Rodney: ¿Estás bien?
Miro el mensaje y me pregunto, ¿Por qué piensa que no podría estarlo? Le doy un vistazo a Alex quien está conduciendo tranquilamente y moviendo su cabeza al ritmo de la canción.
Respiro profundo y le contesto:
Yo: Estoy bien.
Rodney envía otro mensaje rápidamente.
Rodney: Pensé que te ibas a ir con Marcia y las demás a arreglarse.
Yo: Sí pero, antes quisieron pasar a comer. Después iremos a todo eso.
Rodney: ¿Y a donde van ahora?
No tengo idea así que miro a Alex. —Eh, ¿A dónde es que vamos ahora? —pregunto.
Alex se acomoda el cabello. —Un lugar donde vamos seguido llamado Yellow Mellow.
—Ah, ya veo —respondo, vuelvo a ver hacia la pantalla y escribo mi respuesta a Rodney, indicándole el lugar.
Bloqueo mi teléfono y levanto la mirada, el cielo se ha llenado de más nubes y el viento ha aumentado un poco, puedo sentirlo mientras Alex conduce lento por el tráfico de la tarde.
—Um, parece que lloverá —digo, solo para rellenar el silencio entre nosotros.
Alex mira hacia arriba un segundo. — ¿Lo crees? —sonríe—. No te preocupes, puedo subir el techo con ese botón.
No es que estuviera preocupada, solo estaba haciendo conversación.
—Es ahí —anuncia luego de cruzar a la derecha.
Yo miro el lugar por fuera. Tiene un diseño asimétrico, con bordes puntiagudos, vidrios altos y paredes negras. El título del lugar está al medio con letras doradas.
Alex entra al estacionamiento, se coloca frente a la entrada. —Listo —junta sus manos—, vamos a ver si ya llegaron los demás.
Tomo mis cosas y salgo del auto al mismo tiempo que Alex. Yo veo hacia adentro preguntándome si está bien dejarlo así, afuera, pero él parece acostumbrado a dejarlo descubierto.
Veo que hay algunos guardias de seguridad así que tal vez, ellos lo cuidarán. También noto que no es el único auto nuevo de por aquí, muchos se ven así y bueno, esta zona es donde se encuentran las tiendas costosas y los restaurantes muy caros. Supongo que todas estas personas saben a dónde ir y no temen que les roben nada.
Entramos al lugar, Alex sostiene la puerta por mí y me sonríe, yo le agradezco con la mirada hacia el suelo.
Es un lugar amplio, con mesas de cristal y un techo muy alto. A un lado está el mostrador y una barra con servilletas, cubiertos y distintos tipos de endulzantes.
—Ahí están —Alex señala al fondo.
Quienes ya llegaron son los chicos y Marcia, aun no nos han visto por lo que continúan hablando y riendo entre ellos. Al estar a unos pasos de la mesa, Louis levanta su rostro y saluda.
—Llegaron —anuncia.
Jason resopla. — ¿Por qué se tardaron, Alex? ¿Qué estabas haciendo con Cassie?
Alex niega. —Nada, había tráfico.
Matt voltea su rostro para vernos de lado. —No es cierto, llegamos rápido, creo que ustedes dos estaban ocupados en algo más.
Todos los chicos se ríen, yo aprieto los dientes.
Marcia sacude su mano a su derecha, al asiento vacío. —Ven aquí, Cassie, siéntate conmigo.
Louis la empuja suavemente con su hombro. —Deja que se sienta al lado de Alex.
Vuelven a reír.
—Mejor que Cassie escoja —David se cruza de brazos recostando su espalda en el respaldo—. ¿Quieres sentarte cerca de Marcia o Alex?
No digo nada, solamente me muevo hacia el otro lado de la mesa donde está Marcia. Ellos se ríen y molestan a Alex, él no parece afectado en lo más mínimo.
—Ya, no la molesten —pide Marcia—, son tan fastidiosos.
—No lo hacemos para molestar —Matt afirma—, solo nos divertimos, ¿verdad que es divertido, Cassie?
No lo es. —Sí…
Un grupo de voces y risas se escucha en la puerta, el resto de las chicas ha llegado y un par de ellas aplauden mientras sueltan carcajadas ruidosas. Ellas caminan con la espalda recta, sin miedo de nada, no creo que les importe lo que las personas digan de ellas y envidio eso. Quisiera ser así.
—Ahí están —señala Carmen y corre donde está Jason sentado—, ¿Qué me compraste?
—Aun nada, muñeca —responde y ella arruga la nariz.
Kelly pasea sus ojos por la mesa y luego se detiene en mí. Creí que iba a decirme algo pero no lo hace, solo me mira mientras los demás hablan entre ellos cruzando sus voces.
—Bien, chicos —Carmen da un aplauso—, vayan por nuestras bebidas, ya todos saben que queremos.
—Dinero —Matt extiende su mano—, hoy no las vamos a invitar.
Nova se sienta en la esquina de la mesa y le guiña un ojo. — ¿Seguro?
Matt rueda los ojos. —No, no uses eso conmigo, ya entendí que no me darás nada.
Todos ríen, excepto yo. Tienen tantas bromas y anécdotas de las cuales yo no formo parte.
Kelly toma su teléfono y se dirige a Elize cuando dice: —Le preguntaré a Rod si quiere pasar por aquí.
—Lo llamé —Alex avisa—, pero dijo que está ocupado, tiene cosas que hacer.
—Estoy segura que no tiene nada que hacer —Kelly sonríe—. Ya chicos, díganme, ¿sale con alguien en secreto?
Jason se encoje de hombros. —Salir seriamente, no.
Matt completa: —Pero no dudamos que se vea con alguien —hace una pausa y sonríe de lado—, o varias por ahí.
—Rod es muy reservado con eso —David afirma—, si alguien supiera algo, ese sería Alexander.
Alex levanta las manos. —Ni a mí me dice, pero no pierdas la esperanza, Kells.
Ella bufa. —Rod es un gusto, no una necesidad —lanza su cabello hacia atrás, su cabello es largo y negro, es muy lindo—. Mientras tanto, me divierto con otras personas.
Marcia ríe un poco y luego se detiene cuando tiene la mirada al frente, en dirección a la puerta. —Oh, parece que tus deseos se han vuelto realidad.
Ella junta sus cejas. — ¿Por qué?
Marcia mueve su rostro para señalar, todos miramos en esa dirección y es Rodney entrando al lugar.