Tierra De Nieve Y Cenizas (libro 3)

Capítulo 40

Abby

Luego de la charla con Caín pude sentirme un poco mejor sobre lo que pasaría conmigo en el futuro.
Realmente quería creer que después de todo lo que pasé tengo un a oportunidad de ser feliz.

Había venido directamente aquí, a la habitación donde había estado Cody.
Sólo que ahora estaba vacía.
Escuché a alguien entrar, no era Sam. Me di la vuelta porque había estado sentada de espaldas a la entrada, la había tifon ni siquiera tenía una puerta, supongo que Cody la arrancó al salir o alguien más lo hizo.

-No esperaba verte aquí.- Admito al verlo.
Jesse era el último que esperaba ver en estos momentos.
Se sienta a mi lado, en la misma posición con las rodillas pegadas al pecho y el mentón sobre ellas.
-Yo esperaba poder hablar contigo en algún momento.
-Suéltalo.- Miro fijamente a la pared. Me pregunto cuantas veces Cody se quedó mirando a la pared en su soledad en esta habitación.
-Me alegra saber que saliste viva de esto. Por mucho tiempo me preocupé de ti estando metida en medio de un campo de batalla.

No digo nada al respecto.
-Sólo quiero que sepas que la decisión que tomé hace un año, lo hice porque era totalmente diferente a la persona que soy ahora pero incluso cuando me fui, no te dejé sola del todo.-Confundida aparto la mirada de la pared y giro la cabeza hacia él sin dejar de recostarme contra las rodillas.
-¿A qué te refieres?
-Contacté con unos hechiceros dentro de las instalaciones para poder meterme en tus sueños. No sé si lo recuerdas pero hablamos varía aveces mientras dormías, tú siempre pensaste que sólo era un sueño. Pero era yo tratando de llegar a ti.

Claro que lo recuerdo. Él me había besado en esos sueños y yo me sentía tan patética por seguirlo queriendo a pesar de todo. Hasta que un día decidí dejarlo ir.
-No entiendo por qué sacas a discusión esto ahora.
-Porque no quiero que creas que cuando me fui me olvidé de ti, Yo quería reparar las cosas entre nosotros pero no sé pudo. Eso no significa que cuando volví a ti te había dejado de amar.
-No sigas por ahí, por favor, no quiero que las cosas sean incómodas entre nosotros, sobretodo porque no sería justo para Maggie.
-No Abby, creo que me malinterpretas, te lo digo por si te preguntabas si te había olvidado en ese entonces, la respuesta es no, pero ahora soy feliz, encontré a mi igual así como tú y realmente estoy feliz con ello. Supongo que las decisiones que tomé, por muy malas que fueran me llevaron a ella.
-Lo creas o no Jesse, me alegro de que pudieras encontrar tu felicidad. No merecías nada de lo que te pasó, no importa cuán malas hayan sido tus decisiones, nadie lo merece, de verdad lo siento.

Jesse asiente con la mirada baja.
-Soy huérfano ahora. Murió uno de mis hermanos, mi mejor amigo y ahora sólo me queda Zack. Siento que perdí lo que más quería tratando de protegerlo.

Jesse siempre fue protector con su familia, incluso cuando nos conocimos me dijo que lo primordial para él era la protección de sus seres queridos.
Y los había perdido casi a todos.
-Ellos están allá arriba, mirándote y algo me dice que están felices de que hayas podido superar todos los obstáculos que la vida te ha puesto.
-¿Crees que Sebastian y mamá estén juntos en el cielo?

No sabía cómo pero...-Estoy segura de ello.

Nos quedamos en silencio por varios minutos hasta que una rara sensación creció en mi, algo de culpa. 
-Odiaba a tu padre y no voy a decirte que lamento haberlo matado, no al asesino de mi padre pero en verdad siento que tuviera que ser él alguien tan importante para ti.
-Creo que de cierta forma también llegué a odiarlo, ese hombre ya no era mi padre, para mí, el murió cuando era pequeño, murió tratando de salvar a los padres de Zack y Sebastian. Yo lo enterré, di un discurso en su funeral, así murió él, mi padre. Ese hombre que vi vivo no era él, al menos no para mí. Pero duele, sí duele pero no como antes.

Luego de que otro minuto en silencio pasara decidí preguntar por su futuro.
-Así que ¿A dónde irás?
-Maggie y yo estuvimos hablando, quiere regresar a su ciudad natal.
-¿Y qué opinas?
-Por mí está bien, quiero que sea feliz.
Además, quiero conocer el lugar donde ella vivía antes de que todo esto sucediera. ¿Y tú? 
-No lo sé, creo que regresaré a Old Town.

Tenía que hablar con Sam, quería saber qué esperaba él de mí en el futuro. No quería precionarlo o esperar cosas que no habían sido habladas anteriormente. Pero sé que me ama, dudarlo sería una estupidez.

Jesse y yo tuvimos una larga y pacífica charla. Era de noche cuando terminamos y lo sabía porque fui a buscar a Sam a la habitación pero no estaba y cuando le pregunté a través de nuestra conexión en dónde se encontraba me dijo que en la tienda del centro comercial donde me encontró cuando no me recordaba.

Sabía qué tienda era, me había sentido tan emocionada de verlo ahí después de tantas semanas sin saber de él.

Así que ahora, cuando salí del bunker miré el cielo oscuro a través de los agujeros del techo mientras me encaminé a la tienda con una linterna en manos. 
No había dejado mi arma en la habitación porque sabía que podían haber Caníbales cerca.

Encontré a Sam en el área juguetes.
Sostenía un auto de juguete en miniatura.
Lo agita en su mano con una sonrisa ladeada en su rostro.
-Se parecía a mi auto.

Me lo entrega y lo observo de cerca con una expresión divertida en el rostro.
-¿Qué haces aquí?
-Pensando.
-¿En qué?
-En qué se siente irreal tenerte conmigo. Cuando desperté y no te sentí a mi lado fue como un actoreflejo, por un momento olvidé que ya no estabas en coma. Fue horrible volver a sentir esa desesperación otra vez.
-Lamento haberte asustado. No había podido dormir pero tú estabas cansado así que decidí caminar, hablé con Caín y Jesse y el tiempo se fue volando.



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En el texto hay: sangre, cambios, final

Editado: 09.06.2020

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