—Creo que… tendrás que esconderte.
Lily estaba a punto de hacer una de las tantas preguntas que llegaron a su mente al escuchar la sugerencia, pero tan pronto como separó sus labios para articular, la mano de Ethan cubrió su boca repentinamente.
La chica abrió los ojos, sin entender nada de lo que estaba pasando.
—Shhh…—susurró él sin dar más explicación del porqué requería su silencio.
Ethan tomó su mano y la llevó detrás de la cama que estaba en medio del cuarto. Ambos se agacharon lo suficiente para no ser visibles desde la entrada.
—No te muevas, por favor.
—¿Qué ocurre?—preguntó finalmente ella. La actitud misteriosa de Ethan la estaba alterando.
—Mi padre…. vino temprano, lo siento.
Dicho esto, se puso de pie y se dirigió hacia la salida. Para Lily las cosas no estaban del todo claras, ¿qué tan grave podría ser que el padre de Ethan la viera? No lo sabía, pero al parecer debía esconderse, o al menos eso le dio a entender el chico. Observó debajo de la cama y notó que había espacio suficiente para ella. Se arrastró con sus brazos sobre la alfombra hasta quedar totalmente debajo del mueble.
Ethan, por su parte, estaba de pie frente a la puerta. Tenía la intención de salir, pero los pasos al otro lado ya sonaban demasiado cercanos, por lo que, después de un pensamiento rápido, se dirigió hasta el banco donde practicaba regularmente con su piano digital y abrió unos cuantos libros de notas para actuar lo más natural posible, listo para la irrupción de su padre.
La puerta finalmente se abrió, acompañada de un chillido que hizo entrar en pánico a Lily., Pronto apareció el causante de los escalofríos en la espalda de Ethan.
—Papá—saludó respetuosamente. El hombre no le saludó de vuelta. En su lugar, comenzó a examinar la habitación y posteriormente la actividad que se hallaba realizando su hijo, como de costumbre. Su semblante era bastante serio, con unas cejas oscuras que endurecían aún más sus facciones. Su vestimenta con camisa y pantalón formal indicaba que probablemente venía de una oficina.
—¿Y Roy?—preguntó luego de terminar de observar.
—En su habitación—Ethan intentaba parecer lo más relajado posible, rogando que su padre no se adentrara más. Lily, mientras tanto, sentía como su pecho retumbaba por la rapidez de sus latidos.
—¿Está haciendo deberes? ¿Cómo le está yendo en clase?
—Mejor—respondió mientras asentía con la cabeza—Iré a verlo más tarde para ayudarlo.
—Bien—dijo por último el hombre antes de empezar a retirarse.
El chico estaba a punto de respirar aliviado, cuando su padre se dio vuelta repentinamente y de nuevo le dirigió la mirada.
—¿Has hablado con Alyson?—le preguntó a su hijo.
A Lily, que hasta ese momento solo había sentido miedo, le invadió la curiosidad al escuchar de la nada el nombre de una chica.
—No, no desde ayer en la noche…
Su padre suspiró antes de, ahora sí, salir y dar un fuerte portazo que se escuchó en toda la casa, momento en el cual Ethan se levantó rápidamente para pegar oído en la pared. Si sus sospechas eran ciertas, su padre iría al cuarto de Roy, que se encontraba al final del segundo nivel, y aprovecharía para sacar a Lily cuanto antes.
La chica también pudo relajarse al fin, por lo que inconscientemente dejó caer su cabeza hacia un lado mientras dejaba escapar un suspiro de alivio. Sin embargo, sus ojos se volvieron a abrir de sorpresa al notar algo en particular que se hallaba junto a ella.
—Lily—el susurro de Ethan la trajo de vuelta a la realidad.
El chico se tiró al suelo y le ofreció su mano para ayudarla a salir de su escondite. Ella lo tomó y, con algo de dificultad, se arrastró de vuelta hacia al exterior.
—Vamos, solo podremos ahora—le dijo en voz baja para luego abrir la puerta con cuidado de no hacer ruido. Ella asintió y se dejó llevar por la guía de Ethan, que seguía sosteniendo su mano.
Ambos caminaron hasta llegar a las gradas principales y bajaron de prisa hasta la salida de la casa. El trayecto les tomó no más de un minuto, pero ambos lo sintieron eterno.
Ethan abrió lentamente la puerta y, para su alivio, Lily pudo pisar al fin la parte exterior de la casa.
—No sabes cuanto lo siento… yo… perdón—dijo apenado sin siquiera atreverse a verla a los ojos.
Lily sintió un pesar en su pecho al notar lo culpable que parecía el chico.
—No.. está bien, regresa.—le pidió de prisa.
Ethan decidió guardarse las disculpas que le faltaban por pronunciar y, con la mirada baja, cerró la puerta. Lily permaneció de pie unos segundos, inmóvil, asimilando lo que había pasado, hasta que recordó que lo más conveniente era irse de ahí. Se dio la vuelta para regresar al auto cuando su avance fue interrumpido por alguien que chocó contra ella.
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Editado: 18.10.2024