Regreso unos cinco minutos después, por suerte, ya no están.
Me hice la promesa de no volver a ceder ante la presión de todos ellos. Ya no me importa si me ignoran o me dicen que soy aburrida, ya no quiero sentirme tan incómoda como lo hice cuando David estaba a punto de besarme.
Llego a mi escritorio y me siento. Una vez más, veo hacia la ventana y recorro el borde de las nubes con mis ojos. No entiendo porque no puedo ser como los demás, porque no puedo tener amigos y divertirme. No entiendo porque siempre estoy tan sola.
Yo creo que es mi culpa. Sé que soy una persona aburrida, que puedo llegar a ser rara y que no soy la más bonita. Que lloro por todo, que soy débil y que no me defiendo. Que hay muchas cosas malas en mí. Si fuera diferente, me querrían.
Rodney entra y yo aparto la mirada. Ya estoy muy cansada, solo quiero que este día se acabe.
—Cassandra —se sienta en su escritorio—, ¿estás bien?
Asiento y no le respondo nada. Sé que Rodney únicamente me habla porque me tiene lástima, porque de todas las personas en esta clase, soy yo la única que no tiene amigos o que se divierte con más personas.
—Ayer… —no quiero hablar de eso—, lo siento. Realmente quería ver la película contigo, quería pasarla bien.
Me encojo de hombros. —No importa, puedes ir con tus amigos.
—Mis amigos —repite—. Mira, sé que ahora tienes una impresión de todos ellos pero no creo que sean malas personas, quizás sería mejor si te apartas.
Junto mis cejas y lo miro, ahora mismo preferiría que también me ignorara. —Rodney, no soy su amiga, no quería jugar y Kelly insistió.
Rasca su cuello. —No sigas su juego.
Sonrío de manera irónica. —Claro, ya no importa.
—Sé que sueno como un tonto —afirma—, pero no es la primera vez que se comportan de esa manera y sé que lo mejor que puedes hacer, es no formar parte del grupo, si intentas encajar…
Niego, aun sonriendo muy molesta. —No estoy intentando encajar con nadie, claramente no encajo aquí —Carmen y Elize llegan, sosteniendo unas bolsas de frituras—, eso ya lo sé.
Rodney suspira. —Cassandra…
Más personas comienzan a llegar, pronto la siguiente clase comenzará y la atención de los demás ya no estará en mí. No quiero que me noten, no quiero nada de nadie. Estoy muy cansada.
Alex entra también, Elize le pide que se acerque para enseñarle algo pero la ignora y camina hasta la parte de atrás, donde está Rodney. —Sal un minuto —no está sonriendo como siempre—, quiero decirte algo.
Rodney se levanta y ambos salen.
Las clases finalizaron por hoy y yo no puedo aguantar a llegar a mi casa para tirarme sobre la cama y dormir por muchas horas.
Esta vez tomo todas mis cosas rápidamente y salgo antes que los demás. Es casi como si necesitara salir de estos pasillos y paredes para poder respirar correctamente. Bajo antes que todo ese grupo se reúna en las escaleras como les gusta hacer y camino hasta la salida en la parte de atrás.
Antes de irme, paso a uno de los baños más apartados. Mi cuerpo se tensaba cada vez que alguien se escuchaba pasando pero por suerte, nadie entro.
Yo salí de ahí y comencé a caminar fuera, por el estacionamiento. Creo que en esta área están principalmente los autos de los profesores así que los alumnos no están cerca. Eso es bueno para mí, ya no podría soportar una cosa más en este día.
Y justo cuando estoy pasando por un árbol mediano, escucho: — ¡Cassie!
Mi corazón se detiene, no quiero voltear. No quiero que sigan las burlas y la sensación de sofocamiento cuando estoy en el salón de clases.
—Cassie —la voz se acerca, es fácil reconocerla.
Alex.
Me giro y gracias al cielo, no está con los demás. — ¿Qué pasa?
Él rasca su mejilla. — ¿Quieres que te lleve? —Sonríe—, digo, ¿quieres ir a verme tocar?
Mi cabeza responde, negando. —Tengo que irme.
Levanta su mano. —Lo sé, sé que estás molesta por lo que pasó y yo no estoy de acuerdo con eso, lamento que… a veces, pues…
Me encojo de hombros. —Ya no importa.
Alex entorna sus ojos, luego los levanta y regresan sus ojos a mí. —Va a llover, te puedo llevar.
—No, Alex —puede ser una trampa—. Adiós.
—No confías en mí —responde—. Lo entiendo, entiendo que sea así —suspira—. Sé que me comporto como un tonto y lo he hecho pero, de verdad, quiero ser tu amigo.
No le creo. —Alex…
—Cassie —aclara su garganta—. Acompáñame hoy, ¿sí? Olvida todo lo que sucedió, ya no ocurrirá de nuevo.
—No puedo hoy —miento—, tengo que ir con mamá, tengo que ayudarla.
—Está bien —sonríe un poco—, entonces, déjame que te lleve a tu casa.
Paso mis manos por el cabello. — ¿Por qué? —Sacudo mi mano en el aire—. Solo vete a divertir con todos, hablo enserio, ¿Por qué estás aquí? —siento como mi enojo crece cada vez más—. ¿Quieres que me molesten más? ¿Quieres que se burlen más de mí? Tú y Rodney actúan como si esas chicas no me molestaran porque están enamoradas de ustedes, es obvio y no sé si se hacen los tontos o simplemente disfrutan la atención —elevo un poco la voz—. Y no puedo solo olvidarlo, todo esto es una tontería, ni siquiera me gustan.
Eso fue básicamente, vomito verbal.
No puedo creer que dije todo eso, ni siquiera estaba pensando. Solté cada palabra que me ha estado dando vueltas en mi cabeza.
Alex entorna sus ojos hacia mí, ya no tiene su actitud relajada y alegre, parece que estuviera a punto de darse la vuelta y dejarme aquí. —Auch —finalmente dice.
Bajo la mirada, no sé cómo arreglar esto. Quizás ahora él vaya y le cuente todo a los demás, quedaré como la tonta una vez más.
—No quiero que te molesten —asegura—. Tienes razón, la tienes.
Lo veo confundida, ¿está dándole la razón a una chica que lo acaba de insultar?
—Mira, Cassie —acomoda su cabello—, me conociste en mi peor momento porque ahora, yo soy alguien que solo… —baja el rostro—, tienes razón.