Caminar neblinosa te vi ayer,
libremente en el lago de mis sueños,
como mariposa que se aleja,
dejando un palmípedo que se muera.
Atraparte, quise atraparte entre larvas,
chapullo de tantos desvelos.
Crisálida inerte entre flores silvestres
desde siempre a ti te he amado.
En metamorfosis te veo, grácil mariposa:
miríficas y alígeras en tu vuelo.
Tus alas van revoloteando por las flores,
en el vergel alean y alean y ellos alean contigo.
Dentro del epigastrio, todo el sistema digestivo,
ellas vuelan y vuelan, undívagas en el mar
se vuelven noctilucas, luciérnagas en ojos,
mil flores y quimeras, y mi noble utopía.
Por ti, falto de lluvias nacían arcoíris,
totales eclipse a medio día y anillos de Saturno,
incluso en tus ojos mágicos, veía unicornios,
y fugases estrellas, que deseos no concedían.
Sí, una hermosa ilusión, una noble utopía
que ayer desvaneció porque no me querías.