Al día siguiente Tirso invitó a Plinio a su rancho a una partida de Póquer.
—La tal “Resistencia” es un engañabobos –exclamó tirso mientras jugaban.
—¿De que hablas? –preguntó Plinio.
—Oí una conversación entre el comendador y el director del Telesforo.
—¿Quieres decir que no es tan sencillo como esperar a que todo lo haga otro?
Plinio se quedó pensativo por un instante y luego dijo:
—¡LO TENGO! Hay una antena en la bodega donde tienen la máquina de diferencia, con una comenta, hilo y una llave podríamos hacer que un rayo caiga en dicha bodega, reduciéndola a cenizas.
—¡NO LO PUEDO CREER! ¡LE ACABAS DE ENCONTRAR UNA APLICACIÓN A TU ESTÚPIDA CIENCIA!