CAPÍTULO 1. MESTIZO

Tres años desde el incidente y Neil seguía soñando con aquella fina figura en medio de la tormenta, había días e inclusive semanas que la mujer de ojos pardos dejaba de visitarlo, pero eventualmente ella regresaba a escabullirse entre sus sueños, aquella mañana no fue la excepción. 

Abrió sus ojos ante el blanco e impoluto techo, las cobijas descansaban en su cuerpo y aun así el fantasma del viento combinado con gotas de lluvia aun las sentía en sus brazos y su frente. Llevaba casi dos meses si tener aquel sueño, pero este regresó sin más. 

Con las imágenes del sueño venía una pesadumbre que oprimía su pecho y el solo respirar dolía tanto que su corazón latía aceleradamente sintiendo el borde de esa ilusión. 

Cuando se hubo calmado, alejó las sábanas de sí y piso el frío suelo de mármol que lo anclaba a su realidad, a su verdad. 

Aunque fuera un mal hábito caminar descalzo, era algo que había dejado de importarle a Neil, después de todo en aquella amplía casa ya no quedaba más que él. Y por otro lado la sensación de frío en sus pies le ayudaba a concentrarse en ese lugar donde pisaba, en lugar de dejarse arrastrar por sus pensamientos. 

《El general te tiene una tarea. 》 

Rezaba en el comunicador sobre la mesita de noche. No había firma, pero Neil sabía que se trataba de Marik, el escolta personal de su padre. 

“General” y no “padre”, Neil suspiro con frustración.  

Parado junto al ventanal admiró la ciudad desde el octavo piso en el que se encontraba, lo que solo le ayudó a divagar. 

“Mestizo", es como la gente en Nhordia y especialmente en su capital la Ciudad Roja, lo llamaban. Saben que es el bastardo del general, un personaje muy influyente, para nadie es un secreto que cuando los cinco lideres de Nhordia se reúnen, Nash Vasiliev tiene un puesto como consejero en esas reuniones. Sin embargo, eso no los detiene de murmurar sobre él y lanzar mirarlas que siempre están juzgándolo. 

“¿Un nórdico teniendo una aventura con una austral? Y de esa aventura naciendo él.” 

Esa etiqueta nunca lograría quitársela y el apoyo tácito de su padre no hacía una diferencia con el resto, pero hacía una diferencia para él. El general, su padre, le daba el lugar como su hijo y en aquellos tres años nunca le faltó nada gracias a él. 

Tres años es toda la vida que Neil conoce de sí mismo, las semanas después de ese accidente en la casa es su inicio; antes de eso todos los recuerdos son solo oscuridad, lo que sea que le pasará aquel día provocó un traumatismo que conllevó a dieciocho años de vida olvidaba. No recordaba a su madre, ni donde creció, mucho menos porque ese día estuvo en una casa en los alrededores de la frontera. 

*** 

Una frontera que separaba a nórdicos y australes, y un lugar donde las batallas aún no han cesado. El mundo como una vez se conoció ya no existe, los humanos evolucionaron, pero el planeta Tierra evolucionó con ellos. Han pasado millones de años y en ese muy extenso tiempo la vida cambió por completo. 

Inició con el continente africano colisionando contra Eurasia, dejando el estrecho de Gibraltar en un simple mito. Con la colisión llegaron terremotos, tsunamis y cambios climáticos, llevándose la vida de un porcentaje considerable de seres humanos, lo supervivientes se encontraron con un nuevo enigma, la red de líneas auru, que se conectaba desde mismo núcleo de la Tierra y seguía su recorrido hasta llegar a la corteza terrestre, donde eclosionaron en marcas particulares en forma de hexágono, cada uno de estos contenía lo que actualmente se conoce como aurum, una energía tan pura, pero peligrosa.  

Demasiados años más tarde, cuando la sociedad se levantó desde la mismísima miseria no dudo en buscarle un uso al aurum. Ensayo y error. Experimentación y destrucción. Años de investigación, más cerca de su uso, pero también más discordia sobre la autoridad de poseer el poder del aurum. Tantas ideas diferentes, tan codicia y tanta ansia de redención, eventualmente terminaron en guerra. 

El tiempo no se detuvo y el mundo volvió a cambiar, lo que una vez se conoció como Groenlandia, Europa y toda Rusia, se convirtió en Nhordia. Y de lo que quedo de África, Asia y Australia se redujo a Artrya. El resto del continente americano tuvo otras maneras de arreglar sus diferencias, se mantenían alejados del conflicto entre nórdicos y australes. 

La capital de Nhordia se instaló en lo que un día fue Irlanda y recibió el nombre de Ciudad Roja, luego estaba Artrya con su capital en la antes definida Australia, con su nuevo título de Ciudad Blanca. La frontera separaba una nación de otra, la cual se consideró la conocida zona sin ley; la guerra aún era el pan de cada día en aquel sitio y el arma era el aurum, azul y rojo en continuo enfrentamiento. 

*** 

Sucesos tan grandes, pero a aquel bello muchacho que era alumbrado por los primeros rayos opacos del sol, no le preocupaban porque la mujer en sus sueños daba señales de no irse. 

-Esto está volviéndome loco – musitó, agitando su cabello.  

Algo de ejercicio que despejara su mente y ejercitara su espíritu. En la ducha asimiló que se sentía ansioso y eso lo ponía aún más nervioso. El tiempo que pasó bajo el agua fue efímero, o, así lo sintió. Agarró el valor suficiente y salió del cuarto de baño con una toalla alrededor de su cintura y otra agitándola sobre su cabeza.