El siguiente día no me fue mejor.
—Hola —Carmen y Elize se acercan de nuevo—, hoy cambiaremos de lugar de nuevo.
Levanto la mirada pero no les digo nada.
Elize chasquea los dedos. —Vamos, muévete, ve a sentarte con Alex.
—Pero no en sus piernas —Carmen agrega y ambas se ríen escandalosamente.
—No… no me gusta Alex —aseguro.
—Cassie —Carmen se coloca a mi lado y toca mi cabello—, no seas mala con nosotras, solo intentamos ser amigas.
Muevo la mano de Carmen. —Por favor, déjenme.
Vuelven a reír. —Por favor, déjenme —Carmen repite con voz aguda.
Alex entra y su mirada se cruza con la mía, luego nota a Elize y a Carmen a mi lado. Deja sus cosas sobre el escritorio y camina hasta ellas, quienes no lo han visto por estar observándome como si fuera un ratón de laboratorio.
—Buenos días —saluda en general.
Elize cambia de expresión. —Ah, hola Alex.
—Oigan, me acabo de cruzar con Nova y quiere que vayan a su salón, dice que trajo algo para ustedes —afirma.
Carmen retroceda. —Está bien —toma a Elize del brazo—. Ahora venimos.
Ellas salen rápido y eso nos deja a Alex y a mí solos. Bajo el rostro y contengo la respiración esperando a que él regrese a su lugar y me ignore, ya tuve suficiente de todo por hoy.
Alex aclara su garganta. —Hola Cassie.
Miro hacia la puerta esperando que no estén de regreso aun. —Hola.
Alex se sienta en el escritorio de Rodney. —Mira, no he podido decírtelo pero, no estoy seguro qué ocurrió en la fiesta, lamento lo que sucedió.
Asiento. —Ya está bien.
—Deberías venir con nosotros a la hora del almuerzo —sonríe—, les diré que yo te invité y todo seguirá como siempre.
Que él diga que me invitó no mejorará nada, solo hará que más personas me odien por algún motivo. Prefiero no hacerlo, prefiero comer sola a que sigan burlándose de mí.
—Gracias pero no creo que sea buena idea —respondo.
Hace una mueca. —Te entiendo, pero ya sabes, si eso es lo que quieres hacer puedes llegar y te quedas a mi lado.
—Gracias —contesto.
Al menos él no parece querer burlarse de mí.
—Está bien —se levanta—, y que quede en claro que a mí sí me agradas.
Le ofrezco una pequeña sonrisa. —Gracias.
En ese momento entra Rodney, Alex se voltea para regresar a su asiento pero en su lugar, se encuentra con Rodney y lo saluda con un choque de puños.
— ¿Qué haces Larsson? —le pregunta Rodney.
Alex chasquea su lengua. —Tengo un nombre, Petterson.
Rodney sonríe levemente. — ¿Tu segundo nombre?
Alex niega. —No, cállate, no lo digas.
Rodney pone los ojos en blanco. — ¿Me das permiso, Emery?
Alex se cubre la cara. —No, no lo digas.
Rodney se encoje de hombros. —No hay nadie aquí —me mira—, bueno…
—Cassie está aquí —Alex afirma—, ahora sabe que tengo el nombre de mi abuela.
Alex no puede verme porque me está dando la espalda pero igualmente sonrío. Tal vez Alex no es tan malo como pensaba, quizás él solo se junta con personas que hacen ver como si todos ellos fueran malos.
Rodney le da una palmada en el hombro. —Muévete, quiero pasar.
—Primero dame un abrazo —Alex abre los brazos.
Rodney arruga su nariz. —No, muévete —Rodney se pasa a la siguiente fila y camina al frente, terminando justo a mi izquierda.
Alex regresa a su asiento reclamándole a Rodney que no es un buen amigo, Rodney solo rueda sus ojos mientras sonríe.
—Hola Cassandra —me saluda, sentándose.
—Hola —sacudo mi mano.
Un momento después, llegaron Elize y Carmen mientras hablaban entre ellas. Supongo que se les olvidó que hace un rato estaban pidiéndome que me cambiara de lugar porque se acercaron a Alex y me ignoraron el resto de la clase.
En la siguiente clase, en biología, nos dieron un anuncio. El viernes habrá un viaje a un jardín botánico, saldremos desde temprano y regresaremos una hora antes del final de la escuela.
—Pero necesito que se organicen —pide el profesor—, para esto he seleccionado sus compañeros por orden del abecedario, la inicial de sus apellidos.
Mi corazón pega un salto. No recuerdo los apellidos de Carmen y de Elize, espero que no estén cerca de la O.
El profesor comienza a llamar personas, por suerte Carmen es Enríquez, por lo que la agruparon con un chico llamado Ulises Carles y Kathy Enton. A Elize la agruparon con Harry Gonzales y Julie Han, su apellido es Jones.
No quedan muchas personas, pero ya no importa, mientras que no esté con ellas todo estará bien.
—Larsson, Alexander —Alex levanta la mano—. Vas con Orlando, Cassandra…
Mis ojos se abren, ¿Qué? ¿Con Alex?
—Y, —continua—, Petterson, Rodney.
Estoy segura que si alguien nos estuviera viendo desde el techo notaria la incomodidad de este momento. Elize y Carmen se miran entre ellas, Alex giró su rostro para vernos, Rodney se mueve en su asiento y yo muerdo el interior de mi mejilla.
Todo estaría bien si mi compañero fuera Rodney y cualquier otra persona pero dentro de mí siento que no será algo muy bueno tener a Alex también.
No es por él, es por todo lo que ha sucedido, por cómo piensan que a mí me gusta Alex y porque ya no quiero más dramas en mi vida.
El profesor finaliza y repite los nombres de nuevo.
—Voy a necesitar que sus padres o encargados firmen un permiso y tienen que traerlo para la siguiente clase —se cruza de brazos—. Todos estaremos juntos pero cada grupo se encargará de mantenerse cerca. No quiero que alguien se escape y se comporte de maneras que no son apropiadas —advierte—, no quiero tener problemas.
Algunas personas se ríen, como si ya hubiera sucedido algo anteriormente.
—Al lado de donde vamos, hay un pequeño museo de plantas y lo visitaremos pero requiero de ustedes que presten mucha atención pues les haré un examen sobre toda la información que recibirán en ese lugar, ¿Está bien?