Titanes Abisales: Runas perdidas

15.Secretos del abismo

El interior de la mina había sido reformado, reforzando los soportes y ampliando los túneles para dar espacio a los guardias. Al llegar, un escuadrón de soldados salió arrastrando con cadenas a una de las sanguijuelas oscuras.

—¿Cuántas más necesitan? —preguntó Yaya— En la colonia vi por lo menos tres enjauladas.

—Los sacerdotes quieren todas las que podamos llevarles, ni idea de para qué —aclaró Kiano, tras chocar los cinco con el líder del escuadrón, que pasó de largo.

—Ok, repasemos la formación —la sargento se adelantó, revisando su revólver por última vez—. Kiano, como tienes más experiencia, irás primero. Después iremos Yaya y yo, luego Valeria junto a Jhonatan, y por último Luis protegiendo la retaguardia.

El grupo asintió. Al regresar la vista a la entrada, vieron que Kiano ya los había dejado atrás.

—Por Zoé... Bien. Vayan entrando. Valeria, ven acá. —Todos entraron, dejándolas solas.—Desenfunda.

Valeria rápidamente tomó su revólver calibre 38, apuntando al frente. Su aspecto compacto lo mostraba como un arma de defensa personal. La sargento corrigió pequeños detalles en su postura, suspirando.

—¿Todo listo?

—¡Sí! Tengo todo lo que necesito aquí —agarró la gran mochila en su espalda.

—Bien. ¿Las tres normas básicas?

—Nunca apuntarse a uno mismo ni a otros, no poner el dedo en el gatillo hasta que vayas a disparar y nunca guardar el arma sin seguro... ¡Aunque creo que sería mejor si uso las runas que desarrollé! —En su mano izquierda manifestó una bola de fuego.— Es una gran oportunidad para...

—Apaga eso, no hemos probado tus poderes en combate real y no se me ocurre peor lugar que este para testear tus experimentos, limítate a usar tu arma. Mantente cerca y no bajes la guardia, mija. —A pesar de ver su decepción, la sargento se mantuvo firme. Le quitó el seguro a su revólver y ambas bajaron.

El abismo se veía muy diferente. El camino había sido marcado por balizas con cristales titán rojos que mantenían el camino iluminado, alejando a las sanguijuelas negras. Dos elegidos de Ngai montaban guardia en la primera baliza, vistiendo igual que Kiano.

—Jambo, ¿algo interesante? —preguntó Kiano.

—Jambo, no, solo... ¿¡Otra vez tú!? ¡Ni mara ya tatu unaingia!

—Usijali, hakuna kitakachotokea kwangu.

Kiano pasó de largo tras darle una palmada en la espalda. El grupo siguió adelante manteniendo la formación. La zona donde habían encontrado restos de un campamento había sido limpiada, y las paredes excavadas para recuperar los cuerpos. El ambiente se sentía mucho menos opresivo que la última vez, pero aun así no bajaron la guardia.

—Puedo preguntar... —Valeria volteó a ver a Jhonatan.— ¿Dónde está tu arma?

—¿Arma? Ah, no, yo no soy un luchador. Considérame solo tu tiquete de salida. Si algo pasa, solo disparen la bengala o usen la radio y bajare a rescatarlos.

—Oh, entonces, ¿es verdad que las llamas de Kukulkán son frías?

—Sip. —se quitó el guante, cubriendo su mano con llamas plateadas.

—Wow... —Valeria hizo lo mismo para sentir las llamas. Frías al tacto, las llamas de Jhonatan crepitaban con fluidez.

—Mis llamas no sirven para matar sanguijuelas, pero sí me dan la velocidad para hacer muchas otras cosas.

Después de media hora sin problemas, llegaron a la última baliza, donde se había montado una pequeña barricada con otros cuatro guardias de Ngai. Detrás de la barricada había una barquilla metálica para salir de emergencia. Hablaron con los guardias, quienes abrieron la barricada tras entregarles más balizas que debían plantar en su camino, dejando a Jhonatan atrás. A pesar de que la luz roja de las balizas les permitió ajustar sus ojos a la oscuridad, apenas podían ver más allá de sus narices, como si la oscuridad fuera una espesa neblina.

—Me toca. —Kiano se estiró.— Termino en un minuto.

Kiano se adelantó, perdiéndose en la oscuridad por unos segundos, hasta que las marcas en su cuerpo comenzaron a brillar. De su espalda baja sacó un machete cuya hoja estaba esculpida de un cristal titán. Mientras sacudía el arma, parecía murmurar oraciones para concentrarse. El brillo que emanaba se reflejaba en los cuerpos aceitosos de las sanguijuelas que lo rodeaban, hasta que su cuerpo entero fue cubierto en llamas tan intensas que el calor liberado alejó a las sanguijuelas justo antes de que apuñalara el suelo, generando a su alrededor un tornado de fuego que alcanzó los 10 metros de altura, convirtiendo en cenizas a las sanguijuelas a 30 metros a la redonda.

—Despejado.

Afirmó Kiano tranquilamente antes de seguir apagando las llamas. El grupo se apresuró a seguirle el paso. Valeria contuvo su emoción a ver esa muestra de poder, ya no tenía que preguntar por qué los elegidos de Ngai no usaban un traje, solo sería una molestia y probablemente lo quemarían. Avanzaron más despacio, plantando balizas cada 10 metros. Al poco tiempo se toparon con los restos de otro campamento, una carpa solitaria que fue parcialmente tragada por la pared. Montaron un perímetro, dejando a Valeria y a Yaya investigar, saliendo con un diario y un par de libros.

—¡Creo que recuperamos un pedazo de historia! —mencionó Valeria. Levantó los libros, que estaban sellados en bolsas de plástico, protegiéndolos de la humedad. Al abrir la bolsa, sacó el libro más grande.— Creo que es un libro de biología... pero no entiendo qué...

—Yo me ocupo. —Yaya tomó el libro.— Está en inglés, era uno de los lenguajes más comunes antes de la inundación. Vamos a ver.

Comparó las notas del libro con las del diario, pasó un momento leyendo con cuidado hasta llegar a una página particular del libro.

—Hm... Curioso.

—¿Qué pasa?

—Estos son los restos de un biólogo. Bajó aquí para estudiar el raro ecosistema y se encontró con... bueno, ya sabemos —señaló a la oscuridad con la mirada. Aunque no se acercaran, sabían que estaban ahí, esperando la oportunidad.— Resulta que en esa época, las sanguijuelas no tenían nada que ver con las que tenemos ahora.



#2858 en Fantasía
#3502 en Otros
#406 en Aventura

En el texto hay: fantasia, aventura accion drama, fantasía ficción

Editado: 18.05.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.