Tocando Fondo

Capítulo I: Nicole Brown

— ¡Qué emoción! El equipo de fútbol volvió a ganar en el partido de anoche, imagino que estás muy feliz por Patrick, ¿no es así, Nicole? —Isabela me mira directamente a los ojos mientras mueve las cejas de manera cómica, la cual es imposible no hacerme reír.

—Sí, estoy muy feliz —cómo no estarlo luego de ver a mi novio anotar el gol ganador—, ¿irás a la fiesta que organizaron para hoy los del equipo? Yo no podré ir, debo asistir a una cena importante para mi papá, ya sabes, cosas de alcaldes y campañas para su reelección.

— ¡Ay, no me digas eso! —Su puchero fue demasiado exagerado— Pensaba que irías, sin ti no me divertiré tanto.

Isabela es mi mejor amiga desde el jardín de niños y siempre está aquí para mí, ya saben, la mejor amiga que toda chica necesita tener, nunca se ha separado de mí a pesar de haber absorbido un poco de mi popularidad, vamos, ser la mejor amiga de la hija del alcalde y la novia del capitán del equipo de fútbol te da un poco de renombre y también demanda por aquellas que quieren tener su lugar y hacen todo lo posible por obtenerlo, pero vamos, yo nunca permitiría que se alejara de mí.

Mi vida es simplemente perfecta y envidiable, tengo al novio perfecto, tengo la familia perfecta, mi padre alcalde, mi madre hermosa, mi hermana mayor universitaria con el mejor promedio de su clase. Cualquier adolescente quisiera mi vida.

***

— ¡Nicole, llegaremos tarde, apúrate!

— ¡Ya voy, Natalia!

Termino de ponerme los aretes me echo una última mirada en mi espejo de cuerpo completo para ver alguna clase de imperfección en mi vestido o cabello, salgo con paso apresurado hacia la puerta de entrada donde me espera mi hermana ya que mis padres salieron más temprano y yo me iría con ella en su auto.

— ¿Me puedes explicar por qué tardas tanto en arreglarte siempre que debemos salir? Llegaremos muy tarde y se ve mal que las hijas del alcalde lleguen retrasadas a la cena.

—Lo siento —Simulo ser una bebé a punto de llorar y ella ríe—, pero ya estoy, vamos.

Y así fue, nos subimos al auto y luego de 15 minutos de manejo mientras escuchábamos canciones de Ed Sheeran paramos frente a la entrada del hotel más famoso de la ciudad donde había un gran pendón con una fotografía de nuestro padre en representación de su campaña.

Mi hermana le dio las llaves al valet, entramos para dirigirnos al salón y para no exagerar, habían unas trescientas personas ahí adentro, tal vez más, el salón es tan grande que puedes perder a tu acompañante si se descuidan. Logro ver a mi padre y está hablando con muchos hombres sobre su plan para su próximo periodo y un poco más adelante está mi madre sentada en una mesa hablando con sus amigas, esposas de socios de mi padre y bueno, estoy preparada para otra noche aburrida.

Estoy en la mesa de dulces tomando una pequeña tartaleta y cuando la dirijo a mi boca un chico me tropieza y hace que me manche todo el labio superior y un poco la nariz.

— ¡Lo siento tanto! De verdad no era mi intención, por favor, déjame ayudarte.

Extiende su mano en dirección a mi cara pero antes de llegar le quito la servilleta y me limpio yo misma

—Oh, no te preocupes, lo hago yo misma, total, fue un accidente, ¿no?

—Sí, sí lo fue, igual estoy muy apenado contigo —Se queda mirándome fijamente—. Mi nombre es Alonso, mucho gusto.

Su mano se abre y la pone en el medio de los dos para que se la tome y así lo hago.

—Yo me llamo Nicole. —Le sonreí estrechando su mano.

Esa noche hice un nuevo amigo y después de todo puedo decir que mi noche no fue aburrida, «milagro, no me aburrí en un evento de mi padre, pide un deseo que estamos de suerte».

***

—Hola, mi cielo. —Me da un beso en la mejilla al momento que llego al desayunador.

—Hola, papá, ¿cómo va todo?

Me acerco a la nevera, saco la jarra de leche y luego voy al gabinete por una caja de cereal.

—Todo va muy bien, los resultados de las encuestas dicen que seré reelecto, en esta ciudad me aman, lo hemos hecho muy bien —Su sonrisa de "todo lo que hago es perfecto" se plasmó en su rostro—, tengo la mejor familia del mundo.

Mi padre me acompañó todo el rato que desayunaba, mi madre había salido junto con Natalia y sólo estábamos nosotros dos en la casa. Hablábamos sobre mis clases en el colegio y sobre mi novio, Patrick.

Patrick se había ganado la confianza de toda la familia, era como un hijo más para mis padres y, ¿cómo no serlo? Siempre está pendiente de mí, está pendiente de mi madre y mi hermana, ayuda a mi padre en asuntos de la casa «repito, mi vida es perfecta».

Mis pensamientos fueron interrumpidos con el tono de llamada del celular de mi papá, él se levanta de la mesa para atender la llamada y cinco minutos después asoma su cabeza por la puerta de la cocina.

—Vístete, tengo que dar un discurso en dos horas, tu madre y tu hermana ya están allá organizando unas cosas, nosotros salimos en 30 minutos.



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En el texto hay: drogas, drama, relatoscortos

Editado: 27.04.2019

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