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Cuando abrí mis ojos y desperté, mi respiración era agitada, a mi mente vinieron imágenes rápidas que me daban escalofríos, no recordaba bien lo que había soñado lo que si sabía es que no fue para nada agradable.

Mire mi celular, eran las 7am, no fue necesaria la alarma por lo que la cancele, se me hacía raro que yo me levantará tan temprano, supuse que fue por el sol en mi cara.

Me senté en la cama mirando un zapato que estaba en el piso, con mis ojos casi entrecerrados con ganas de seguir durmiendo. Me pregunte ¿qué debería hacer? No sabía si bajar o no. De hecho, no tenía ni su número, es más tal vez solo me hizo el favor de pagar la habitación y había desaparecido. Solo había una forma de averiguarlo de todos modos, tendría que bajar.

Abrí las cortinas para que la luz inundara el cuarto.

El agua de la ducha fría chocando con mi cuerpo era como un sueño. Se sentía delicioso, afuera se escuchaba música. Me puse a bailar como loca mientras mi ducha seguía transcurriendo. Salí del baño. Agarré mi cepillo y me paré enfrente del espejo, como ya sabía en el clima caliente mi cabello sería una fiera difícil de domar.

No tenía maleta con ropa así que me puse la que llevaba ayer, al cabo después de unas horas estaría en tiendas comprando más ropa.

Estando de nuevo frente al espejo. Era hora de maquillarme, en climas tan calientes no me gustaba los maquillajes completos simplemente aplique un poco de sombra en la cuenca y de esta manera le di más profundidad con otra sombra negra y un delineado, con un delineador a prueba de agua.

Estaba lista, miré el reloj 7:34AM agarré la tarjeta y bajé por el desayuno.

Este edificio era gigante, incluso eso era un diminutivo para describir el lugar, tome el mismo asesor de la noche anterior.

En él estaba un chico muy apuesto, a leguas se le notaba su autoestima por los cielos.

—Discúlpame—dije llamando su atención— ¿Sabes dónde puedo desayunar?

El chico antes de contestarme me miró de arribo abajo al principio molesto por haberlo interrumpido, pero al finalizar su recorrido en mi cuerpo. Su mirada, su gesto cambio a uno amable.

—Linda, primer piso a la derecha, hacia la piscina—hizo una breve pausa y continuo—Carlos—dicho esto alargó su mano en forma de saludo.

Hubo un silencio en el que caí en cuenta seguía mi presentación.

—Sara.

—Un placer Sara, si gustas te acompaño.

El chico era bastante apuesto, además no conocía el lugar, no quería perderme.

—Por mi está bien.

El chico sonrió ante mi comentario, una sonrisa cuanto menos coqueta.

Las puertas del elevador se abrieron.

El lugar en horas de día se veía aún más bonito. Simplemente seguía al chico que me servía de guía.

No era lejos, llegamos en un santiamén. El servicio era como bufet, agarrabas lo que querías.

Después de tener nuestros platos llenos, nos sentamos. 

Empezamos a tener una charla amena, el chico era muy gracioso, ya podía decir que me había alegrado el día.

Mientras hablábamos, entró cierta persona. Vio mi compañía y me fumigó con la mirada, se sentó a hablar con una chica de una mesa que estaba en la entrada.

Sentí esa mirada pesada sobre mí observando, analizando, detallando cada uno de mis movimientos, el chico que estaba sentado a espaldas de la puerta ni se inmutó.

El miraba yo lo miraba, era una batalla de miradas. El chico lanzó otro chiste que me hizo reír, pude ver que se molestó aún más de lo que estaba. Como si no me importara me centré en mi plática con el chico. Vi entonces que hizo lo mismo, empezó a hablar a la chica, por la distancia no se escuchaba lo que le decía, lo que si podía ver y por completo fue la sonrisa plantada en el rostro de la chica.

Esto era guerra, decidí no darle importancia por más que mi cerebro me lo recordara cada cinco minutos. Carlos ya había pasado de ser amable a algo un poco más subido de tono. Me hubiera molestado, pero era perfecto que fuera así en ese preciso momento, le seguía sus miradas coquetas, mientras de reojo veía a ese rubio enojado.

— ¿Vamos a la piscina? —sus palabras me sacaron de mis pensamientos.

—Solo déjame ir a cambiarme.

—De acuerdo te espero acá.