Titanes Abisales: Runas perdidas

27. Primer paso

En la mañana, en el campo de tiro, Carolina probaba los revólveres Sua una vez más, preparándose para su nuevo cargo como "asistente". Disparaba con lentitud para el estándar de un elegido de Zoé, pero su puntería casi perfecta lo compensaba. Valeria estaba detrás, supervisando la prueba.

—Ok, relaje un poco los hombros y...

—A ver, niña... ¿olvidaste quién te enseñó a disparar?

—Eh... sí, ok... lo siento.

—¿Empezamos el día de mal humor? —preguntó Ricardo, que llegaba caminando despacio, con sarcasmo evidente en la voz.

—No empieces, Ri... Por Zoé, ¿qué te pasó?

Ricardo se veía desarreglado. Sus ojeras mostraban que no había dormido, y por sus movimientos lentos se notaba agotado.

—Tuve una mala noche... pesadillas.

—Sí... lo entiendo bien —dijo la sargento con desgano—. Ven, siéntate y toma algo.

Ricardo se sentó junto a Valeria, viendo a la sargento practicar.

—¿Pasó una mala noche, señor?

—Algo así. Se me acumuló mucho trabajo y tuve que... reorganizar mi lista de tareas. El estrés no me dejó dormir. En fin, te quería preguntar... Cuando el cardenal vaya a las tierras altas, irás con Carol, ¿verdad?

—Pues... sí, todos iremos. No hay forma de que deje a la sargento sola en este momento —aunque ya lo habían hablado, vio un claro pesar en los ojos de Ricardo al confirmarlo.

—De acuerdo. Escucha, necesito que hagas algo: ahora que Yaya no está, necesitan a otro médico de combate. ¿Te ves capaz de cumplir ese rol?

—¿¡Yo!? Pero Jhonatan tiene entrenamiento en primeros auxilios y...

—Lo sé, y aún así sería más seguro si más miembros tienen esas habilidades: cómo tratar cortes, punzadas, quemaduras, etc. Ambos estaremos cerca de Carol en todo momento para tratar cualquier inconveniente.

—Ok... ahora entiendo. Pero... ¿estás seguro de que nos quieres acompañar?

—Por supuesto.

—Entonces que tengo algo para ti.— Valeria rápidamente fue a buscar su mochila y sacó un objeto alargado, envuelto en tela, para dárselo a Ricardo.

—Esto es... —Retiró la tela, desvelando un rifle de repetición con un armazón negro, donde las runas a lo largo marcaban un bello contraste. El primer prototipo de los rifles Sua—. No... no lo merezco.

—¡Relájate! Es el primer prototipo. Necesito tenerlo listo para cuando nos despleguemos. Así que... ¿Quieres ser el primero en probarlo?

Ricardo vio el rifle, agotado, con una mezcla de emoción y culpa deformando su sonrisa. Levantó la mirada y vio cómo Carolina había dejado de disparar para esperarlo. Se levantó, tomó las balas que le dio Valeria y se puso junto a Carol mientras colocaba la batería en el compartimento. Respiró profundo, colocándose en posición. Sus manos dejaron de temblar, dando paso a un pulso firme mientras alineaba la mira con el objetivo.

—¿Listo para volver al ruedo? —preguntó Carol, recargando el revólver.

La cabeza de uno de los cartones con forma de sanguijuela fue destrozada con un disparo limpio, sirviendo como una clara respuesta. Con una sonrisa, Carolina lo acompañó disparando varias rondas, destrozando el centro de cada objetivo. Se embarcaron en una competencia por ver quién destrozaba más objetivos hasta que solo quedó uno en pie. Ambos vieron que no tenían más balas asi que recargaron tan rápido como pudieron... hasta que una pequeña bola de fuego pasó entre ambos, impactando en el objetivo. Voltearon a ver a Valeria, que los miraba con una sonrisa pícara y victoriosa mientras soplaba la llama en su dedo. Carolina y Ricardo se rieron, en vez de molestarse, mientras dejaban las armas en la mesa.

—Eso fue... refrescante.

—¿Sí, verdad? Aún no me creo que logramos darles casi la misma potencia que un arma normal. Esa niña aún no deja de sorprenderme... —Al volver a verlo, notó cómo ese semblante sombrío volvía a cubrir a Ricardo—. Hey... ¿qué te está pasando? ¿El cardenal te llamó o algo?

—No... bueno, algo así. Solo estoy cansado.

—¿Cansado de qué?

—No... solo... siento que... —Miró el campo y meditó sus palabras con cuidado—. ¿Alguna vez te conté por qué quería escalar en Asuntos Internos?

—Sí... pero recuérdamelo si quieres.

—Pfff... el departamento de Asuntos Internos es el lugar más sencillo para obtener contactos, contactos que me permitirán aumentar mi influencia para tener un poder de decisión tal que me permita tomar medidas para generar el cambio que nuestro pueblo necesita.

—Sí, ahora lo recuerdo. ¿Pero no lo has conseguido ya? Digo, Asuntos Internos ha expandido sus responsabilidades mucho más allá que la corrupción interna en la milicia y demás. Como director, ¿no deberías...?

—Sí puedo. Puedo hacer muchas cosas, Carol. Pero... ya no sé si estoy dispuesto a sacrificar lo poco que me queda para...

—Ricardo —lo interrumpió Carolina, apoyando su mano en su hombro, tratando de mostrar simpatía—. Eres más fuerte de lo que crees. No importa lo que sacrifiques, yo seguiré aquí. Sea cual sea el proyecto en el que estés trabajando, estoy segura de que lograrás sacar lo mejor de ello.

Ricardo mantuvo la vista en el campo, incapaz de verla a los ojos. Mientras, Carolina tomó de nuevo el revólver y practicó apuntar con una mano.

—No... ¿no me preguntarás en qué estoy trabajando?

—¿Me lo dirías si lo hiciera? Suena a un proyecto confidencial de Asuntos Internos, ¿o me equivoco? Es mejor que no me digas.

—Sí... es algo así. —Afirmo con la mirada fija en el horizonte.

—Si tienes pesadillas... te puedo recomendar un psicólogo. Hace poco empecé a ir y... no es tan malo como creí.

—¿Tú...? ¿En el psicólogo...? Eres la última persona que pensé ver ahí —dijo sorprendido, soltando una risita.

—No eres el único con pesadillas. Luis me lo recomendó. Me ayuda a aclarar mis ideas, a comprender mejor qué pasó esa noche... en el pueblo.

—¿Aún piensas en eso?

—¿Cómo no hacerlo? Esa noche vuelve a mi mente muy seguido y piendo... ¿qué pude haber hecho diferente para prevenir lo que pasó? Atascarme en pensar en lo que pude haber casi... Me destruye. —disparó, destruyendo un objetivo a setenta metros—. El punto es... que a pesar de los problemas, confío en que podrás resolverlo. Y si no... no olvides que cuentas con nosotros. En especial, conmigo.



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En el texto hay: fantasia, aventura accion drama, fantasía ficción

Editado: 21.07.2025

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