9. Ultio

Hola, hola

Les dejo aquí un capítulo nuevo 💖💖

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¡Buen fin de semana!

Me remuevo en mi asiento nerviosa mientras observo como la profesora Rose termina de calificar un par de presentaciones.

Todos sabemos que el último proyecto es el más valioso y aunque hemos tenido poco tiempo para completarlo logré acomodar fechas para encontrarme con Luka en una cafetería cerca de casa.

Resultó ser un estudiante brillante mucho más de lo que quería admitir él mismo, la pasamos bastante bien acomodando los personajes que eran alusivos a cada uno de los liderazgos que vimos a lo largo del semestre e inclusive compartimos ideas sobre los presidentes que habían tenido varias naciones.

Fue una conversación bastante amena.

Nuestro esfuerzo había sido exuberante por lo que ambos nos manteníamos con esperanza de lograr una excelente nota mientras la profesora por el momento seguía discutiendo con unos compañeros que no han llevado la presentación, creí que esos serían Lía con Sebastian.

Sin embargo, sorprendentemente Sebastian pareció ayudarla en el trabajo y realizaron una muy buena presentación.

Aunque Sebastian no pudo evitar soltar carcajadas al ver el rostro atónito de todos.

Entre mis manos continúo dándole vueltas a las fotos de la galería, en las últimas de mi carrete aparecen fotos de hace una semana cuando fue la graduación de Gi.

Sobre eso, bueno fue bastante catastrófico.

Bastante.

Tras despedirme de Jerah que prácticamente no ha parado de aparecerse cada vez que tengo que ir al otro lado, esa noche fue mi padre quien se llevó la sorpresa de encontrarme en los suburbios completamente empapada.

Me dijo que había caído un rayo cerca de ahí y al parecer había muerto alguien, pero no le dije nada más...

Cuando tuvimos que recoger a Gi en el salón de eventos todo fue un caos, tuvimos que entrar por ella porque se había puesto la borrachera de su vida.

No sé cómo es que permitieron que unos chicos de dieciséis terminaran de ese modo, pero sobre todo que mi hermana se haya puesto en riesgo de ese modo.

Ese día mi hermana menor ni siquiera se inmutó en que papá había regresado, que precisamente era su sorpresa de graduación y tras el gran castigo que recibió el único regalo que pudo tener fue la cadena que le había comprado anteriormente, aunque ellos me habían insistido en que no merecía que le diera nada y la pobre se había puesto a llorar.

Eso me conmovió y no tuve de otra que obsequiárselo a escondidas porque aún seguíamos enojadas entre nosotras tanto que ni siquiera Charlotte nos saludaba por las mañanas.

La voz de la profesora Rose llamándonos a Luka y a mí me hace volver a la realidad para enfocarme en que está frente a nosotros.

—Ustedes han hecho el mejor trabajo, no solo han cumplido las expectativas del curso sino que la manera en que explicaron todo ha sido excepcional ¡Enhorabuena pusieron una pauta más alta en esta materia chicos! —dice la profesora felicitándonos a la vez que algunos de nuestros compañeros lo hacen también, incluido Sebastian que por cierto en los últimos días ha estado algo distante con todos.

—Boom—dice Luka acercando su silla amarilla con ruedas hasta mi lugar cerca de la ventana y me hace chocar los puños con él.

—Eso es genial—le sonrío.

—Supongo que el fin de semana tras la computadora valió absolutamente la pena—expresa Luka mientras comienza a guardar su computadora en la mochila. 

Lo que me lleva a pensar en...

—Oye por cierto mi cargador ¿lo tienes? —le cuestiono recordando que el fin de semana cometí el error de dejar el cargador de mi laptop en el enchufe de aquella cafetería y por los mensajes que me había enviado él se había percatado de mi olvido.

—Lo he dejado en mi auto—expresa avergonzado—. Si quieres podemos ir por el ahora o ¿A qué hora es tu salida? —me cuestiona con interés acomodando su flequillo a un costado.

—Tengo que hacer servicio—le digo con una mueca.

—¿Servicio? —interroga con confusión.

—Algo largo de explicar.

Implica: Billy, golpes, pierna de titanio... L A R G O ...

—Estaré comiendo con mis amigos, quizá cuando salgas me mandas un mensaje y podemos encontrarnos—me sugiere Luka caminando hasta la puerta del salón tranquilamente.

—Claro, gracias—le digo despidiéndome de él.
 

Sobre el servicio que me impusieron por aquel combate contra Billy ahora tengo una jornada acomodando los libros en la biblioteca todos los días donde también debo silenciar a cada par de ruidosos que vea por ahí.

No ha sido tan malo como esperaba, inclusive he tenido la oportunidad de encontrarme con buenos libros que no sabía que la universidad mantenía.

Como las novelas que las secretarías se la pasan leyendo a hurtadillas de todos, pero las he podido oír hablando sobre eso.

Ha pasado esa hora en que estoy rodada de libros así que por el momento me encuentro en medio del estacionamiento donde me ha dicho Lukas que tiene su auto deportivo y llevo conmigo un enorme paraguas azul para protegerme de la lluvia.

No ha parado de llover en toda la semana haciendo que los días luzcan grises e inclusive tristes desde mi punto de vista.