El caballero se postró sobre su dama en el lecho de muerte, vivía en un escalofriante sueño este la tenía atrapada sin salida perdida en un mundo paralelo, un hechizo fue el causante de tanto dolor, pasando los días, agonizando a su lado miró a su montero y le dijo -esto se acabó iré en su busca aunque deba traspasar los muros de dicho sacrilegio, el montero asombrado intentó todo por salvar la vida de su señor, su lealtad iba más allá de lo establecido, intento parar sus pasos -si entras en ese mundo de oscuridad estás perdido -le insistió pero de nada sirvieron sus palabras de prevención, el joven agarró su corcel en busca de la bruja más malvada del valle , la original criaba malvas tras su estocada la única k podría deshacer dicho encantamiento ya no habitaba en en el mundo de los vivos con lo cual su única esperanza era aquella hechicera que por su reputación quizás conseguirá romper dicho embrujo. Se acercó a su morada está con ojos hechiceros observaba el cuerpo de la muchacha, las lagrimas de su amor deslizaban sobre su linda y hermosa cara, no deseaba separarse ni un momento de su lado,aunque ella no estaba presente. La bruja fue muy diáfana el encantamiento era complicado, este debería dar su alma y quedar dormido su cuerpo para rescatarla, -no pierdas el hilo, la luz k te acompaña, piensa en ella no te entretengas con nada, la encontrarás en una mazmorra que solo tú amor abrirá esas puertas de clausura, si estás dispuesto a recorrer ese sendero en busca de tu amada yo desde aquí haré lo posible por vuestra vuelta. No se lo pensó aunque su montero le suplicó una y otra vez que aquel que traspasara la línea de la muerte nunca más podría regresar y si así fuese no sería el mismo zagal. Se tumbó al lado de su bella dama agarrado a su mano sin soltarla quedó atrapado en el mismo sueño donde quizás ella se hallaba. El lugar era indescriptible, temeroso el sendero que rodeaba en imágenes figuras siniestras del mismo infierno alumbrado con la escueta luz que se suponía era la bruja guiando su camino de lamento, gritos, horror, este intento no entretenerse en el camino ni siquiera mirar el temor ,paró sus pasos en busca de su eterno amor. Después de un buen y largo camino de ofuscación y rodeado de aquella densa y negra niebla que envolvía el lugar encontró las mencionadas mazmorras y en ellas su gran amor llorando pidiendo clemencia por su deseada libertad. El joven al ver su brillante y húmeda mirada fruto de sus lamentos abrió su corazón de par en par y gritó te quiero...Las puertas se expandieron, fundiéndose en un deseado beso, sellando su gran amor eterno mientras se derrumbaba el averno, las figuras tenebres caían sin piedad al precipicio sin fondo y ellos se abrazaron luchando contra la ira del encantamiento. Despertaron en su alcoba el montero no daba crédito al ver sus llegadas y la bruja se despidió al ver su tarea finalizada.....