Tierra Y Sangre - Los cristales del portal oscuro

Capítulo 4: Colmillos de plata

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COLMILLOS DE PLATA

Al día siguiente Licaón y Galeón conversaban en el palacio de Licantria, al parecer era algo serio, solo se pudo escuchar que el rey dijo en voz alta y con asombro “¡¿Eldoriath?!”. Licaón al parecer luego aceptó lo que la gárgola le estaba ofreciendo.

______ ¿No tienen que pasar la prueba antes? ______ preguntó Licaón

______ Así es, primero iré a Arsem allí se llevará acabo las pruebas admisión ______ respondió Galeón.

Arsem, una ciudad no muy antigua, antes de la guerra solo era una aldea de mercaderes. Pero fue creciendo rápido después de la guerra ya que los desterrados por los vampiros no querían regresar a sus tierras, que estaban cerca de Scránican y tomaron la decisión de quedarse en Arsem. Pero no solo ese tipo de gente llegó, como se volvía una ciudad muy concurrida empezaron también a llegar mercenarios a ofrecer sus servicios y terminaron quedándose, y al convertirse en su hogar ya no eran peligrosos allí, su código no se los permitía, no podían hacer el trabajo en la ciudad donde Vivian. Pero en misiones lejanas sí que eran feroces. De todos modos, no son personas en las cuales confiar. Aquella ciudad se había convertido en un mercado muy grande donde se podría encontrar desde cosas comunes hasta las más raras y todo el tiempo llegaban nuevas mercancías, también artículos interesantes, para luego ser negociadas y vendidas al mejor postor.

Licaón y Galeón se dirigieron a la habitación de Jageth, el rey entró y tras él, el maestro gárgola. Hicieron despertar a Jageth.

______ ¿Qué sucede? ¿Ya amaneció? ______   preguntó bostezando Jageth.

Eran alrededor de las cinco de la mañana.

______ ¡Hijo levántate ya! y vístete que hoy comenzará tu nueva aventura______ le dijo con una melancolía que apenas podía disimular

______ ¿Aventura? ______ dijo flojeando ______ ¿hoy?

______ Hoy nos encaminaremos hacia donde será nuestro entrenamiento, aquel tema que acordamos ______ dijo Galeón sonriendo ______ apresúrate y ponte algo apropiado para el viaje.

______ ¿Hoy? ¿Por qué hoy? ______ dijo todavía entre sueños ______ “todavía estoy dormido, pero creo que oí decir viaje” ______ pensó luego dio un salto y salió de la cama______ ¡¿hoy viajamos?! ______ gritó muy animado.

______ Así es, apresúrate que ya es tiempo de partir ______ le respondió su maestro.

Se cambió muy rápido y se puso ropa de entrenar. Su padre al ver la alegría de su hijo también se alegró y cogiendo el hombro de su hijo le dijo:

______ Ve hijo y demuéstrales a todos que mereces mi título, hazte más fuerte y sabio que tu padre, así y solo así estarás listo para tomar el lugar de tu viejo.

Licaón no solo se refería al título de rey sino también al de su rango entre los guerreros, el rey era considerado un guerrero de elite con el titulo de: “colmillos de plata”. Fue galardonado por su participación en la guerra contra los vampiros, cuando brindó su ayuda a los Aguillian en la invasión de su ciudad. Licaón poseía dos espadas cortas de plata con grabados élficos antiguos que le dieron por el título, solo los mejores recibían armas de mithril (plata de elfo) un reconocimiento de la época casi al mismo nivel de los que recibían antaño el sello dorado. Jageth comprendió que un padre siempre espera y desea que su hijo sobrepase sus habilidades y conocimiento.

Licaón le dio una fuerte palmada en la espalda. Jageth, a pesar que le dolió, comenzó a reír y su padre con él.

______ Siento interrumpir este momento ______ dijo Galeón ______ pero será mejor que partamos en el acto.

Padre e hijo se dieron un fuerte abrazo y se despidieron al salir del palacio, Licaón los acompañó hasta la entrada de la ciudad que esta vez se convertía en la de salida.

______ Ve y conviértete en un gran hombre, cachorro ______ se despidió Licaón.

______ Así será padre y el orgullo que sienta por mi cuando eso suceda será tan majestuoso como la ciudad que edificaste.

“hijo para mi eres el orgullo mucho más grande que el de esta majestuosa ciudad, desde que naciste” ______ pensó Licaón y dijo ______ cuídate mucho hijo mío.

Luego de escuchar esas palabras partieron los dos, maestro y discípulo. Cada uno llevaba una gran mochila con provisiones para el viaje y daruas de oro que les serviría para posada en la ciudad de Arsem.

Mientras se alejaba de la ciudad le darían alcance algunos de sus amigos con los cuales compartió infancia, le dieron un fuerte abrazo asegurándose que se volverían a ver muy pronto, el muchacho recibió con mucho afecto las despedidas de sus amigos y resistiéndose a derramar lágrimas se fue, haciendo todo lo posible para no mirar atrás, desde ese momento había comenzado una nueva aventura y una nueva vida en la cual dejaría de ser un niño y se convertiría en un hombre, era triste, antes que llegara Galeón el joven creía que pasaría su vida en su tierra natal, aprendiendo de su padre y los grandes guerreros que tenía Licantria, las pequeñas aventuras con sus amigos y las historias de su tío Aldurí que llegaba de ves en cuando y les contaba a los jóvenes sobre sus hazañas, siempre escondiendo algo y es que aunque la mayoría sospechaba que era una especie de agente secreto, este nunca lo admitió. Tantas cosas preciadas ahora las dejaba atrás y a partir de ese día en adelante sabia muy bien que lo que vendría seria desconocido y digno de aprender para poder juntar experiencia, que le ayudaría a convertirse en rey por sus proezas y no solo por herencia.  Después de unas horas de caminata continua Jageth decidió descansar.




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