Thriller_dearhs

OUTING

CAPÍTULO 6 — EXCURSIÓN

Una semana después.

Vuelvo a encontrarme absorta en mis pensamientos, perdida en ese laberinto de preguntas que no llevan a ningún lado.

Estoy tratando de hallar una pista, algo que me diga, qué es lo me está sucediendo, algo que me ayude a encontrar a mi asesino.
Es absurdo —ridículo, incluso— intentar descubrir a un maniático que ya me ha matado cinco veces.

Si repaso todo lo ocurrido desde el principio hasta la semana pasada, todo resulta inútil. No tengo nada.
Ni una sola pista.
Y lo peor de todo es que no sé cuánto durará esto… o si alguna vez terminará.
¿Será mi destino morir una y otra vez sin explicación?

¿Pasaré el resto de mi vida en este horrible bucle?

Preguntas como estas se repite en mi mente:
¿Habrá otros como yo?

¿Otros atrapados en este mismo infierno?

¿Y si alguien ya logró escapar?

¿Y si alguien descubrió quién era el loco —o la loca— responsable de todo?

Preguntas sin respuestas, que solo sirven para desgarrar más mi cordura.

—Nos vemos mañana, peque.

—Hasta mañana —respondo con una sonrisa cansada. Estoy por girarme cuando Lara me toma de los hombros. Me mira con detenimiento, como si buscara algo en mis ojos una señal de que algo no anda bien.

Y lo cierto es que nada anda bien.

Estas semanas han sido un caos. Apenas duermo; las madrugadas se convierten en tormentas de recuerdos. Cada vez que cierro los ojos, vuelvo a ver mi muerte. Y después de eso, el sueño se me esfuma.

Mi rostro está demacrado, la piel pálida, los ojos hundidos, con ojeras remarcadas. Ella lo nota. Cada día me cuesta más fingir que estoy bien.

—Hey, intenta dormir, ¿okey? —me dice con voz suave.

Le sonrío y asiento, solo para tranquilizarla. Sé que ella también está pasando por un mal momento con la separación de sus padres, y no quiero añadirle más peso.

—Mañana será un gran día, peque.

—Está bien, no te preocupes. Prometo que dormiré bien.

—¿Lo prometes? —pregunta, alzando una ceja.

Asiento otra vez. Lara acorta la distancia entre nosotras y apoya su frente contra la mía. Es nuestra forma de sellar una promesa. Luego deposita un beso en mi frente y sonríe.

—Okey, no puedes faltar a tu promesa.

—Lo sé, mi “amiga” es del FBI no me lo permitiría. Aunque quisiera, me descubrirías en segundos.

Ríe, y su risa se mezcla con la mía. Durante un instante, todo parece normal.

—Ve con cuidado, ¿sí? Avísame cuando llegues.

—Okey —respondo. Ella me besa la mejilla y se aleja. Yo tomo el camino contrario.

Camino hasta llegar al callejón donde me dispararon hace una semana.
Sujeto con fuerza las correas de mi mochila, inhalo profundo… y echo a correr.

No miro atrás.
Sé que es inútil —correr no me hace inmune a las balas—, pero me da una falsa sensación de control.

Cuando llego a casa, me detengo frente a la puerta. Mi respiración está fuera de control, el corazón me late con violencia. Me inclino, apoyando las manos en las rodillas, y río para no llorar.

—No, Chan… correr no es lo tuyo —murmuro, recordando la frase de Grey’s Anatomy. Suelto una carcajada. Inhalo una última vez, me enderezo y entro a mi hogar. El único lugar donde aún puedo sentirme segura… o al menos fingirlo.

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Al dia siguiente Despierto jadeando.
Otra vez.

Esta vez, me tranquilizo más rápido. Miro el reloj del celular: son las tres de la madrugada. Sé que no podré volver a dormir, así que me levanto, Abro el clóset y saco ropa cómoda. Hoy tenemos una excursión.
Senderismo, Naturaleza y El Aire libre.
Tal vez el bosque logre calmar la tormenta que llevo dentro.

Me ducho, me visto con unos joggers negros y una sudadera verde pasto. Preparo mi mochila: una mudada de repuesto, una botella de agua y muchos snacks. Cuando termino, me dejo caer en la cama, conecto el celular y pongo una película en la laptop mientras espero a que pasen por mí.

Llegando a las seis de la mañana, me llega un a notificación del maestro.

[ Ya vamos por usted, estese pendiente]

Eso es suficiente para que apague mi computadora. Tomo mi mochila y mi botella de agua, salgo de mi habitación y camino a la salida principal. Estando afuera veo el bus a la distancia. Al llegar a mi lado se parquea y me adentro, saludo a mi maestro, al chófer y me dirijo donde están las chicas, se siento al lado de Lara y cuando el bus vuelve a arrancar el maestro aplaude para llamar nuestra atención.

-- Muy bien jóvenes, Justo ahora nos dirijimos al macizo de peñas blancas, les voy a pedir que no se separen del grupo cuando lleguemos, no queremos que allá extraviados, entendido. -- Nos señala y todos decimos a una sola voz.

-- fuerte y claro maestro Criss.

-- Bien. -- Sonrie y vuelve a su respectivo lugar.

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Son las tres de la tarde y resien estamos almorzando.
Nuestro querido profesor Criss —en un acto de genialidad— decidió guiarnos por un sendero que no conocía. Resultado: nos perdimos.
Por suerte, había señal, y pudo llamar a un guía certificado que vino a rescatarnos. Ahora todos se ríen, pero hace media hora todos queríamos enterrarlo vivo.

—Muy bien, chicos —dice Criss, recuperando su autoridad de mentira—, reanudemos nuestro recorrido. Esta vez nos guiará el señor Philit. Si nos apuramos, podremos regresar antes de las seis.

Nos ponemos en marcha. Caminamos durante un buen rato, entre risas y murmullos, y muchos, muchos árboles y aves, luego de un rato llegamos a nuestro destino: un mirador en la cima de una montaña empinada.

La vista es impresionante.
El aire huele a pino y humedad.
Desde aquí se ve la inmensidad del bosque extendiéndose como un mar verde, y a lo lejos, las luces diminutas de la ciudad.



#706 en Thriller

En el texto hay: thriller, death's, greenblack4

Editado: 24.10.2025

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