Toda Mi Mala Suerte

15

—Cassandra —Rodney habla.

Llegamos al frente de mi casa, las luces siguen apagadas, mis padres deben de estar afuera en algún lugar sin imaginarse que su hija estuvo llorando en una fiesta.

—Gracias por venir a dejarme —digo, sin verlo.

—Espera —pide, su cabello sigue igual de mojado que el mío y algunas gotas aun caen sobre sus hombros—, necesito aclarar contigo esto. Realmente no tengo nada que ver, yo no sabía nada de lo que sea que iban a hacer.

Respiro profundo. —Le gustas a Kelly —volteo a verlo finalmente—, y que tú me hables no le gusta, así que aprecio mucho lo que has hecho por mí pero ya no quiero que las cosas empeoren.

Es obvio que ella estaba molesta porque Rodney me ayudó y eso solo me ha hecho concluir que parte de la razón de porque me hicieron esto, es por los celos.

No me interesa volver a todo eso, si tengo que alejarme de Rodney con tal de frenar esto, lo haré.

Rodney se rasca el mentón. —A mí no me gusta Kelly —se toca el pecho—, ella no puede obligarme a no hablarte y tampoco a ti, no puede hacer que no seamos amigos.

Sonrío irónicamente. —Creo que ya lo hizo —digo, sintiendo una presión en mi interior, algo como si me estuviera hundiendo más y más.

Rodney niega. —Esto es suficiente —resopla—, no  puedo creerlo…

Aclaro mi garganta. —Me voy ahora, gracias por traerme.

Realmente tengo que alejarme, ya no quiero seguir aquí, necesito tirarme a mi cama y dormir, o quizás, llorar hasta quedarme dormida.

—Cassandra —mira a mi casa—, escucha, ¿puedo verte mañana? Tengo que hablar contigo de algo, necesito contarte algo y así me entenderás.

No sé si quiero escuchar lo que sea que tiene por decir.

—Yo sé que para ti no es fácil confiar en mi ahora y no hay un motivo para que lo hagas —dice—, pero quiero que me escuches y luego, tú decides qué hacer.

—Dilo ahora —pido—, mañana es tarde, di lo que sea que tengas que decirme.

Él se lame el labio inferior. —Es complicado, es una larga historia.

—Entonces es todo —no quiero ser agresiva con él pero, no tengo ánimos de absolutamente nada, estoy tan cansada—, nos vemos en la escuela, Rodney —muevo mi mano a la manecilla.

—Espera —pide—, está bien, lo diré. Intentaré resumir la historia.

Me giro en el asiento para verlo de frente. —Dime.

Pasa sus dedos entre su cabello. —Hace dos años había un chico, él tenía sobrepeso y también estaba enfermo, tenía diabetes —explica—. Al comienzo nada iba mal pero, um, Jason se enteró que él tenía diabetes y comenzaron las bromas hacia él

Asiento, esperando que siga hablando.

—Pero no fueron solo burlas, con el tiempo fue creciendo y de pronto, muchas personas en la escuela se burlaban de él —aclara su garganta—, yo… yo me llevaba bien con él y muchas veces… bueno, me sentía mal por él pero siempre actuaba como que nada estaba pasando, hasta que poco a poco, empeoró.

— ¿Cómo? —pregunto.

Rodney baja la mirada. —Lo empujaban, ensuciaban con comida sus cosas. Le pusieron apodos, encontraron fotografías de su familia y se burlaban de ellos también…

Parpadeo rápidamente mientras él habla, ¿es esto real? ¿Cómo pueden ser así? ¿Por qué harían eso?

Todo eso es horrible, no puedo imaginarme lo mal que la pasó.

Bueno, creo que en parte si puedo.

—Entonces él se fue de la escuela y yo me arrepiento de no haberlo ayudado, debí hacer algo. —dice, con los ojos hacia el lado contrario a mí.

Aclaro mi garganta. —Y por eso estás ayudándome, ¿no?

Rodney coloca su mano en el volante y le da unos toquecitos. —Contigo solo quise que no te sintieras aislada, eres nueva y solo quería ser tu amigo.

Ya no sé qué pensar, es demasiado para mi y solo llevo unas semanas en esta escuela. No sé si Rodney realmente quiere ser mi amigo o si solo está intentando sentirse mejor ayudándome por no haberlo hecho con el otro chico.

— ¿Qué pasó después con él? —pregunto—. ¿Hablaste con ese chico después de que se fuera de la escuela?

Muerde su labio y niega. —No… ya no.

Suelto un suspiro. —Gracias por ser honesto conmigo —acomodo unos cabellos lejos de mi cara—. Ya me voy, te veo otro día.

Tengo que cambiarme de ropa, quizás tomar una ducha larga también. No lo sé, solo sé que necesito arrancar el recuerdo de esta noche desastrosa.

—Espera —pide—, Cassandra yo no tengo dobles intenciones contigo. Con lo que nos conocemos hasta ahora puedo decir que me agradas y quiero que seamos amigos, ¿podemos ser amigos?

Lamo mis labios y recuerdo que hace un rato estaba maquillada, seguro que todo lo que Kelly hizo en mi rostro se ha arruinado por la lluvia y mis lágrimas.

Rodney me mira, esperando mi respuesta. Claro que me gustaría seguir siendo su amiga, seguir pasando tiempo con él y divirtiéndome pero no es tan sencillo ahora.

—Creo que sí —contesto—, pero yo no quiero pelear con nadie en la escuela, yo no quiero que piensen nada malo de mí.

Él asiente. —Tranquila, voy a hablar con todos y aclarar…

—No —lo interrumpo—, no vayas en mi nombre a defenderme, eso sería tan vergonzoso. Solo lo dejaré pasar, después de todo fue mi culpa por ir a una fiesta donde no conocía a nadie.

Y nadie reamente me quería en ese lugar.

Rodney levanta su mano y la mueve lentamente hasta mi brazo. —No me pidas que no te defienda, lo que hicieron no está bien.

Tengo miedo de creer que Rodney está siendo sincero, tengo miedo de confiar en él para luego equivocarme horriblemente y arrepentirme de cada momento a su lado.

Pero ahora mismo, algo me dice que está siendo honesto.

—Gracias por todo —tengo muchas dudas pero estoy agradecida por que me haya ayudado—, tengo que entrar.

Retira su mano. —Claro, sí, ve —suspira—, um… ¿puedo venir mañana? Podemos hacer algo si quieres, digo, no sé.

¿Confiar o no hacerlo?




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