Tinta y huellas

25 - Elegía a un amor

Te fuiste como se van las horas,
a veces despacio, a veces deprisa,
pero siempre igual, para no volver.

Te fuiste una mañana,
que se va sin preguntar
y sin decir por qué.

Te fuiste como fruto
que del árbol cae
sin regresar después.

Te fuiste así, callada,
sin miradas retrospectivas,
igual que el salmón que va del río al mar,
pero sin poder regresar.

Te fuiste igual que las hojas,
que dejan las ramas para no volver.

Te fuiste sin que pueda alcanzarte,
sin decirme nada, dejándome solo

 y a un me pregunto: ¿Por qué…?
¿Por qué Dios así lo quiso?




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