CAPITULO 24

· THEODORUS- Se trata de... el cuadro ... de los campos de trigo... ¿Recuerdas cuando me preguntaste al respecto, MC? ¿Por qué no me lo llevé conmigo?

· MC- Sí...

Recordé la noche del incendio.

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MC- Sin embargo, hay algo que no entiendo.

THEODORUS- ¿Qué?

MC- Si sabías que existía el peligro de que le hiciera algo a las pinturas, ¿por qué dejaste la de los campos de trigo?

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(Siempre había pensado que era extraño que Theo dejara una pintura tan importante allí)

Miró a lo lejos, dejando escapar un suspiro.

· THEODORUS- Sabía que nunca más podría volver a esos días... Así que ya no quería recordarlos. En aquel entonces, nos encantaba el arte y era tan simple como eso.

· VINCENT- Theo...

Tal vez ese paisaje en la pintura simbolizaba la felicidad de Theo... una felicidad que pensó que nunca volvería a tener.

· THEODORUS- Traté de olvidarlo tantas veces. Pensé que sería más fácil si lo tiraba... Pero no funcionó.

Theo sonrió débilmente, una mirada de resignación cansada en su rostro. A pesar de que no había lágrimas corriendo por su rostro, se sentía como si estuviera llorando por dentro.

· THEODORUS- Me sentí tan aliviado cuando vi que habías salvado la pintura del fuego... Se sentía como si hubieras guardado nuestros preciosos recuerdos junto con él.

· MC- Y lo haría una y otra vez si tuviera que hacerlo, porque...

Miré a Theo, buscando las palabras correctas.

· MC- Quería ayudar a proteger las cosas que son preciosas para ti, Theo.

Parpadeó hacia mí con sorpresa y luego sonrió.

· THEODORUS- ... Siempre has sido así.

· MC- ¿Qué?

· THEODORUS- Siempre has creído en mí y me has apoyado. Eh... Hay algo que olvidé... para decírtelo.

Comenzó a jadear más fuerte de nuevo, forzando las palabras entre respiraciones irregulares.

· THEODORUS- YO...

Pero eso fue lo más lejos que llegó antes de cojear en mis brazos.

· MC- ¡Theo!

· VINCENT- ¡Oh, no! ¡tenemos que sacarlo hasta aquí!

Quería ayudar desesperadamente, pero ahora que Theo estaba inconsciente, simplemente no era lo suficientemente fuerte como para apoyarlo, incluso con Vincent.

(¡Si no hacemos algo rápido, Theo lo hará...!)

Justo en ese momento...

· SHAKESPEARE- Por favor, permítanme ayudar.

· MC- ¿Qué?

De repente, Shakespeare emergió de los árboles, cambiando de lugar conmigo y deslizando el brazo de Theo alrededor de su hombro.

· MC- ¿Qué estás haciendo aquí?

· SHAKESPEARE- Yo simplemente estaba de paso.

(¡Sí, cierto! ... ¡Pero este no es el momento de preocuparse por eso en este momento!)

· VINCENT- Gracias, Will.

· SHAKESPEARE- No hay necesidad de agradecerme. Sobre todo porque acabo de presenciar una actuación tan espectacular.

· MC- ¿Disculpe?

De repente, la cara de Theo se torció de dolor mientras Vincent y Shakespeare lo sostenían.

· THEODORUS- Nngh...

· VINCENT- ¡Theo, aguanta ahí! MC, ¿irás a buscar ayuda? Ve al Conde y cuéntale lo que pasó. Hay un médico que nos trata a los vampiros. Él puede conseguirlo.

· MC- ¡De acuerdo!

(El Conde dijo que venía a la exposición, ¡así que todo lo que tengo que hacer es correr de regreso por el bosque!)

Oré para que estuviera en el parque cuando llegara allí. Miré a Theo antes de salir a correr.

· MC- ¡Espérame, Theo! ¡Volveré tan rápido como pueda!

(Todavía hay tantas cosas que quiero decirle y tantas cosas que quiero hacer con él)

Corrí ciegamente por el bosque, sin importarme si mi cara estaba azotada por ramas o si tropezaba con rocas en el camino. Mi pensamiento singular era salvar a Theo.

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Afortunadamente, el Conde estaba allí y le expliqué todo. Pudo ayudar a Vincent y Shakespeare a llevar a Theo a la casa del médico para que pudiera ser tratado. Pero tan pronto como llegamos allí, me di la vuelta y vi que Shakespeare se había escapado. El médico estuvo con Theo durante horas antes de que supiéramos de él. Finalmente, en medio de la noche, nos permitió ir a visitarlo.

· MC- Conde, ¿está bien Theo?

El Conde había estado en la habitación con el médico todo este tiempo, pero se volvió cuando me escuchó y sonrió.

· SAINT-GERMAIN- Sí, no te preocupes. Los vampiros sanan rápidamente, así que estará bien. Especialmente porque le diste tu sangre. Debería despertarse pronto.

Me sentí tan aliviada cuando vi que Theo respiraba pacíficamente en la cama, mis rodillas se debilitaron y me derrumbé en el suelo.

(¡Está vivo...! Gracias a Dios...)

Cerré los ojos y suspiré. Hoy se había sentido como el día más largo de la historia.

· DOCTOR- Un humano normal habría muerto a causa de sus heridas, por supuesto.