Tictac el juego acaba de empezar

Capítulo 7 Rebad

Yo soy la loca aquí

Para ir al infierno tienes que pasar sobre mí

¿Quién quiere ir al cielo?

¿A quién vas a ver ahí?

Soy una perra, lo sé y me encanta

Disfruto siendo la mala de este cuento de hadas

Y es que es tan divertido ser mala

Pero es aún mejor ser yo

Y es que no hay nadie como yo… solo Yo.

Es un juego, solo un juego ¿Qué puede salir mal? No hay reglas escritas, pero todos sabemos las reglas.

-Es solo un juego-repito con melancolía-¿Por qué lloras? Sabias las consecuencias de jugar.

El reflejo en el espejo me observa en silencio.

-¿Qué esperas encontrar en la oscuridad?-le pregunto a mi reflejo.

No obtengo respuesta alguna.

Uno, dos, ¿escuchas su voz?

Tres, cuatro, ¿lo ves llegar?

Él solo quiere jugar…

Solo quiere jugar

¿Por qué tienes miedo?

¿Tu mamá no te dijo?

Esto es lo que les pasa a los niños malos…

Él solo quiere jugar.

Canto mientras salgo de mi pequeño departamento.

Algún día voy a matar a alguien y voy a disfrutar tanto ese momento que querré repetirlo-me dije frente al espejo cuando tenía siete años-seguro matare a muchas personas, lo sé, puedo ver como mi pupila se dilata por la emoción que me provoca la sola idea de matar alguien. Pero no seré cualquier asesina, seré una muy buena. Nadie nunca me descubrirá, nadie nunca sospechara de mí.

Y lo hice, me convertí en una experta asesina.

Paso por una tienda y no puedo evitar mirar mi reflejo en el vidrio. Le sonrió a mi reflejo y le guiño un ojo.

En la planta baja a lado de un pequeño parque, hay una pequeña tienda que vende: Cd, libros, dulces y flores. Es uno de mis lugares favoritos. Porque en un pequeño rincón de esa tienda, hay sillones en donde te puedes sentar a tomar chocolate o café, en mi caso solo chocolate porque no me gusta el café. Además de ser un lugar tranquilo donde te puedes refugiar del mundo exterior, el señor Parker es el mejor dueño que puede existir. Es dulce y muy atento. Me agrada mucho conversar con él.

Entro a la tienda y el sonido de las campanas encima de la puerta suena un poco más fuerte que otros días. Camino hasta la caja donde está el señor Parker sentado en su sillón de cuero café. Está leyendo un libro sobre la segunda guerra mundial. Siempre que lo veo, está leyendo algo referente a la segunda guerra mundial.

-Buenas tardes, Señor Parker-le saludo.

Él, al escuchar mi voz, baja el libro y me sonríe alegremente. Se levanta del sillón y coloca un separador en su libro.

-¿Cómo está mi niña favorita?

Le sonrió.

Le cuento un poco de mi semana mientras compro algunos dulces.

No me gustan mucho las cosas dulces pero amo el chocolate y el señor Parker compra un chocolate delicioso.

Me despido del señor Parker y camino hasta el parque. Un niño pasa vendiendo periódicos y la portada llama mi atención, compro el periódico. Camino distraída mientras leo sobre la muerte de aquel hombre, sobre el relojero y algunas teorías de la gente. El periódico habla muy poco del hombre que fue asesinado, solo dicen que estuvo preso por haber matado a su esposa y que la policía sospechaba de un ajuste de cuentas, hasta que apareció el libro y mataron a otra persona de la misma forma que aquel hombre solo que esta vez dejaron una nota. Es una historia muy interesante.

Me siento en una de las bancas y observo a las personas.

Hoy es un hermoso día. El cielo está despejado y corre una brisa fresca. El ambiente es tranquilo y relajado. Hoy es un hermoso día para morir. Ojala y cuando yo muera, lo haga en un día tan hermoso como este.

-Un lirio por tus pensamientos-me dice mi viejo amor mientras se sienta a mi lado en la banca.

Tomo su mano.

-Pienso que hoy es un hermoso día.

-¿No tienes que trabajar hoy?-me pregunta y yo le pego en el hombro.

No entiendo cómo puede dañar un hermoso día hablando del trabajo.

-No voy a ir, no tengo ganas.

Él se ríe, pero no me dice nada. Toma mi mano y me lleva hasta la colina cerca del hospital. Nos acostamos en la hierba y miramos el cielo. En este momento solo somos dos jóvenes que miran el cielo. No hay nadie más que nosotros dos en este momento.

-Te quiero-le digo.

-Yo también te quiero-me dice él con una sonrisa.

Estar enamorada es como quemarse viva, te consume poco a poco. Pero nunca te sentirás tan viva, tan feliz, tan completa. Hay diferentes tipos de enamoramiento, pero todos te consumen de alguna forma. No puedes hacer nada para impedir enamorarte. Solo te toca ver como las llamas te consumen, como el fuego te abraza y te vuelve cenizas. Escuchado que el amor se acaba, que llega un punto en la relación en donde no quedan nada más que recuerdos. Nunca me enamorado así que no estoy segura de sí es verdad, de lo que si estoy segura es que: yo soy fuego y él es gasolina, juntos nos consumiremos hasta que solo queden cenizas.




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