Tracey Shwartz se recargó contra el respaldo de la silla, la luz del sol la encandiló un poco a pesar de tener los ojos cerrados; de pronto, una sombra pasajera se posicionó sobre ella, cubriéndola de los rayos del sol por unos momentos, haciéndola recordar brevemente a Colt Swits, y ver tras sus párpados cerrados su enorme sonrisa.
Tracey había conocido a Colt en la despedida de soltera de una de sus mejores amigas de toda la vida: Itzel Félix. No tenía mucho tiempo de conocerlo, si acaso, el par de meses después de la despedida era el tiempo que tenía de tratarlo, y sin embargo, sentía que lo conocía de mucho tiempo atrás, de antes.
Además de guapo, Colt era encantador y coqueto y tenía un cuerpo que la hacía sentir caliente y por eso no solo era su amigo, sino uno con derechos y todo era sencillo, hablar con él era fácil y llevadero, las cosas no se complicaban de ninguna manera y los dos sabían que no era algo para compromiso y los dos lo tenían claro.
Quien realmente le gustaba a Tracey para un noviazgo, resultaba ser el actual novio de su propia hermana, Hugo Young, a él también lo había conocido en la despedida de Itzel. No era que una vez que Hugo Young empezó a salir con Amber que le empezó a gustar, sino que fue algo de primera vista, le había gustado desde la primera vez que lo vio en la boda, probablemente actuó muy lento, porque cuando menos lo pensó, él ya estaba saliendo con Amber.
El repentino tintineo de un mensaje entrante apartó a Tracey de sus pensamientos, eran las noticias de la tarde que informaban que una tormenta en el norte había empeorado. Un par de semanas atrás, Colt le había dicho que iría al norte, no recodaba la ciudad, a poner en orden un par de asuntos, Hugo también iría; según el plan, Amber acompañaría a Hugo, pero unos asuntos de la universidad no le dejaron tiempo libre a su hermana, sería una mentira si Tracey dijera que se sintió mal por Amber.
A decir verdad, desde que Colt se había despedido de ella, Tracey había tenido un mal presentimiento, pero no sabía a qué se debía, aquel mensaje vespertino no había hecho más que inquietarla más. Entonces, pronto el timbre de una llamada entrante.
—Hola, Amber. -saludó Tracey.
—¿Qué tal, hermana? -preguntó Amber.
Algo en la voz de Amber hizo que el mal presentimiento fuera más intenso y todavía no sabía por qué.
—Pues aquí todo bien, ¿y tú? -todo lo dijo en automático-. Estoy en un café, ¿vienes?
—Ahorita no puedo. -dijo Amber muy seria, algo que acrecentó el mal presentimiento que tenía Tracey-. Voy con Hugo.
—¡Qué bueno! ¿Por fin te desocupaste de tus cosas de la uni?
—No es eso. -contestó-. Es que…
Esa pausa casi hizo gritar a Tracey.
—¿Qué pasa? -preguntó con la voz muy queda.
—Me habló Hugo, me dijo que hubo un percance. -dijo Amber al otro lado de la línea-. Iré a ver cómo está.
—Colt estaba con él, ¿verdad? ¿Te dijo cómo está?
—Sí a las dos cosas. -respondió Amber.
—¿Qué te dijo de Colt? -preguntó Tracey.
—Hubo un deslave y no encuentran a Colt.
—Perdido… -murmuró Tracey y la palabra le supo amarga.
De inmediato colgó la llamada con Amber y marcó rápido el número celular de Colt, pero solo daba el tono de llamada, hasta enviarla a buzón, así paso todas las veces que marcó.
—Contesta, idiota. -declaró con la vana esperanza de que lo que su hermana le había dicho fuera una equivocación, que no fuera Colt el desaparecido, o bien, que fuera alguna broma estúpida para probar alguna pendejada de él.
Tan pronto Tracey entendió y aceptó que Colt no iba responder las miles de llamadas que le hizo, se resignó a llamar a Amber, le pidió toda la información que supiera y al final le dijo que la acompañaría.
Debido a las condiciones climáticas por el norte, no había transportes directos, sin embargo, para sorpresa de Tracey, llegaron César y Jared, ellos tenían preparada una camioneta, en la que venían también Itzel y Nubia, las dos se subieron y así emprendieron el viaje.
Tan pronto llegaron, Amber se encontró con Hugo, a quien abrazó y besó como si no lo hubiera hecho en años. Había muchas personas mal heridas,
No había sido posible conseguir un vuelo o un viaje en autobús, las consecuencias de la tormenta habían afectado tanto le aeropuerto como las carreteras; sin embargo, fue una gran sorpresa para Tracey que César y Jared llegaran con un camioncito en el que no solo venían sus amigas, Itzel y Nubia, sino que también un grupo de personas, aunque pronto se le pasó la impresión.
Pasarían varios días antes de empezaran a encontrar a las personas desaparecidas, algunos regresaron vivos y otros no; y mientras más tardaban en encontrar a Colt más preocupada y desesperada se sentía Tracey. En las noches más oscuras, cuando más exasperada se sentía, se daba consuelo al imaginar que él estaba bien, que era bueno que no encontraran su cuerpo, eso podía significar que no estaba muerto.
Ni bien había cerrado los ojos para descansar cuando de pronto escuchó los golpes contra la puerta. Preocupada, Tracey se levantó y abrió la puerta.