Hay algo con las cosas buenas de la vida que te hacen temer tenerlas porque muy en el fondo sabes que en determinado tiempo se te serán arrebatadas.
Esa era una de las razones por las que temía sentir algo por Sam, porque temía que al tenerlo para mi, algo lo hiciera irse de mi lado.
Y pasó.
Fue doloroso levantarme del suelo luego de haber asimilado lo que había ocurrido, fue doloroso caminar hasta mi habitación, fue doloroso recostarme y mirar hacia la oscuridad que me envolvía, fue doloroso despertar hoy y caminar hasta el comedor porque todo seguía siendo real, porque la amenaza de Sam seguía estando latente.
Y lo fue aún más cuando vi su rostro en un mar de personas que comían en sus mesas, lo fue cuando lo vi reírse con algo que Devon dijo y lo peor de todo fue verlo susurrar algo en el oído de una chica morena a su lado.
Mi corazón se estremeció, él lo supo porque al instante levantó su mirada hacia mi pero me ignoró por algo que la chica le dijo.
Con los dientes apretados caminé hacia la mesa en donde estaban mis amigos y sin apetito tiré la bandeja en la mesa.
Ninguno reía, sabía que lo habían visto.
Estaba enojada, enojada y herida.
Una pésima combinación.
-Bueno...- Dijo Lukas.- Hoy me toca hacer vigilancia.- Mira hacia la chica muerte sentada a su lado, no se mira muy feliz de estar con nosotros, pero bueno, ella no se mira feliz y punto.
Va vestida de negro, con una camisa manga larga y guantes, y a pesar de que va cubierta los que está a cada lado de ella dejan un espacio prudente.
- ¿Me estás preguntando algo o qué?- Pregunta ella mordaz.
-No era pregunta.- le sonríe él, petulante.- Vendrás conmigo, Caín dijo que te metiera en uno de los grupos, ya sabes, tienes que hacer algo, ayudar de alguna forma.
-Ni siquiera sé qué hago aquí.- Bufa ella.- Quise quedarme hoy para saber cómo estabas.- Me dice.- Pero no te miras bien.
No, no creo que lo esté.
Miro hacia la mesa de Sam y me arrepiento al instante.
Al estar a poca distancia de su mesa puedo ver cómo la chica tiene una mano en su pierna.
Mierda.
-No he dormido bien.- Miento. Pero creo que todos saben la verdad en esta mesa.
- ¿No quieres acompañarme a vigilar los alrededores? Prometo que lo haré divertido.
En realidad no me apetecía, de hecho, quisiera levantarme e ir directamente a mi litera y no levantarme hasta que llegara el día en que regresáramos al pueblo para averiguar lo que ocultan ahí los Primeros.
Pero sé que quedarme aquí, en el mismo espacio que Sam estando tan amable con esa chica va a asfixiarme.
-Sí, claro, eso me gustaría.
- ¿Han visto a Caín?- Pregunta Sabrina acercándose a nosotros con Jordy detrás de ella.-No lo he visto en ningún lado.
-Probablemente está con Elis, tampoco la he visto.- Le digo yo.
-Espero que si está con ella sea para sacarle información.- Dice Elías sentándose en la mesa al lado de la nuestra porque ya no cabe nadie más. Su hermano y Sabrina lo acompañan.
-No está con ella.- Asegura Lukas.- Está encerrado en la oficina, planeando el viaje.
-Bueno, al parecer tendremos que decidir pronto, sabemos que no puede ir y cargar con todo eso solo.- Dice Natalia.- Yo no he estado ahí, creo que no me molestaría ir.
Zack se tensa a su lado.
-Yo... no pensaba ir pero si tu irás...- Sé el final de la frase.-Yo también iré.
-No, no te pediría tal cosa.- Le dice ella preocupada.- No tienes que ir.
-Veremos eso después.- Le contesta con rostro decaído.
-Yo iré.- Dice Jesse con tono decidido.- Tengo que enfrentarlo, ese lugar ha atormentado mis pensamientos por todo un año, es hora de hacerle frente.
-Pues eres muy valiente al pensar eso.- Opino yo.- Porque incluso yo tengo miedo de pisar esos suelos otra vez, creo que por eso los Primeros decidieron reunirse cerca, porque sabían que ninguno de nosotros tendría el valor de volver ahí por nada.
-Y fue una buena estrategia.- Concuerda Zack.
-Yo iré.- Dice Lukas.- Aunque estoy seguro de que Caín no querrá. Me mira.
-Podría hablar con él aunque dudo que tú obedezcas si dice no.
Se ríe.
-Ya me conoces.
-Entonces Natalia, Jesse, Lukas y yo.- Murmura la chica muerte.- ¿Alguien más?- Me mira de reojo.
-Yo.- Dice Maggie.
Jesse se tensa.- No, no te quiero ahí, es demasiado peligroso.- Parece preocupado. Me pregunto qué estará pasando entre él y Maggie, solo espero que por fin haya dejado de ser un idiota con ella ya que sin querer, vivía rompiendo su corazón con algunas de sus palabras y acciones dirigidas a mi. Era momento de que Jesse avanzara y Maggie es una buena compañera de viaje.
-Tú no decides por mi.- Le responde ella un tanto enojada.- Iré.
Jesse rueda los ojos pero no insiste más.
-Anótame en la lista, no puedo dejar a mi chica sola.- Le dice Zack a la chica muerte.
Natalia niega con la cabeza un tanto sonrojada.
-No haces caso nunca.- Le regaña ella.
-Y me amas por ello.- Le dice él antes de besarla castamente.