Tiempos de Gloria

VII: Apariencias

Desde el repentino apagón en la mitad de la ciudad, hacía un par de días, el Jefe Hunter no deja que ninguno de sus hombres regrese a su casa. Apela al hecho de que necesita toda la ayuda que hay en la comisaría para descubrir al criminal que se había inmiscuido en la red eléctrica y había provocado que miles de personas se quedaran a oscuras por poco más de dos horas. 

Habían declarado que se debió a una falla en uno de los generadores, pero que finalmente habían resuelto el problema. Sin embargo, y a pesar del Jefe, lo cierto es que no sabían porque la central había cesado su funcionamiento y mucho menos sabían quién lo había provocado. Aunque tanto el Jefe Hunter como el resto de sus hombres sospecha profundamente en el asesino.

Anthony está teniendo una siesta en el sillón de la comisaría. Su carga de trabajo sólo ha ido empeorando, junto con Chester, por ser los detectives a cargo del caso. Aunque para suerte de Chester pudo ir a ver a su familia el lunes y tener una comida decente y una cama cómoda antes de que el Jefe solicitara su presencia de nuevo.

Anthony no puede evitar sentirse impotente. Después de todo aún no tenían ninguna pista del asesino, ni una vaga idea, aunque sí una leve sospecha. El culpable había dejado la escena del crimen sin rastros ni huellas, posiblemente porque había envenenado a Henry en otro lugar, un sitio al que tuviera libre acceso para poder actuar.

Al principio, Chester había sospechado de sus guardaespaldas o de los miembros de su familia, pero después de las entrevistas pertinentes los había descartado por completo. No sólo no cumplían con el perfil, sino que ninguno de ellos había estado completamente a solas con el joven el tiempo suficiente como para hacerle nada.

Por el contrario, Anthony sigue examinando los perfiles de cada uno de ellos en caso de que Chester hubiera pasado por alto algún detalle importante respecto a ellos. 

En medio de su siesta, la más decente que ha tenido en los últimos dos días, Anthony se mueve en el sillón, intentando encontrar una postura más cómoda, hasta que gira bruscamente sobre sí mismo y termina cayendo al suelo, despertando de golpe y completamente desorientado.

El Jefe Hunter se adentra en la sala, con dirección a su despacho, cuando ve al joven detective despierto en el suelo.

-Levántese, Foster. Quiero un informe en mi escritorio en una hora y más le vale que aporte algo productivo a la investigación o será suspendido- sentencia mientras atraviesa la estancia.

Anthony lo mira confundido antes de que su mente termine de aclararse. Suspira cansado y se levanta del suelo, sobándose el hombro en el que cayó. Observa la espalda de su jefe alejarse en el pasillo rumbo a Archivos, seguramente a presionar por información. Anthony se lleva la mano derecha a su nunca para hacerse un ligero masaje al tiempo que las cavilaciones que tuvo entre sueños empiezan a tomar peso en su cabeza. Se lleva las manos a la cintura y levanta el rostro parar apreciar el techo claro de la comisaría.

El jefe Hunter no tendrá ninguna implicación en el caso, ¿cierto? Entonces, ¿cómo es que sabía que el mensaje estaba ligado al departamento forense y a la muerte de Henry Rocher? ¿Había estado investigando por su cuenta? Como jefe del departamente de policía y el oficial de más alto rango es entendible que no se quedara de brazos cruzados ante la situación que estamos enfrentando, pero entonces ¿porqué no nos dijo antes que lo sabía?

Anthony tampoco se fiaba del tono en el que el jefe le había dicho aquello, como si hubiera estado esperando por mucho tiempo que decifrara algo tan simple. ¿Era esa su motivación para seguir con un caso aparentemente obvio? ¿Él lo había matado o había estado involucrado en su asesinato disfrazado de muerte por sobredosis? ¿Por eso insistía en la investigación?

Un enorme bostezo interrumpe sus pensamientos. A pesar de la siesta que acaba de tomar, el cansancio empieza a apoderarsennuevamente de su cuerpo. Anthony exhala resignado y se obliga a mantener su mente en blanco mientras se encamina a su despacho, arrastrando los pies y bostezando, rascándose la despeinada cabellera en el trayecto.

Una vez frente a la puerta de madera, parcialmente cerrada, Anthony comienza a preguntarse qué tan malo sería renunciar en aquel momento, cegado más que nada por su inmenso cansancio y el terrible dolor de estómago, por la falta de alimento, y de cabeza, por el estrés constante del trabajo, y el sentimiento de desconfianza que comenzaba a generarse dentro de él.

Pero antes de que pueda decidir nada, la puerta es abierta de golpe por su compañero, Chester, quien lo mira unos instantes sin reconocer quién está parado frente a él. Cuando conectan sus miradas, ambos sonríen.

-Lo siento, Anthony, estoy demasiado cansado para pensar- declara Chester.

-Tranquilo, yo venía a decirte lo mismo.- Anthony observa ambos lados del corredor antes de seguir la conversación.- ¿Tienes algún reporte para el Jefe?

Chester lo mira dubitativo.- Ya se lo envíe a Anna. Dijo que se lo daría en cuanto terminara el papeleo en Archivos.

-Genial, ¿podrías decirle que es un informe de los dos?

-Ya lo hice.

Anthony le sonríe con complicidad.- ¿Quieres ir a hacer investigación de campo?

Chester le regresa la sonrisa.- De acuerdo, pero tú pagas.

Ambos detectives caminan juntos hasta la salida de la comisaría, anunciando su propósito antes de tomar un par de llaves de los vehículos policíacos de la recepción. El Jefe había retirado los permisos de posesión de autos para evitar que sus policías estuvieran demasiado tiempo fuera. Al estar a cargo del caso, tanto Chester como Anthony poseen ciertas libertades, y el uso de vehículos libremente es una de esas ventajas.

De alguna forma, Chester consigue conducir el automóvil por las ajetreadas calles de Edher sin ocasionar contratiempos, manejando en dirección a uno de los hoteles escondidos de la ciudad. A su lado, Anthony va acompañando el silencio del vehículo con los constantes golpes que su cabeza ocasiona al estrellarse contra el vidrio de su ventana. 



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En el texto hay: crimen, romance, venganza

Editado: 16.11.2020

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