The Young

Capítulo 31

Parte 1

Nerida Hardy y Rungen habían llegado en el último momento.

Si tan solo hubiera demorado un solo segundo, todo hubiera acabado para Elma.

—Tsk.

Jordanus chasquea la lengua al ver que dos personas más ingresaron al campo de batalla.

El hombre que lo había atacado no muestra temor, y con una postura baja se prepara para la pelea.

Entre dientes, Jordanus dice.

—Esto comienza a irritarme demasiado. No creí que el demonio blanco atacaría tan descaradamente por la espalda a un oponente sin ningún arma. ¿No estas siendo un poco irracional?

—¿Irracional?

—Intentar asesinar a alguien por la espalda, es lo peor que podría hacer un caballero.

—La caballerosidad ya ha muerto para mí. No necesitas preocuparte por eso. Deje de ser el caballero de Zarazor hace muchos años y abandone esa posición junto con mi orgullo de caballero del reino. Y aunque me pidieron que siguiera con esa posición, mis ambiciones eran más importantes para seguir portando el traje blanco.

 Cualquier persona que había portado una espada jurando lealtad al país, podría ver este acto como algo irrespetuoso para su propio orgullo y algo totalmente deshonesto e inaceptable. Pero este no era el caso para Rungen, aunque el haya sido uno de los caballeros más fuertes de su época, había abandonado ese orgullo y el sentido correcto que tenía un caballero. Si lo ponemos en simples palabras, el solo sería un…

—No soy más que un desertor orgulloso del país guerrero Ironfort.

—Ya veo.

Basta decir, que tan solo escuchar el nombre de ese país era suficiente para que cualquier Goblin sobreviviente de la guerra sintiera su sangre hervir.

—¡Entonces solo tengo que acabar contigo!

—¡Rungen ten cuidado! ¡Ese monstruo es capaz de crear un vapor venenoso capaz de desintegrar el cuerpo de una persona con tan solo tocar tu piel!

Elma ya había sufrido el daño de ese poder destructivo. Su brazo completo fue devorado en tan solo un instante por ese ataque venenoso.

—¡No te confíes en su apariencia! ¡Jordanus por alguna razón es inmune al dolor y no se limitara a usar toda su fuerza por haber sido tan solo apuñalado, acabalo de una vez por todas!

Pero cuando dijo eso, Jordanus ya estaba concentrando su propia fuerza.

—Ya es tarde.

Hubo un tremendo rugido, el Goblin rechino sus dientes. Miró al guerrero ante él, y concentro toda su fuerza en su mano derecha.

—¡Los destruiré a todos!

Esa era su sentencia de muerte. Solo tenía que levantar su mano derecha y su poder se encargaría de todo. Los cuerpos serian borrados por completo y jamás serian enterrados apropiadamente como guerreros muertos en batalla. Era un final tan horrendo donde no sabías si tu alma descansaría en paz.

Sin embargo, nada paso.

—¡¿Qué?!

Jordanus no sabía que lo había sucedido.

Elma ni siquiera entendía lo que estaba viendo.

Ciertamente la mano de Jordanus estaba envuelta por un aura morada intensa. Era como si tuviera un gran poder envolviendo su mano a punto de ser liberado sin misericordia.

Pero aunque ese poder se estuviera intensificando más, su brazo no respondía.

—¡¿Qué está pasando?!

—Al parecer en verdad no sientes el dolor por lo que no te has dado cuenta, observa tu hombro derecho.

Entonces Jordanus volteo su mirada hacia hombro y vio como una cantidad abundante de sangre comenzaba a salir de la herida causada por el ataque de Rungen.

—¿Qué?

La hemorragia parecía nunca terminar, no dejaba de desangrarse. Su brazo comenzaba a tener un color extraño, Sin embargo, en contraste con esto, Jordanus no parecía sentir ningún dolor. Pero era evidente que algo no andaba bien.

 —Quizás para ti que no sientes el dolor mi acción no fue más que un ataque al azar. La última vez que nos enfrentamos no poseías esa capacidad tan incomprensible, pero incluso si existe una habilidad como esa no podrás ignorar el hecho de que tu cuerpo sigue siendo de carne y hueso.

El rostro de Jordanus se contrae de la rabia.

—¡T-Tu!

—He cortado una arteria, así que no te sorprendas si tu brazo ha dejado de moverse.

Los Goblins pueden ser oponentes duros incluso para los caballeros del reino. Las personas comunes no eran más que piedras en el camino.

Personas débiles y frágiles, que con solo un simple golpe terminarían con los huesos rotos o seriamente lastimados.

Y esta vez, un simple ataque directo a un punto exacto, hizo que Jordanus de la Toxina pierda por completo la sensación de su brazo.

—Qué es esto…¡¿Te atreves a burlarte de mí?!

De repente, Jordanus de la toxina arranca su brazo desde la zona donde ocurría la hemorragia. En el siguiente instante, un nuevo brazo crece por segunda vez.




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