Theria Volumen 0.0: El niño de cabello violeta

El legado del demonio

—¿Que? Eh... ¿Que? —pregunto Kein, aturdido.

—Para ponerlo de forma simple —respondió Delien, mirando a Kein con intensidad—, eres lo que se denominaría un semidiós, es por eso que tienes la capacidad de usar magia arcaica o en otros términos, magia para alterar la realidad. Tú capacidad para usar magia espacial, por otro lado, fue puesta en ti por Aurien como un experimento para comprobar sus efectos en un cuerpo extraño. ¿Porque? No lo sé.

—Pero no te vayas a creer mucho —intervino Veli, sonriendo con ironía y dejando expuestos sus largos colmillos—. Debido a que no naciste de ella, tú poder es muy inferior al de sus otros hijos. Y esta contaminado, por eso nació aquella bestia. Creo que hemos de agradecer que alguien sello la mayor parte, de otra forma aquella cosa hubiese sido mucho mas poderosa y feroz.

—¿Qu-que quieres decir con eso? ¿Porque me... Hicieron?

Generalmente creería que le estaban gastando una broma o era una treta para lastimarlo, por lo que debería estar incrédulo ante sus palabras. Pero aquella cosa que salio de su sangre había sido muy real, la única forma de no caer desmayado por lo ilógico de los acontecimientos era seguir preguntando, intentando informarse, tal vez así podría asimilar mejor las cosas.

—De nuevo, no me gustaría decirte esto —suspiro Delien—, pero tú fuiste creado simplemente por diversión del pensador. Sin embargo, y contrario a lo que él pensaba, alguien encontró una utilidad a tu existencia.

En ese momento Sen, el guardia, coloco delante de Kein una taza con un liquido café. El chico lo bebió con cautela, pese a su aspecto, sabía muy bien y lo ayudo a calmarse un poco.

—¿Te gusto? Delien lo llama chocolate —dijo Den, sonriendo, y se sentó en una de las sillas con otra taza. No llevó nada para los demás, lo que ocasiono una mirada de disgusto en Veli.

—Continuemos —dijo Delien, cortante. Al parecer también quería una taza—. Niño, ¿conoces la historia de la creación del mundo?

Kein negó con la cabeza.

—Bien, entonces te lo resumire lo más que pueda.

"Este mundo fue creado por cuatro dioses pilares: Siel, ama de la vida, Laus, señora de la muerte, Gurie, maestro de los elementos y Vordove, gobernante del tiempo y el espacio. Hace milenios hubo una... digamosle riña, entre ellos. Aquella trifulca termino con Vordove dividido en dos, Siel muerta y los dioses encerrados.

—¿Porque? —pregunto Kein debido a las vagas palabras del hombre.

—Niño, eso no te lo diré, no te incumbe, no puedes hacer nada y explicar como fueron las cosas necesitaría un tiempo que no tenemos porque tus compañeros pronto notificaran tu desaparición, cosa que debemos evitar, no queremos que personas indeseables sepan que estas aqui. Además lo que concierne a ti es a lo que debemos enfocarnos.

"Bien, como sabes, Siel dio forma a la vida —continuo Delien—, para poder guiarla y controlarla ella creo a varios seres primigenios. Estos eran: el dragón azul, Gelliert; la mariposa negra, Feibe; y el murciélago carmesí, Nagesh.

—Antes de morir, Siel les dio una tarea a cada uno de sus hijos—dijo Veli, continuando con la narración—. La tarea del dragón azul es un enigma, pero a la mariposa y al murciélago les encargo vigilar y velar por las razas que habitaban el mundo.

"La mariposa ocuparía el lugar de Laus, guiando las almas de los muertos al más allá, mientras que Nagesh cumpliría la tarea de su madre, ocuparse de loa seres vivos, mantener a las razas nutridas y en armonía.

—Pero entonces fue cuando las cosas cambiaron. —continuo Delien, mientras bebía de una taza de chocolate que acababa de servirse mientras Veli hablaba—. La energía primigenia, o como se le conoce ahora, la magia arcaica, fue contaminada por la esencia de los dioses encerrados, cambiando a las razas en el proceso, transformándolas en lo que son hoy en día. Se adaptaron, evolucionaron.

"Aunque esto Nagesh no lo vio como una evolución, sino como una enfermedad que afectaba a las creaciones de su madre y que debía ser erradicada. Él era el único que podía crear vida y teniendo esto en cuenta, creo una raza que aniquilaría a las contaminadas. A su semejanza, mando a sus hijos al mundo, ellos desataron una masacre que pocas veces se ha visto.

—Sin embargo, esta nueva raza también fue contaminada por la energía divina. —Veli retomo el relato—. A los ojos de Nagesh, se habían vuelto inferiores, pero aún eran controlables. Los usaría para destruir a las otras razas y una vez el mundo estuviera limpio, también se desharía de ellos.

"Esta nueva raza, denominada como las raza demonio, se hizo consiente de lo que su padre quería hacer con ella, así que se opusieron a él.

—Fue inútil, Nagesh podía controlarlos por completo si así lo deseaba y eso fue lo que hizo —continuó Delien—. Durante décadas mando a los que en principio eran sus hijos, en campañas suicidas contra las otras razas. Fue hasta que uno de ellos, liberado momentáneamente del control de Nagesh, pidió ayuda a la mariposa cuando al fin la guerra se detuvo.

—La batalla entre la mariposa, custodia de la muerte y el murciélago, cuidador de la vida, fue encarnizada y brutal. —Veli tomo una libreta que estaba sobre un estante y, mientras hablaba, dibujo a los dos semidioses en medio de una pelea—. Pese a ser hermanos, eran seres opuestos y con un poder similar, por lo que no se contuvieron. La lucha duro décadas y al final ninguno gano, ambos fueron sellados simultáneamente.

"Tras eso, las razas demoníacas fueron liberadas del control de Nagesh y, sabiendo que no iban a ser perdonadas, huyeron al continente mágico, a un lugar donde nadie podía llegar.

"Con el tiempo fueron convirtiéndose en leyenda hasta el punto de que pocos recuerdan a esa raza, sin embargo, siguen vivos y reproduciéndose, bajo tierra y las montañas del continente mágico, su número ahora es mayor que el de los humanos. Soy prueba de ellos.



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En el texto hay: theria

Editado: 17.07.2020

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