This isn't another Fantasy Storybook.

Prólogo.

En un pequeño pueblo, donde preferían estar sin tecnología, se encontraban en un grupo de amigos, o más bien guerreros que ansiaban por derrotar a todos los oponentes que el gran maestro Terré les ordenaba.

Fueron entrenados desde muy pequeños para convertirse en guerreras y guerreros; el gran maestro Terré, cabeza de todo el campamento Massimar, entrenó personalmente a sus cinco guerreros: Adara (belleza), Theron (Cazador), Sander (Protector), Athan (inmortal) y Cressida (Oro). Estos hijos de pueblerinos, que tuvieron la maravillosa oportunidad de entrar al campamento gracias a sus destrezas y el conocimiento que tienen.

Todo comenzó cuando el gran maestro Terré caminaba por el pueblo Helms, de Brownland un país cerca de Italia; cuando se encontró con un grupo de seis niños gritando y moviendo espadas de cartón con mucha agilidad.

- ¡Ah! No es justo Theron - gritaba la pequeña Adara o Adi, como todos la llamaban, quien hace unos segundos cayó al piso tras ser atacada por el mencionado. El niño sentía orgullo por poder derrotar a su contrincante, tanto así que no vio venir a Adi, quien lo empujaba al piso.

-Niños, niños. - decía el maestro. - No peleen así, se pueden lastimar.

Los niños voltearon al escuchar la voz del maestro Terré, sorprendidos con los ojos como platos y la mandíbula por el suelo, los dos niños se acomodaron, con el resto de sus amigos, uno al lado de otro, mirando con fascinación al gran maestro que aparecía en los carteles, que veían a lo lejos ya que sus padres no podrían pagar una membresía tan cara como la del campamento.

- ¿Les gusta el combate? - los niños se miraron entre sí y después todos clavaron su mirada en Cressida, la más astuta de los seis.

-Si, gran maestro, nos encanta el combate. - la pequeña Cress, como le dicen sus amigos, le brindó una gran sonrisa, con sus dos dientes faltantes, al gran maestro.

- ¿Cuantos años tienen muchachos? - el gran maestro sentía curiosidad acerca de estos niños, ya que por lo que vio se veía que tenían un gran futuro como guerreros, pero por cómo vestían se veía que no tenían dinero para pagar la membresía.

Los pequeños empezaron a hablar uno por uno, diciendo su edad y sus nombres, tal como le enseñaron sus padres. Comenzó Adara, la más pequeña de todos. -Yo me llamo Adara, pero me dicen Adi y tengo seis años. - podría ser la más pequeña, pero sin duda era la más ágil. Ella resaltaba entre los demás porque era la única pelirroja de ojos azules que habitaba en el pueblo, junto con su madre, tenía pecas y siempre sonreía.

Le siguió Cressida. -Yo me llamo Cressida y tengo siete años. - dijo la castaña de ojos verdes, era considerada la más astuta de su pequeño grupo ya que ella prefería pasar sus mañanas leyendo y aprendiendo cosas nuevas que salir a jugar con sus amigos ya que estaban en las semanas de descanso que les otorga el colegio.

-Yo me llamo Theron y tengo nueve años, ellos son mis primos Athan y Sander, son mellizos y tienen ocho años. - Theron era el mayor de todos, al igual que Zora, él tenía el cabello negro y los ojos marrones, sus primos tenían el cabello rubio, lo que los diferenciaba eran sus ojos, Sander tiene los ojos grises y Athan los tiene azules.

Y por último se presentó Zora (Amanecer de Oro). – Yo soy Zora, y tengo nueve años. – Ella era la más alejada de sus amigos, a pesar de que sus padres son tan amigos, ella no siente lo mismo por sus compañeros, sólo los acompaña ya que su hermana es Cressida; son casi iguales solo que Zora tiene los ojos marrones.

Zora prefiere pasar sus días con amigos de alta clase, esos que viven cerca de la barrera que divide el pueblo, de la gran ciudad, que asisten al mismo centro de educación. Lo único que diferencian a los pueblerinos es cuánto dinero lleguen a tener, y todo eso se ve en la tela de sus ropas, en la fachada de sus casas y los lujos que se puedan permitir.

Una vez se presentaron todos, el gran maestro les pidió que siguieran con su batalla; era el turno de Theron y Cressida. - Suerte, Cress. – Esta le desea lo mismo; lo niños comienzan la pelea, moviendo en círculo y de vez en cuando dando falsos ataques, Theron no contaba con que la pequeña había adquirido nuevos movimientos una semana atrás, por lo que es sorprendido con la espada de Cress bloqueando su espada y la mano de esta tomando su brazo para derribarlo al piso.

Theron a pesar de haber sido derribado dos veces sonríe con orgullo, ya que las más pequeñas del grupo han aprendido bien. El gran maestro Terré se sorprende también, ya que es un truco que al le tardo mucho aprender y ver a la pequeña hacerlo con tanta agilidad le roba las palabras. El gran maestro no pierde el tiempo y les pide a los niños que lo lleven a sus casas, quiere proponerles un trato a sus padres; los niños dudosos pero obedientes lo hacen y todos caminan en silencio hacia la casa de Adara, donde se encuentran todos los padres.

El pueblo es pequeño, con casas de ladrillo, madera y piedra; tiendas recurridas por los pueblerinos y caminos anchos de tierra con carros antiguos que todavía fabrican en el pueblo; la fuente de Zeus es la única que llama la atención en todo el pueblo, esta fue construida por los padres de los niños hace años, por lo que quien era el Rey del pequeño pueblo, en su momento le hizo una recompensa, creándoles una zona exclusiva para las Familias de estos.

Los padres de los niños se sorprenden al ver a un hombre de tan alta clase caminando a un lado de sus hijos, quienes eran simples pueblerinos, la madre de Adara y dueña de la casa se apresura a disculparse ante el gran maestro Terré por el comportamiento de sus hijos, ya que esta piensa que es imposible que alguien de clase alta venga con seis niños para traer buenas noticias.

-Oh gran maestro Terré, en mi nombre y en nombre de mis amigos le pedimos disculpas por la actitud de nuestros hijos. – Los demás padres fascinados se colocan detrás de Maxinne, haciéndole señas a sus hijos para que se acerquen a ellos, pero el maestro los detiene.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.