El la despensa, Tirso empezó a observar como Kkravito separaba la piel de las ratas y la ponía en un recipiente especial,luego separaba el cerebro y lo ponía en otro recipiente, finalmente ponía la carne en otro recipiente.
—Es hora de asar la carne –exclamó Kkravito.
Kkravito llenó una hoya con carne de rata y la llevó hacia una hoguera. En la hoguera ensartó la carne en unos huesos, y los clavó en la tierra al lado de la hoguera. Luego se sentó y Tirso le siguió.
Mientras se asaba la carne Tirso empezó a reparar la ropa de los Kks. Todos, incluyendo las mujeres que mostraban sus pechos, tenían solo un taparrabos de piel, seguramente de rata.
—Deben usar el cerebro de las ratas para curtir sus pieles –pensó Tirso en silencio.
Después de un rato, la carne estuvo lista.
—Ya está -exclamó Kkravito.
Todos los Kks se aproximaron y tomaron una porción de carne.
—Toma un poco –le dijo Kkravito a Tirso.
Tirso tomó una porción y todos empezaron a comer.