Capítulo 45:
El encuentro
STEPHANIE SALVATORE
Observo las grandes hectáreas de tierra que están alrededor de la casa, mientras trato de distraer mi mente de la larga noche que hemos tenido y de los últimos cinco años de sufrimiento para todos nosotros. Me gustaría compartir este tiempo con mi amiga, Hope, pero sé que no puedo hacerlo, todo será a su tiempo.
—¿Cuál es el retraso? —pregunta Kol mientras nos sirven el desayuno—. Muy bien, rescatamos a Hope, escapamos de un peligro mortal. ¿Por qué no estamos en un jet privado hacia Paris? —Le quita a Elijah su periódico y lo pone lejos de él—. Puedes ponerte al día sobre los últimos cinco años cuando estemos de camino... Te aseguro que lo importante que ha pasado ya nos lo ha dicho Stephanie.
—Y es por eso que me pregunto cómo puedes pensar en jets privados y todo después de lo que ella nos ha contado —le dice Elijah.
Suelto un suspiro de mis adentros al escuchar todo lo que está pasando. Ellos siempre están discutiendo de algún modo u otro. No hay forma de verlos tranquilos y hablando como… No importa, ya he visto esto con mi padre y Stefan.
—Por lo mismo, deberíamos encontrar formas de recompensar el sufrimiento que Steph ha tenido —le responde Kol con seguridad—. Hacer que se olvide del dolor y la perdida para que pueda continuar.
—Estoy de acuerdo en que debemos pensar en lo que Stephanie necesita de nosotros, es lo menos que le debemos por todo lo que hizo —le dice Bex—. Pero también tenemos una sobrina, que es mejor amiga de Step.
—Kol tiene razón —dice Freya—. Tenemos que poner océano entre nosotros y los Ancestros lo antes posible.
Kol y Freya tienen razón. Hay que hacer todo lo posible para que los Ancestros no nos encuentren, bueno, que no me encuentren.
—Hoy no vamos a ir a ningún sitio —sentencia Kol con una pequeña sonrisa—. Debo hablar con mi pareja a solas... Además, quiero un día de tranquilidad con mi dulce Step antes de mudarnos.
—Cualquier retraso es un riesgo —le asegura Freya.
—Un día —sentencia Kol—. Estamos en medio de la nada, mi dulce Step, se encargó de que la casa estuviera protegida, nadie nos siguió, y no estoy preguntando.
La puerta de la entrada se abre y sostengo la mano de los pequeños mientras los Mikaelson salen al porche para reunirse con todos nosotros.
—Miren quiénes se han despertado —dice Bex detrás de mis hermanos mientras ellos nos miran algo cohibidos.
Los Mikaelson se levantan y los miran detenidamente con una leve sonrisa y lo entiendo... Mis hermanos, al ser niños han crecido mucho en estos años, son hermosos, sanos y... Es todo y mucho más a como siempre he imaginado esta maravillosa escena, aunque siempre estaba mi mejor amiga.
Kol se acerca a mis hermanos, entonces, acaricio sus cabellos para darles tranquilidad.
—Hola —murmura cuando se detiene frente a ellos.
—Hola. —Le sonrío.
Ellos miran a los Mikaelson detenidamente y después se giran hacia mí.
—¿Hermanita, podemos ir a jugar al jardín? —me pregunta.
—Claro —le respondo, y la sonrisa de Kol se borra.
Los chicos me miran y le doy una leve sonrisa tranquilizadora antes de soltarlos para dejarlos ir. Los observo alejarse y me ordeno a no ir tras de ellos sin importar cuanto quiero hacerlo.
Kol se detiene a mi lado y aunque no me toca ni me dice nada... sé que me está demostrando su apoyo.
Observo a Kol mirar a los pequeños a lo lejos mientras pintan con las pinturas que traje para ellos. Los niños, mis hermanos, ya no tienen meses y ahora tienen modos diferentes de divertirse.
—¿Qué cosas horribles le dijiste a esos pequeños o fueron tus padres? —me pregunta al sentir mi presencia. Voltea a verme y todo mi cuerpo reclama por él—. Sabes que no voy a morderte, ¿no? Al menos, no frente a los niños.
Su mirada sobre mí se intensifica y mi mundo cae rendido a sus pies.
—Sé que debemos hablar, pero aún no estoy lista —le confieso con sinceridad—. Así que puedo irme hasta estarlo o puedo quedarme y ayudarte a acercarte a mis hermanos.
—¿Tiempo muerto? —me pregunta, y asiento mientras los recuerdos regresan a mí.
—Le contó que eras un vampiro original, como lo eran tus hermanos, pero claro... les dijo que eras más fuerte que cualquier vampiro. —Me acerco a él mientras regreso a su pregunta inicial—. También les dijimos que eres muy mayor y tus hermanos también. Aparte de eso, tienen cinco años... podemos esperar para compartir los detalles sangrientos. No quiero traumarlos de por vida, ¿no crees? —le pregunto sin poder dejar de sonreir como si se tratase de una niña pequeña.
—Bueno, alguien debe haberme denigrado —gruñe, pensando la vez que casi asesina a Jer y Elena, imagino que se trata de ese día—. Quizá ese maldito de tu tío, Jeremy.
—Detente —le ordeno—. Hemos pasado cinco años protegiéndolos de todo, incluyendo todas las historias de terror sobre ustedes que se rumorean. No conocen tu historia, ni la de tus hermanos... Lo que saben es que proteges a tu familia, sin importar lo que pase.