Tienes Que Soltarlo

Un silencio.

A veces, el silencio pesa más que cualquier palabra no dicha. Ya no había ganas de explicar, de insistir, de luchar por algo que poco a poco se fue desvaneciendo sin hacer ruido. Las risas se volvieron recuerdos lejanos, y los planes compartidos se sintieron ajenos, como si nunca hubieran sido reales. No fue una explosión, fue una desconexión lenta… como una flor que se marchita sin que nadie la mire. Y en medio de esa tristeza tranquila, solo quedó el vacío de haberlo intentado todo… y aún así, haberlo perdido.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.