Toda Mi Mala Suerte

13

—Hora de arreglarnos —Elize se levanta del sofá.

Hasta ahora solo he pasado el resto del tiempo sentada en la esquina del sofá mientras ellas se colocaron unas mascarillas, se depilaron y se tomaron algunas fotografías. Me hubiera gustado formar parte de todo eso pero no parecía bienvenida, ellas se secretearon en voz baja y se reían.

Kelly asiente, mira la punta de su cabello. — ¿Me lo aliso?

Marcia niega. —Solo hazte una trenza, el día está raro y si llueve se te esponjará.

—Necesitamos música —Carmen afirma—, yo la pongo.

Ordena en voz alta que reproduzca una canción para que el asistente virtual de la casa lo haga. Tiene un buen ritmo, con guitarras acústicas y una voz masculina.

—Vamos a mi closet —pide Kelly—, tomen lo que quieran, menos el vestido rojo, ese es mío esta noche.

—Vas determinada, ¿no? —Carmen le dice.

Kelly se encoje de hombros. —Alguien va a ser mío esta noche.

Ellas ríen, yo miro fuera de la ventana.

Kelly me habla: —Cass… Cassie, ven aquí —me levanto—, vamos a ver que te puedo prestar.

Sonrío con los labios apretados. —Um, está bien, voy a ir con esta ropa.

Elize bufa. —No si quieres verte bien.

— ¿No has ido a una fiesta antes? —Carmen me pregunta—. Tu ropa es muy… normal.

Marcia niega. —Cassie se ve bien así, si no quiere…

Kelly la interrumpe: —Te estoy prestando ropa, Cassie, ¿me vas a rechazar?

Estoy intentando llevarme bien con ellas, así que digo: —Está bien, gracias Kelly.

— ¡Vamos! —Elize dice.

El closet de Kelly es amplio, es básicamente otra habitación. La iluminación frente al gran espejo, techos y baldosas blancas, espacios para zapatos, carteras, vestidos y accesorios. No tengo idea de que trabajarán los padres de Kelly pero deben tener mucho dinero para costearse algo así.

— ¿Me prestas tu falda azul? —Elize se acerca a una sección solo de faldas.

—Claro —Kelly responde.

Nova se acerca a los vestidos cortos. —Vaya, Kells. Cada vez que venimos tienes ropa nueva, te envidio tanto —toma uno verde—, mis padres están intentando enseñarme a ahorrar o lo que sea.

—La ropa es una necesidad —Kelly afirma.

Marcia me mira. — ¿Qué te gustaría llevar, Cassie? Kelly te prestará lo que quieras, ella es así.

—Um… —lo pienso.

Kelly se mueve hacia el fondo, cerca de la puerta y saca un vestido marrón, holgado. — ¿Por qué no te pruebas este? Es de cuando aún no había bajado de peso.

Sentí casi como si me diera una bofetada con sus palabras.

— ¿Hace como diez años? —pregunta Carmen, riendo.

Elize bufa. —Pero le quedaría a Cassie un poco ajustado.

Presiono mis labios juntos y tomo una respiración lentamente. Es probable que ellas digan esto por bromear, no para ofenderme.

—Oye —Marcia le regaña, aunque se ríe un poco.

Permanezco externamente tranquila, seguramente es así como se tratan. No sé lidiar con personas de esta manera, no salgo con chicas de mi edad así que quizás este tipo de comentarios son normales.

Elize sacude su mano. —Es broma, Cassie sabe que es una broma —mira mi cuerpo de arriba hacia abajo—. Ella es bonita, tiene curvas.

—Por eso la miran —murmura Kelly.

Kelly, Carmen y Elize se ríen.

Luego de aclarar su garganta, Carmen se acerca a mí. —No lo decimos en un mal sentido, te ves bien, ojala yo tuviera las piernas así.

—Sí —Kelly deja el vestido y se mueve hacia las faldas cortas—, si tuviera tus piernas usaría esta falda.

Es una negra de pliegues, bastante corta y pequeña para mí. No cabrán mis caderas ahí.

— ¡Pruébate esa! —Carmen asiente—, te combinaremos una linda blusa.

La tomo y respiro profundo antes de decir: —No creo que me quede.

Ellas sueltan aire por la nariz. —Quizás no —Kelly me la quita—, mejor empecemos por la parte de arriba, esta blusa te quedará bien.

Me entrega una con botones atrás, es corta, probablemente me llegue hasta la cintura. Es linda sin duda pero no creo que me quede bien, no estoy acostumbrada a usar blusas tan cortas.

—Una falda blanca te quedaría genial —Elize afirma—, ¿Dónde está la del cierre dorado? —pregunta.

Kelly la mira y asiente. —Tienes razón, le quedará genial y tiene elástico en la cintura, te quedará.

Nova inclina su rostro. — ¿La falda cuando fuimos a la playa?

—Esa misma —Kelly la busca y cuando la encuentra, me la entrega—. Te quedará bien con tus zapatos, ve a cambiarte.

—En el baño —Marcia me indica—, te esperamos, ¿sí?

—O cámbiate aquí, nosotras lo hacemos todo el tiempo —Kelly dice.

Sonrío un poco. —Está bien, ahora regreso.

Voy hasta su baño, en la puerta al fondo de su habitación.

Después de colocarle el seguro, comienzo a desvestirme. Veo las prendas y me gustan pero no sé si me quedarán bien. En chicas como Kelly se les vería todo esto muy bien, en mí… no estoy segura.

Primero me coloco la blusa. Es una mezcla de rosa con morado, me tomó mucho tiempo cerrarme todos los botones sola y tuve que ajustármela para que cubriera mi estómago lo más posible. Es de ese estilo con los hombros descubiertos y unas mangas cortas.

Luego voy por la falda y odio tanto como un rollito de mi abdomen se forma cuando me doblo. Soy de ese tipo de chicas que es una talla en el medio, lo cual a veces me complica mucho encontrar ropa porque o es muy pequeña o muy grande.

Me subo la falda, me llega unos centímetros por encima de la rodilla y cubre menos de lo que me gustaría pero es lo que hay. Tengo que verme bien hoy, tengo que vestirme como una chica de mi edad y no como una chica aburrida.

Me veo en el espejo, no me veo tan mal pero solo quiero colocarme un suéter y un pantalón. Espero no verme ridícula.

Salgo de ahí y regreso con las demás, que ya se han vestido con faldas y vestidos. Se ven mucho mejor que yo.

Cuando me notan, no dicen nada, a excepción de Marcia quien se acerca sonriendo. —Te ves bien, Cassie.




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