Thriller_dearhs

GARBAGE.

CAPÍTULO 7 — BASURA

Tres semanas después.

Caminaba hacia mi casa cuando una voz a mis espaldas me detuvo.

—¡Hey! —Gritan.

Me giré y vi a una chica alta, de cabello negro, corriendo en mi dirección. Cuando llegó a mí, se agachó tratando de recuperar el aliento.

—Disculpa, ¿te conozco? —pregunté, alzando las cejas con extrañeza.

Ella me sonrió con timidez y extendió su mano.

—Perdóname por ser tan imprecisa. Me llamo Josseling García.

Apreté su mano, aún sin entender quién era ni por qué me hablaba con tanta familiaridad.

—Sé que no me conoces, y que esto es muy extraño —continuó—, pero… sé quién eres.

—Perdona, pero no entiendo a dónde quieres llegar con esto.

Ella respiró hondo antes de soltar la bomba.

—Yo también he muerto… igual que tú.

—¿Qué? —mi voz tiembla al terminar, Su confesión me deja en shock. No se si eh escuchado bien o quizas la desesperación de encontrar a alguien que sufra lo mismo que yo, me esté haciendo alucinar, asi que pregunto para que ella repita lo que acaba de decir.

La chica sonríe con cierta incomodidad.

—Me gustaría que habláramos. No conozco a nadie más que haya pasado por esto, aparte de ti. ¿Sabes de algún lugar seguro donde podamos conversar sin ser escuchadas?

—Claro… —respondí, aún intentando procesar lo que acababa de oír—. Sígueme.

Ambas caminamos por el callejón. No terminaba de asimilar la situación, pero si existía la posibilidad de que lo que decía fuera cierto, necesitaba escucharla. Quería saber cómo había muerto, cuántas veces, y si ella había logrado entender algo que yo no.

Llegamos a mi casa. Abrí la puerta y me hice a un lado para que pasara. Tal vez estaba cometiendo un grave error, pero algo en su mirada me decía que no mentía. Además, no había otro lugar donde pudiera sentirme segura más que en mi habitación.

—Pasa —le indiqué.

Ella miró a su alrededor con cautela antes de volver su atención hacia mí.

—No te ofendas, pero… dejar entrar a una desconocida a tu casa no suena muy razonable.

—Lo sé —respondí con serenidad—, pero también sé que no tienes malas intenciones. Si las tuvieras, no me habrías dicho eso.

Josseling sonrió y cruzó el umbral.

—Buen punto —murmura, estando adentro.

Cerré la puerta y pasamos por la sala. Saludé a mis padres y les presenté a mi nueva “amiga”. Después de un pequeño interrogatorio por parte de mi padre, por fin subimos a mi habitación, donde nos encerramos. Había traído una botella de jugo de naranja y varios snacks, porque presentía que la conversación sería larga.

Josseling se sentó en mi cama mientras yo entraba al baño a cambiarme por algo más cómodo. Cuando salí, la encontré recostada, mirando el techo. Me acerco con cautela a la mesita de noche, y se gira para verme, levanto sonrió antes de hablar.

—Pensé que estabas dormida —le dije.

—No, sólo pensaba —respondió con una risita juguetona antes de incorporarse.

Me acerco con la bandeja y la dejo en la cama para servir el jugo en dos vasos.

—Bien, ¿por dónde empezamos? —pregunté al ver que no decía nada.

—¿Qué tal un juego de preguntas y respuestas? —propuso.

—Perfecto, tú primero.

—¿Cuántas veces has muerto?

—Seis.

Repitie el número en voz baja y asiente con una mezcla de asombro y tristeza.

—Bien, te toca.

—Está bien… -- me quedo un rato pensativa antes de preguntar. -- ¿cómo me conoces?

—El día que te arrojaron a las vías del tren, yo estaba ahí. Vi cuando te lanzaron.

—¿Viste quién fue? —pregunté con urgencia, (si ella vio quien lo hizo quizás podría denunciarlo y salir de esta pesadilla.)

—No. Cuando intenté seguir al culpable para verle el rostro, me apuñalaron. Al día siguiente, cuando desperté, busqué noticias, notas en periódicos, en redes sociales… cualquier cosa sobre tu accidente, pero no encontré nada. Ahí supe que eras igual que yo. Desde entonces, me obsesioné con encontrarte. -- sonríe haciendo una pequeña pausa y su sonrisa me contagia, cuanto esta lista vuelve a hablar. -- perdona si se escucho mal.

-- No pasa nada. -- asiente y sigue con su relato.

-- Hoy iba camino a casa de mi abuela cuando te vi y te seguí hasta que estuviste sola.

Asentí en silencio.

—Tu turno — digo.

—¿Recuerdas todas las veces que has muerto?

—Sí. Aún me atormentan como pesadillas. La primera vez tú me viste, fui arrojada a las vías del tren. Luego me empujaron por las escaleras en la universidad. Después me apuñalaron en una fiesta, más tarde me asfixiaron en los bastidores de la misma universidad, la quinta vez recibí un disparo en la cabeza, y la última… me empujaron de una montaña.

Un suspiro irónico escapó de mis labios. Sonrio con melancolía y la miro.

—¿Y tú? ¿Recuerdas tus muertes?

Ella asiente, pero antes de responder, la puerta se abre repentinamente. Era mi padre.

—Cariño, tu madre necesita que vayas al supermercado.

—¿Ahora?

—Sí, ahora. Ve en el auto. Puedes llevar a tu nueva amiga. —Nos sonrie y se marcha.

Josseling y yo intercambiamos miradas.

—¿Te importaría acompañarme? —pregunto con timidez.

—Para nada.

Salimos de la habitacion y bajamos las escaleras asta llegar a la cocina donde se encontraba mi madre.

Pasado un rato de charla Tomamos la lista que mi madre nos dia, mi padre me pasa las llaves de su coche, y salimos hacia la cochera. Subimos al auto y enciendo el motor y lo dejo un rato así tal y como mi padre me a dicho. ( Recuerda calentar el motor antes de arrancar) una pequeña sonrisa se me escapa al recordar la forma en que me lo dijo.

Luego de un rato arranco. Apenas tomamos la calle principal, un camión de basura apareció de la nada y nos embistió con fuerza. El auto dio varias vueltas antes de estrellarse contra la acera.

Mi cabeza daba vueltas; el mundo giraba y se desdibujaba. Giré la vista hacia el asiento de Josseling. Detrás de ella, el mismo camión se acercaba otra vez, rugiendo con furia. Sentí el impacto y la manera en la que el auto se volvía añicos.



#706 en Thriller

En el texto hay: thriller, death's, greenblack4

Editado: 24.10.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.