Tierra Y Sangre yawar pacha, la guerra vampírica evanescente

20 años después: libro segundo.

20 años después

Libro segundo

Los cristales Del portal oscuro

LICANTRIA

Los licántropos, como se les decía, habían progresado mucho teniendo como ciudad a Licantria, que al igual que sus habitantes era próspera. Aquella ciudad era muy grande, teniendo muy bien establecida las reglas sociales. Todos eran respetados y tratados por igual, sin ninguna diferencia porque eran hermanos y esta ciudad al igual que sus licántropos tenía paz, paz después de tanto maltrato y marginación que padecieron hace y durante muchos años por sus propios hermanos los vampiros, los cuales los utilizaron como esclavos. El gran rey de esta tan maravillosa ciudad, era nada menos que Licaón Aldariuz, Aldariuz era el nombre de su padre que murió en la liberación de su pueblo, para honrar a su padre decidió tomar su nombre como apellido. Licaón era el mismo que colaboró con la misión, junto a Gabriel el iluminado y otros guerreros, para desactivación de La Fuente.

El rey Licaón tuvo un hijo hace diecisiete años. En el parto, la mujer no lo soportó y falleció. Su nombre era Ariel, perteneciente de la noble raza de los

Aguillian. Lión era el nombre que tenía su antigua y enorme ciudad. Ellos no participaron en los finales de la guerra contra los vampiros, ya que fueron una de las primeras ciudades atacadas por dichos monstruos, ya que esta estaba cerca de Scránican. En aquel entonces se encontraban en una situación pésima, así que los que huyeron se escondieron, para así tal vez salvar su existencia. Lo lograron y comenzaron de nuevo, formaron y reconstruyeron su ciudad en otra ubicación después de la guerra con las fuerzas vampíricas, que cayeron mientras se libraba la batalla en Camún.

Fruto del amor entre Licaón y Ariel nació su hijo al cual llamaron Jageth. El rey Licaón se preocupa por su hijo y su pueblo. Y se notaba que cumplía muy bien con su propósito, porque el pueblo licántropo estaba mucho mejor que antes. Desde que terminó la guerra, y a medida que pasaba el tiempo, los licántropos y su reino se ganaron el respeto y la confianza de muchos.

Las guerras se acabaron. Se dice que aun quedaron vampiros, pero de ellos poco o nada se sabe. Pero cuenta Licaón que Crión aún vive, ya que, en la pelea de la misión para destruir La Fuente, él huyó con el sujeto al que Gabriel llamó Luzbel y se llevaron La Fuente, aún quedaba la intriga si tal vez algún día podían volver a usarla; eso no se sabe, aunque Licaón está seguro que sí. Después de estos acontecimientos, veinte años no dejaron ni rastro, por más que buscaron en el castillo del monstruo y sus alrededores, no encontraron ni una pista. Aunque los vampiros quisieran atacar, con sus debilidades, simplemente perderían, además delatarían su posición y los guerreros los cazarían de día para así acabar por completo con ese problema.

Ningún reino se preocupaba mucho por los vampiros. Poco a poco, a las bestias se les restó importancia, no por ser menos, sino, simplemente, porque dejaron de atacar. Al parecer, ahora eran ellos los que tenían miedo de ser aniquilados y por eso preferían esconderse, tal vez esperando el mejor momento. Pero si se atrevían a cometer tal insensatez, los reyes de todo Resplandoria no dudarían ni un segundo en mandar cazadores para que los aniquilen por completo y los monstruos sabían eso. Donde sea que se oculten, mejor que se queden dónde estén y sin duda ellos también lo preferían así...

Continuará.




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