Capitulo 3

Capítulo 3:

Temprano por la mañana, en el campo de prácticas , Madara estaba formando sellos lentamente con sus manos esta mañana había prometido enseñarles ninjutsu a sus hermanos, Izuna y Yumei observaban atentos  los movimientos de su hermano. 

“¡Jutsu, gran bola de fuego!”

Pronto una gran bola de fuego se formó cubriendo casi todo el lago. 

Al ver esta escena ambos hermanos estaban muy emocionados, rápidamente empezaron a formar sellos como los que habían observado, 

Recién estaban aprendiendo ninjutsu, pero hace un año ya habían empezado a refinar chakra solo para este momento, no tardaron mucho, los mellizos terminaron de sellar y al mismo tiempo, formaron una gran bola de fuego, esta era casi del mismo tamaño que la de Madara.

“¡Como se esperaba de mis hermanos!, hermano está orgulloso de ustedes”, Madara felicito alegremente a los mellizos. 

Izuna y Yumei inflaban su pecho orgullosamente. estaban felices por los elogios de su hermano. 

“Entonces ahora hermano les enseñara otros ninjutsu, pero no se olviden de practicar lo uqe les acabo de enseñar”

“¡¡Si, ni-san!!”

Pasaron toda la mañana practicando nuevos ninjutsu junto con su hermano, hasta la tarde cuando Madara tenía una misión.

……..

“Hermano cuidate mucho” Yumei abrazaba pegajosamente a su hermano que salía

Izuna por otro lado, también abrazaba a Madara, “hermano cuéntanos sobre tus misiones cuando regreses”

“No se preocupen, hermano es un ninja fuerte,  les traeré regalos cuando regrese”, 

Madara frotaba las cabezas de sus hermanos suavemente, rápidamente terminó de alistarse y salió con prisa de la casa.

Los mellizos que se quedaron atrás, estaban un poco tristes por la partida de su hermano que no regresaría por varias semanas.

“¡Izuna, Yumei!” llamó a su madre dentro de la casa. 

“¡Si!” 

Ambos entraron a su hogar un poco apesadumbrados. 

Azumi al mirarlos así, sonrió suavemente y los animo

“ya que Madara se fue a una misión, por que no le preparan una sorpresa para cuando regrese, estoy segura que se alegrará mucho cuando vea que hayan mejorado en su práctica”

“¡¿en serio?!”

“¡por supuesto!”

Al escuchar esto ambos se animaron rápidamente, finalmente más motivados corrieron a ayudar a su madre con las tareas del hogar.

…..

Desde ese día Izuna y Yumei entrenaron muy arduamente todos los días, querían sorprender a su hermano cuando regresara. Algunas veces eran guiados por su padre y en otras ocasiones iban a entrenar con el clan, con sus esfuerzos, rápidamente  se convirtieron en genios reconocidos por el clan.

……….

En el patio de la casa del Patriarca Uchiha,  Yumei e Izuna tenían un duelo entre ellos, se podía ver que ambos estaban bastante igualados ya sea en taijutsu o ninjutsu, Yumei a pesar de ser una niña no se quedaba atrás de sus hermanos, sería una gran kunoichi en el futuro.

Sentado frente al patio donde practicaban Yumei e Izuna

Tajima observaba satisfecho el progreso de los mellizos, estaba muy orgullosos de sus hijos, los tres eran genios. 

Después de la muerte de varios de sus hermanos, su segundo hijo Madara había madurado bastante, ahora lo estaba entrenando como futuro patriarca y los mellizos serían un gran apoyo para él. Esperaba que entre los tres se protegieran mutuamente, y sacarán adelante al clan Uchiha.

Tajima frunció el ceño ligeramente, el invierno se acercaba, tenía que preparar los suministros necesarios para todo el clan, con la recompensa de la misión que tomó Madara, se complementaria el presupuesto necesario para que el clan sobreviva al invierno. 

……..

En invierno todas las misiones ninja se detenían. Los ninjas en esta época aprovechaban para descansar en sus territorios, al menos por este tiempo no habría más batallas. 

A punto de que llegara la primera nevada del año, Madara regresó a su hogar con la cálida bienvenida de sus hermanos y sus padres, y con el final del año también se acercaba el cumpleaños de Madara.

………

El sol brillaba cálidamente sobre el territorio Uchiha.

En las afueras del clan.

Yumei estaba sentada en un árbol mirando el paisaje aturdida, un pájaro en la rama de un árbol cercano cantaba alegremente por este raro día soleado.

Solo cuando estaba sola Yumei podía dejar de ser como una niña, por más que siempre  estaba animada, A veces se ponía melancólica y pensaba sobre su pasado. 

En su vida anterior Yumei era una chica tranquila, debido a que maduro muy temprano por su situación, no era tan animada cómo otras chicas en el orfanato, eso también impidió que sea elegida por los adoptantes, la vida en un orfanato era dura, cada uno tenía que valerse por uno mismo. 

Hasta que cumplió la mayoría de edad y pudo independizarse Yumei vivió así, poco a poco  salió de la sombra de su pasado y  pudo buscar aficiones y experiencias que alegraron su vida solitaria.

Pero en esta vida con una familia amorosa, se volvió una niña animada, aunque recordaba su vida pasada eso no le impidió ser feliz. 

Ella apreciaba mucho a su familia, ellos le permitieron conocer la alegría de ser querida, y ella les devolvió el mismo amor que le dieron. Pero la guerra y los problemas le quitaron a varios de sus hermanos, aunque murieron cuando ella aún era ún bebe, ella los recordaba. Su familia quedó profundamente afectada por este suceso, su padre se volvió más serio de lo que ya era, su madre ya no sonreía tanto como antes y su hermano Madara maduró de la noche a la mañana. Cuando ella e Izuna crecieron poco esta situación mejoró lentamente, con lo animados que eran los dos, volvieron a traer la alegría a este hogar.

Pronto sería el cumpleaños de Madara y quería prepararle una sorpresa.

A pesar de que la música era conocida en esta época, solo era un lujo para los nobles, los ninjas no tenían tiempo ni recursos para disfrutar de este arte, aunque a veces lo escuchaban mientras estaban en misiones, los ninjas  no tenían la energía para pensar en otra cosas a parte de la misión.