ceño ante la mención de Gonzalo, pero ahora eso es lo menos importante.
—Un día estaba en la cocina revisando una información que Gonza había mandado con papá, él a veces se quedaba con nosotras un tiempo antes de seguir su camino por separado... También nos ayudó mucho, pero... los mellizos nacieron y no pudo hacer más. —Continúo con mis palabras—. Ese día recibí una llamada algo inesperada que me hizo dejar todo en pausa... Creí que todo iba a salir mal, pensé que... creí que matarían a Enzo. —No puedo continuar con mis palabras.
Ni siquiera puedo creer todo lo que ha sucedido en estos cinco años.
—Fuiste a rescatarlo —afirma Klaus sin ni siquiera dudarlo.
—Siempre lo hice —les recuerdo—. Y esa no sería la excepción. Stefan y Ric nos ayudaron a alejarlo de los Ancestros mientras nosotros llegábamos hasta él.
—Lo recataron... llegaron a tiempo, ¿no? —me pregunta Rebekah inclinándose a una afirmación—. Lo salvaron.
Sé que ellos vieron a Enzo aquí, pero la historia es más extraña de lo que parece.
—No. —Soy completamente sincera—. Los Ancestros eran muy rápidos y él era su objetivo más importante... Además, nosotros estábamos muy lejos, ni siquiera con toda la ayuda que obtuvimos pudimos salvarlo de volver a con nosotros. —Observo a los presentes con seriedad—. Tuve la oportunidad de ir a la iglesia abandonada una vez más, donde los Ancestros me hablaron...
—La historia no termina aquí, ¿verdad? —me pregunta Kol, y yo lo miro con una pequeña sonrisa dibujada sobre mis labios.
En verdad que los he extrañado... a todos ellos y sé que los seguiré extrañando aún más después de esta noche.
—Tienes razón, ese solo es el precedente de lo que en verdad tengo para contarles. —Observo a Kol porque en estos momentos me es más fácil centrarme en él—. Los Ancestros tomaron posesión de los cuerpos que Klaus sacrificó, ellos seguían vivos y teníamos que encargarnos de todos ellos, pero en el proceso papá recibió una llamada de Care, quien pedía su ayuda para salvar la vida de mamá... ella estaba cuidando a los pequeños y vio que Stefan estaba ahí, pero...
—No era él —anuncia Bex—. Stefan estaba con tu padre y Ric, ¿verdad? Entonces... ¿Era un Ancestro?
Niego.
—No se sabe quien era —respondo con seriedad—. Papá dice que tiene que contarme una nueva historia, una historia sobre dobles... Sobre cómo empezó todo esto.
—Silas —dice Elijah y Freya lo observa.
Parece que Elijah sabe más de lo que dice. Me gustaría poder tener una larga conversación con él, pero sé que a Kol no le va a gustar mucho que me ponga a platicar con su hermano sobre temas que podría haberle preguntado a él. Cuando se trata de esas cosas, Kol suele ser... un poco tóxico.
—Creo que no es tiempo de hablar sobre Silas, no ahora, Elijah —responde Freya con seguridad en su tono de voz—. Por favor, continúa con tu historia, Stephanie.
—Cuándo Stefan desapareció por culpa de Rayna, Bonnie tuvo también que desaparecer por culpa de Los Hombres de Letras. Por alguna razón, ellos la querían para algo. Esos hombres y mujeres, claro, no se andan con juegos —explico con seriedad—. Bonnie tuvo que hacerlo sí o sí. Además, le dijeron que era posible revivir al amor de su vida, entonces, ella no lo dudó. Bonnie aceptó el trabajo con Los Hombres de Letras, y ellos le dieron a Enzo.