The Vampire Diaries: Love Sucks [3]

CAPÍTULO 54

Capítulo 54:

Un plan

Davina

Una sonrisa se apodera de mis labios al saber que es tiempo de hacer algo. Ya hemos estado dormidos por mucho tiempo, hay que empezar a despertar de una vez por todas.

—Escuchen —ordena uno de los Ancestros al grupo reunido frente a él—. Durante cinco años hemos tenido una tregua. Nos hemos mantenido fuera de los asutnos de los demás. Cada uno a lo suyo. Pero ahora, sus problemas se están convirtiendo en los nuestros. Alguién se está llevando a los cazados. Como saben, tengo una norma no negociable: no nos manchamos las manos, salvo a los que debemos matar.

>>Ahora, han visto que Hope y los Mikaelson se han marchado. —Señala una pared frente a él—. Alguien de aquí sabe quién es el responsable. ¿Cierto? Así que simplemente denme un nombre.

Quiero hablar, pero sé que no serviría de nada. Este Ancestro es uno de los más viejos y no se va a rebajar con alguien tan nueva como yo.

—¡No te debemos nada! —le dice una mujer, quien sostiene la mano de su hija con fuerza mientras camino hacia ellos y veo una especie de serpiento o dragon en la pared—. ¡No eres amigo de las brujas!

Alzo ambas cejas al escuchar lo que dice la mujer. Sé que está muy equivocada al respecto, este Ancestro sí es amigo de los brujos, ya que es uno de nosotros. Solo los brujos pueden llegar a convertirse en Ancestros y aquí estoy siendo uno de ellos. Por supuesto, me hubiera gustado vivir de un modo diferente y hacer cosas distintas, pero no puedo cambiar lo que soy. Debo aceptar que todo está cambiando y eso no me agrada; sin embargo, solo queda seguir adelante con lo que venga.

—No confías en él. Lo entiendo —digo y todos me miran—. Pero uno de esos fugitivos era el amor de mi vida... Un día determinado morí, pero él se encargó de superarme y ahora está con una chica Salvatore y… —Hago una mueca con mis labios—. Yo capturé a Hope y los Mikaelson para algo. —Me detengo frente a ella—. Ahora mismo, no me importa el pasado; sin embargo, ustedes o alguien que conocen ha arruinado todos los planes de los Ancestros. ¿Por qué? —pregunto alzando una ceja—. Es necesario que me digan quién liberó a los prisioneros.

Ella acerca a su hija contra su pecho y respira hondo.

—Hay una chica llamada Elizabeth —dice después de unos segundos de silencio, y yo miro a mi acompañante—. La vi ayudando a sus amigos para salvar a esos prisioneros.

Sonrío al ver que la gente comienza a cooperar, eso es lo único que necesitamos en este preciso instante. Ni más ni menos.

—¿Dónde puedo encontrar a esa bruja? —le pregunto con seriedad.

La mujer me mira extrañada y niega con la cabeza más de una vez.

—Ella no es una bruja como ustedes —me asegura sin dejar de ver mis ojos—. Es de otra especie. Un vampiro. Huyó a otro lado.

Asiento y me alejo de ellos. Siento a mi acompañate llegar a mi lado para seguirme.

—¿Quién es esa tal Elizabeth? —Alzo ambas cejas.

Mi acompañante examina el perímetro y luego me mira de reojo.

—La amiga de Stefanie —responde.

—Sus padres fueron sabios, siempre escribieron Stephanie para confundirnos. —Niego más de una vez—. Pero eso se terminó, ya no somos débiles y confundirnos será más complicado.

—Igual, ya sabemos lo que va a sucederle —comenta él con seriedad en su tono de voz.

Una sonrisa amplia se apodera de mis labios al escuchar a mi amigo.

—Muy cierto, esa niña caerá —anuncio con dramatismo—. Ahora busquemos a nuestra amiguita hereje.

—¿Es una hereje? —se atreve a preguntar.

Al parecer sí, ya que la mujer había dicho que la chica que había estado ayudando era una vampira y, al parecer, bruja.

—No lo sé, por ahora puede ser que lo sea. No lo sabremos hasta que la veamos.

Él hace una mueca con sus labios.

—No me agrada no saber —comenta con seriedad—. Hay que saberlo antes de ir por ella.

Suelto una risita divertida al oírlo y luego niego.

—Nadie dijo que iríamos por ella. Ahora eso no es lo que importa —le recuerdo—. Lo importante es que Stefanie vendrá sola a nosotros. No tendremos nada que hacer.

—¿Tú crees que lo hará? —cuestiona alzando ambas cejas—. ¿No la harán cambiar de opinión?

Me encojo de hombros al escuchar su pregunta.

—La harán cambiar de opinión, pero ella sabrá que hacer. Es una Salvatore —comento con seriedad—. No me gusta aceptar lo que diré, pero los Salvatore harían lo que fuera por su familia, es una de sus características.

Él hace una mueca.

—Lily no era así —me recuerda—. Y su esposo menos.

Asiento para darle la razón. Eso es verdad, pero sus hijos darían lo que fuera por su familia y Stefanie es idéntica en ese aspecto.

—No te preocupes, ella vendrá.




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