Tirso y el misterio de las reses desaparecidas

El consejo

Tirso se pasó por la casa de Plinio y recogió la lampara que este le dio. De ahí se fue a la mina donde habitaban los Kks.

Después de internarse en la mina y caminar por un rato. Un tipo de unos vente años le saltó encima, y le colocó una macana de hueso en el cuello.

—¿QUIEN ERES? –preguntó el tipo en lengua Kk.

—Vengo en son de paz –respondió Tirso en lengua Kk.

—Tu destino será decidido por el consejo.

El tipo se puso de pie, y empezó a llevar a Tirso todavía mas adentro de la mina. Después de un rato Tirso y el tipo llegaron hasta donde estaban los demás miembros de la tribu.

Los miembros de la tribu formaron un circulo alrededor de Tirso. Un anciano se acercó a Tirso.

—¿Quien eres y por que estas aquí? –preguntó el anciano en lengua Kk.

—Me llamo Tirso y vengo buscando unas reses.

—No ejecutamos a quien no ha cometido ningún delito, pero has visto demasiado, ahora te tendrás que quedar aquí. Kkravito será tu mentor.

Un joven se le acercó a Tirso y le dijo:

—Hola mi nombre es Kkravito y seré tu guía.




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