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Abrí la puerta del coche para ver lo que había sobre el auto, pensé que sería un ¿oso? No, en estos bosques no hay oso. Al ver hacia el techo del auto divisé un lobo gris de que era casi de mi tamaño, tenía cicatrices de color azul eléctrico por todo el cuerpo. Me asusto verlo, ya que jamas había visto un lobo haci. Este bajo del auto y al verme a un metro de distancia de el me gruño, yo solo me acerque paso a paso a el. Amaba los animales, y no se porque, pero tenía el presentimiento de que no me haría daño.

─ Tranquilo grandote, no te haré daño ─ Sonreí al ver los ojos azul marino del lobo, eran muy bonitos. Me acerque más a el hasta quedar a pos centímetros de el y acaricie su cabeza. Si, estaréis diciendo ¿Quien carajo acaricia a un lobo? Pues ya dije, amo a los animales y solo sabía que el no me haría daño.

Note unas pequelas cicatrices en su pecho que decía "Jungkook" y suponía que ese era su nombre. Me lamió la cara sacándome una agradable sonrisa, jamás me había acercado a un lobo, y son muy lindos.

─ ¿Tienes familia? ─ Le respondí, no se pero tenía esperanza de que me respondiera. El me miro cómo si entendiera ─ Al parecer estás solo ─ Escuche unos aullidos lejos del lugar y al parecer el dio unos pasos hacia atrás, cómo si esos aullidos lo estuvieran llamando y el no quisiera ir. Y ahora me pregunto, ¿como sería tener a un lobo de especie desconocida en casa?

[...]
 

Desperte sintiendo un bulto en la esquina de la cama ¿es un ladron? Ahora que recuerdo, yo había dejado dormir a Jungkook en el patio y el bulto que había en la cama parecía una persona. Vi una melena de color castaño salir de aquellas sabanas, ¡era un chico! Por cierto, muy guapo... ¡Pero estaba desnudo!

─ ¿Qui-én eres? ─ Tartamudee al ver al chico sentado en la cama cubriéndose con las sabanas.

─ Emm... Soy Jungkook, me trajiste aquí ayer ─ Mostró una bonita sonrisa.

─ ¿Me estas tomando el pelo? ¿Eres un asesino o algo por el estilo?

─ Si fueraun asesino ya te hubiera matado ─ Eso me causó escalofríos ─ Creelo o no, soy un licantropo.

─ Si, claro y los vampiros existen ─ El me miró con los ojos entrecerrados ─ No le digas...

─ Créeme, todos viven en un mundo de fantasía que ni se pueden esperar que los cuentos de hadas sean reales, Elizabeth.

─ ¿Como sabes mi nombre? Esta conversación es algo rara...

─ Ah, pues ─ Este rasco su nuca sin saber que decir ─ Yo te conocía antes, pero debes averiguarlo por ti misma.

─ Emm, te traete algo de ropa, no puedes andar como Zeus por toda la casa ─ Note un pequeño color carmesí en sus mejillas y rei por eso, salí de la habitación hasta llegar a la habitación que era de mis padres. Deje los malos recuerdos de un lado y tome algunas prendas que eran de mi padre. Al volver a la habitación se las dejé a Jungkook y salí de la habitación para que se cambiará.

Unos minutos después el salió de la habitación y bajó las escaleras hasta quedar a mi lado en la cocina. La ropa le quedaba espectacular, pensabaque le quedaría mas ancha.

─ Dime la verdad ¿me conocías antes ─ Pregunte de repente.

─ Si. Pero para que lo entiendas y sepas que no soy un acosador. Tu eres mi mate, mi otra mitad.

─ ¿Otra mitad? ¿Que significa eso?

─ Te daré dos términos, el primero es que cada alfa de la manada siempre tiene a su otra mitad que sería siendo su pareja, como el hilo rojo, siempre estás destinado a alguien. Y lo otro es, hace millones de años, los humanos fuimos creados con 4 brazos, 4 piernas y 2 cabeza, pero como Zeus pensaba que seriamos más poderosos, los separó dejándonos como somos en la actuealidad, y el chiste es que debemos encontrar a la persona que seria nuestra otra parte.

─ Wao, eso no lo sabía ─ Sonreí recogiendo mi cabello en una coleta ─ En teoría, ¿estamos destinados a estar juntos?

─ Si, en teoría ─Sonrió
 

[...]
 

Pasé un rato hablando con Jungkook, hasta que se escucharon unos toques en la puerta principal. Me levante del sofá llegando a el frente de la puerta. Y la abrí dejando ver la enojada cara de Chanyeol. Apenas pude hablar y el estampó su mano contra mi mejilla dejando esa sona roja.
 

─ ¿Por qué mierda te fuiste sin decir nada ayer?

─ Debería pregúntate yo, ¿como eres tan descarado? ─ Levanto la mano pars volver a darme pero algo lo detenido, y ese era Jungkook.

─ Ni se te ocurra tocarla, Chanyeol, ya le haz echo mucho.

─ Vaya, Jeon ya llego en busca de su princesita ─ ¿De que estaban hablando?

─ Ese no es tu problema ─ Hizo cara de desagrado y le cerró la puerta en la cara.

─ Ustedes...?

─ Si, ya nos conocíamos. Pero no es momento de hablar de eso.