Todo comenzó hace 12 años, aunque lo puedo recordar como si hubiera sido ayer, yo era un novato en la armada, un recién egresado carente de experiencia, y bajo este concepto espero que juzguen cada una de mis decisiones, pues si bien no fueron las mejores, por mi falta de madurez y conocimiento, en su momento me parecieron ser las más correctas. Dicho esto, procedamos.
El 19 de agosto prometía ser un día común, como cualquier otro, pero al llegar al cuartel fui llamado a una junta de emergencia, y creo que sobra decir que eso no era algo que me pasara muy seguido, por lo que estaba bastante nervioso. En la junta se encontraban varios generales y oficiales de alto rango, al igual que un par de científicos, que se distinguían del resto por no tener uniforme; todo esto me asombro, pues en el lugar yo era el de menor rango, lo que solo consiguió incrementar mi angustia << ¿Porque me llamaron?, ¿Que podrían necesitar de mí si todos ellos tienen más experiencia y conocimiento que yo? ¿Acaso habrá sido un error, tal vez se equivocaron y deseaban llamar a alguien más?>> todas estas dudas se acumulaban en mi mente, pero no lograba encontrar una manera de darles respuesta, hasta que pude ver entre los que iban llegando al coronel Emerson, que en su momento llego a darme alguna clase, y con el que logre establecer una grata amistad.
- Coronel – lo llamé una vez que estuve lo suficientemente cerca - buenos días –
- Buen día soldado, ¿Que lo trae por aquí? – el coronel era un hombre alto, de tez blanca, fornido, de cabello negro, con una barba que apenas y se podía notar, y su voz era gruesa, pero su forma de hablar era tranquila.
- Eso quisiera saber, al llegar me informaron que debía asistir a esta reunión, pero creo que ha sido un error, esta parece ser una junta importante, y yo no soy más que un soldado novato – al exponerle mis preocupaciones me sentí más aliviado.
- No debería de subestimarse demasiado soldado, usted ha demostrado ser bastante hábil, si lo han llamado debe ser por algo – el coronel se mantenía calmado, como siempre, y antes de que pudiera responder, la reunión dio comienzo.
Durante una hora los científicos nos hablaron sobre una nueva arma que estaba siendo desarrollada por varios países, entre los más destacados se encontraban Estados unidos, Francia, Inglaterra, y Suiza. Por lo que habían podido descubrir hasta ahora, el arma era de tipo biológica, y la investigación se estaba realizando en alguna parte de Europa. Los profesores se limitaron a hablar sobre los efectos que estaba causando, pues, aparentemente, producir dicha arma generaba residuos altamente tóxicos que alteraban el ecosistema e incrementaban el efecto invernadero. Por otra parte, un oficial nos mostró diferentes eventos en Europa que habían sido encubiertos, al parecer en varias ciudades se habían desatado pequeñas olas de violencia espontanea, en las que se aplicó una ley mordaza, también se había notado un repentino cambio en la migración de varios animales.
Una vez que terminaron de exponer toda la información, comenzó un debate para decidir qué es lo que se debía hacer. Las opiniones estaban bastante divididas y no lograban llegar a un acuerdo.
- ¿Y porque debemos ser nosotros los que intervengan? – pregunto uno de los generales
- No solo seremos nosotros, estaremos colaborando con otros países, pero debido a que poseemos una posición más neutral le solicitaron al presidente que fuésemos los primeros en investigar – el que respondió fue el secretario de defensa, al cual no había notado hasta ese momento.
- Si solo desean que recopilemos información solo debemos mandar a alguien en cubierto, ¿no es así? – pregunto un teniente coronel.
- En efecto, y por eso traje conmigo al soldado Esteban – el coronel Emerson comenzó a dirigir la atención hacia mí, y en ese momento me di cuenta porque había sido llamado, por desgracia no pude notar el trasfondo que estaba más allá, y tal vez en este momento esto les parezca muy obvio a ustedes, pero no olviden en qué situación me encontraba – el cual logro destacar en su clase, consiguiendo las mejores calificaciones, y dominando el inglés, francés y alemán – conforme seguía hablando yo me sentía más avergonzado y atónito.
- ¿Está sugiriendo que enviemos a un niño a una misión tan importante? – uno de los generales lucia muy enojado por la propuesta del coronel, sin embargo, este ni se inmuto.
- Así es, podemos enviar a este joven en cubierto como un estudiante de intercambio a España, el cual es uno de nuestros aliados, haciéndolo parecer un simple intercambio cultural, y estando allá los españoles le proporcionaran lo necesario para continuar con la misión – habiendo expuesto su plan, todos lucieron estar de acuerdo.
- ¿Y está seguro de que este joven podrá hacerlo? – el secretario de defensa aún se mostraba renuente ante la idea.
- Sin duda alguna, este chico tiene lo que se necesita – me sorprendía la tranquilidad con la que respondía el coronel.
- Bien, entonces que así sea. Soldado esta misión es de suma importancia, así que no nos defraude – el secretario de defensa se dirigió a mí con una mirada autoritaria.
- ¡No lo haré, señor! – respondí lo mejor que pude.
Después de eso la reunión termino, y comenzaron los preparativos para mi viaje, yo estaba alistando mi maleta cuando el coronel Emerson toco a mi puerta, y después de una breve charla me entrego un celular desechable.
- Si descubres algo importante quiero que me lo notifiques al instante, mi número ya está registrado – después de eso se fue y no lo volví a ver por un tiempo.
Al día siguiente partí hacia España, y al llegar fui recibido por dos agentes en cubierto que me llevaron a una casa de seguridad, donde cambié mi apariencia y me dieron una nueva identidad, con la cual podría entrar fácilmente a Francia sin levantar sospechas.